Con el envejecimiento poblacional y el aumento de las enfermedades crónicas, crecen las consultas médicas, y los profesionales dedican cada vez más tiempo a hacer registros y documentar información de salud.
“En Argentina, un médico destina en promedio unas 8 horas semanales a llenar formularios, lo que genera una carga burocrática que termina afectando la calidad de la atención”, dice Pilar Mendiburu, una de las fundadoras de Calíape, una app que utiliza inteligencia artificial para automatizar las tareas de registro.
La aplicación genera trascripciones automáticas de las consultas, estandariza e incorpora la información a la historia clínica, y de este modo permite a los profesionales enfocarse en el diálogo y la atención a los pacientes.

El proyecto fue desarrollado por Mendiburu junto a Florencia Cavalieri (ambas estudiantes de la Universidad Favaloro) y el doctor en física Flavio Colavecchia, y resultó ganador de la edición 2025 del concurso de startups tecnológicas del Instituto Balseiro IB50K.
“La inteligencia artificial es la base de esta herramienta diseñada para que el médico pueda tenerla en su celular. Además, permite que el paciente reciba las indicaciones médicas en su teléfono móvil”, comenta Mendiburu.
Actualmente, la app está en etapa de validación. “Se hicieron pruebas en más de 500 consultas y los resultados fueron buenos”, destaca la emprendedora. Y señala que si bien fue desarrollada en español para el sistema de salud argentino, el plan es ir adaptándola para poder exportarla a otros países de la región.
“La idea es que pueda descargarse de las tiendas (App Store y Google Play). En cada país habrá que articularla con los desafíos y requerimientos de los distintos sistemas de salud. Ya demostramos la viabilidad técnica, y el siguiente paso es escalar el proyecto. Esto requiere una inversión semilla de escala media, destinada principalmente a infraestructura en la nube, certificaciones y para desarrollar la estrategia de ventas”, detalla.
Un impulso a la innovación tecnológica
El concurso IB50K es organizado desde 2010 por el Instituto Balseiro, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). Y reparte 50.000 dólares, entre financiación en efectivo, infraestructura y horas de mentoría y capacitación, a los emprendimientos de base científico-tecnológica seleccionados (de allí el acrónimo de su nombre: IB50K).
En su edición 2025, además de Calíape, que fue premiada con 30.000 dólares, se entregaron dos premios más en una ceremonia realizada a finales de septiembre en la sede del Balseiro en la ciudad de Bariloche. El segundo premio, de 15 mil dólares, se otorgó al proyecto Bio H41, de la Universidad de Buenos Aires (UBA) por el desarrollo de un activo cosmético a partir de levaduras patagónicas, que constituye una alternativa sustentable a productos similares sintéticos.
Y el tercer premio, de 5000 dólares, correspondió a Odycell Nanotherapies, presentado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), que combina nanotecnología e inmunoterapia, para el tratamiento de tumores oncológicos.
A la hora de ser evaluadas, se buscó que las iniciativas tengan un impacto económico, social y ambiental. Los integrantes del jurado del concurso -referentes del sector académico y de empresas científico-tecnológicas argentinas- destacaron que además “se tomó en cuenta la viabilidad de llevar los proyectos al mercado”.
A lo largo de las 15 ediciones que lleva realizándose el IB50K participaron más de mil emprendedores, se presentaron 305 proyectos y surgieron múltiples empresas de base tecnológica en el país.