El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, y el ministro de Defensa japonés Shinjiro Koizumi, coincidieron en que las recientes maniobras de China “no favorecen la paz regional”, en medio de las recientes tensiones regionales por los ejercicios militares de bombarderos rusos y cazas J-16 del régimen chino.
Aviones chinos enfocaron con sus radares a aeronaves japonesas cerca de Taiwán el domingo pasado, y esta operación intensificó el clima tras las declaraciones de la primera ministra Sanae Takaichi, quien sugirió la posibilidad de una intervención militar japonesa en caso de un ataque chino sobre Taiwán.
En una conversación telefónica, Hegseth y Koizumi “intercambiaron opiniones sinceras sobre la situación de seguridad cada vez más grave en la región indopacífica, incluido el incidente del radar”, precisó Defensa. Ambos expresaron “su profunda preocupación por cualquier acción que aumente las tensiones regionales”, recalcando que los movimientos de China “no favorecen la paz y la estabilidad regionales”.
Koizumi también se pronunció por medio de un posteo en la red social X, y destacó que ambas partes dejaron claro que Japón no busca escalar la tensión. “Respondemos con calma, realizamos las refutaciones necesarias y mantenemos la puerta abierta al diálogo”, precisó el funcionario sobre la posición nipona a los ejercicios de China con Rusia.
El Ministerio de Defensa japonés informó que la semana anterior aviones J-15 del portaaviones Liaoning fijaron sus radares en cazas nipones cerca de Okinawa, mientras que este martes, dos bombarderos rusos Tu-95 se vincularon con dos bombarderos chinos H-6 en una misión conjunta de largo alcance alrededor del archipiélago. Tokio reaccionó desplegando sus propios cazas.

Como respuesta a estas operaciones y en señal de coordinación estratégica entre ambos aliados, Japón y Estados Unidos efectuaron el miércoles vuelos conjuntos con bombarderos y cazas para subrayar su presencia militar y reafirmar el compromiso común con la estabilidad en la región Asia-Pacífico.
“Japón y Estados Unidos reafirmaron su firme determinación de evitar cualquier intento unilateral de cambiar el status quo por la fuerza y confirmaron la postura de preparación tanto de las Fuerzas de Autodefensa (SDF) como de las fuerzas estadounidenses”, señaló el Ministerio de Defensa japonés en un comunicado difundido este jueves 11 de diciembre.
En la operación participaron dos bombarderos estratégicos B-52 estadounidenses, junto a tres cazas furtivos F-35 y tres aviones de superioridad aérea F-15 de Japón. Este vuelo conjunto marcó la primera vez que Estados Unidos reafirmó su presencia militar en la zona tras el inicio de los ejercicios militares chinos la semana anterior.
Desde el país norteamericano, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que el presidente estadounidense es capaz de mantener una “buena relación de trabajo” con China y una “alianza muy fuerte” con Japón, pese al incremento de las tensiones entre ambas naciones asiáticas.
“Japón es un gran aliado de Estados Unidos como lo demuestra su relación personal y nuestras continuas relaciones comerciales con Japón”, declaró en conferencia de prensa.
Cabe mencionar que tanto Japón como Corea del Sur cuentan con bases militares de Estados Unidos en su territorio, siendo Japón el país que alberga la mayor concentración de poderío militar estadounidense fuera de sus fronteras. Allí se encuentran desplegados un grupo de ataque de portaaviones y una fuerza expedicionaria de marines estadounidenses, según Reuters.
Además, las amenazas aéreas chinas también afecta a Taipéi: el Ministerio de Defensa de Taiwán reportó un incremento en la actividad militar china por segundo día consecutivo, al detectar la presencia de 27 aeronaves que realizaban una “patrulla conjunta de preparación para el combate”, junto con buques de guerra cerca de la isla.
(Con información de AFP y Reuters)