Turquía informó este jueves que junto a Estados Unidos, Irak y Siria se había conformado un grupo de trabajo que se encargará de abordar la situación de los detenidos del Estado Islámico en más de una docena de campos, bajo control de milicias kurdosirias.
“Hay varios aspectos en el tema de las (milicias kurdosirias) YPG y uno de ellos es el de los prisioneros del Daesh (Estado Islámico), que llevan mucho tiempo bajo control de las YPG”, comenzó diciendo Recep Tayyip Erdogan, antes de señalar que, por tanto, “hemos creado un comité con los estadounidenses, la Administración siria y el Gobierno iraquí, para resolver la cuestión de qué ocurrirá con los detenidos del Daesh y los civiles que viven en los campos, especialmente las mujeres y los niños”.
Según un informe del International Center for Counter-Terrorism de marzo, actualmente hay cerca de 38.000 personas vinculadas a combatientes del Daesh en más de una docena de campamentos, entre los que destacan Al Hol y Roj, al noreste de Siria, bajo control de las YPG.
De ellos, 23.000 son extranjeros -60% menores de edad y 40% por debajo de los 12 años-, con 15.000 provenientes de Irak y los restantes 8.000, de casi 60 países como Australia, China, el Reino Unido y Sudáfrica.
A raíz de estas cifras, Erdogan señaló que “la mayoría de las mujeres y niños en el campo de Al Hol son de Irak y de Siria”, por lo que consideró fundamental que ambas naciones aumenten sus esfuerzos por resolver la situación de sus connacionales.
“Deben hacer lo que sea necesario por ellos”, insistió en ese sentido, antes de sumar que, en el caso del nuevo Gobierno de Ahmed al-Sharaa, esta normalización permitirá una mejor unión entre los distintos sectores de su sociedad, una de sus promesas de gestión.
Una vez que el control de los campos pase a manos sirias, “la importancia de las YPG se reducirá y será más fácil integrarlas”, dijo con confianza.
Más de una década atrás, en 2014, el Estado Islámico anunció el establecimiento de un califato en varias zonas de Irak y Siria, lo que atrajo a decenas de seguidores de todo el mundo. Sin embargo, los extremistas fueron derrotados en 2017 y 2019, respectivamente, gracias a los esfuerzos de una coalición liderada por Estados Unidos en el marco de su lucha contra el terrorismo del ISIS.
En estos incidentes, decenas de miles de personas vinculadas a la formación fueron llevadas a Al Hol y demás campos, bajo dominio de las Fuerzas Democráticas Sirias y otros grupos kurdos que, a su vez, tienen -en muchos casos- vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
En un intento por regularizar esta situación y promover su promesa de inclusión, durante su visita a Arabia Saudita el 14 de mayo, el presidente Donald Trump pidió a su par sirio que “asumiera la responsabilidad de los centros de detención de ISIS (grupo Estado Islámico) en el noreste de Siria”.
Amnistía internacional se sumó a esta solicitud y, este martes, instó a los países con ciudadanos acusados por pertenecer o tener vínculos con el Estado Islámico a tomar acciones urgentes para la repatriación de las personas.
“Tras años de inacción para encontrar una solución sostenible a la crisis del noreste de Siria, el caos generado por los recortes debe impulsar acciones urgentes”, escribió la ONG en un comunicado.
(Con información de AFP, AP y EFE)