El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció este miércoles nuevas restricciones de visado para funcionarios gubernamentales de Brasil, países africanos y de Granada, además de representantes de Cuba, a raíz de su participación en la contratación de misiones médicas cubanas.
EEUU también revocó y restringió los visados de varios funcionarios de Brasil, exfuncionarios de la Organización Panamericana de la Salud y sus familiares, acusando complicidad con Cuba en el trabajo forzado a través del programa “Mais Médicos”.
Washington revocó los visados de Mozart Julio Tabosa Sales y Alberto Kleiman, dijo el secretario de Estado Marco Rubio en un comunicado el miércoles, por el papel que desempeñaron en la aplicación del programa mientras trabajaban en el Ministerio de Salud de Brasil.
Según Rubio, el Gobierno estadounidense considera que estos programas constituyen una forma de trabajo forzado, en tanto el Estado cubano “alquila” a sus profesionales sanitarios y retiene la mayor parte de los ingresos que generan en el exterior.
En un comunicado difundido por el Departamento de Estado, Rubio declaró que estas medidas afectan tanto a funcionarios como a sus familiares, sin precisar qué países africanos son objeto de las sanciones ni dar detalles sobre la identidad de los afectados. “Hoy, el Departamento de Estado tomó medidas para imponer restricciones de visas a funcionarios de gobiernos africanos, del cubano y del granadino, y a sus familiares, por su complicidad en el plan de misiones médicas del régimen cubano”, afirmó Rubio en el comunicado oficial.
Rubio, de ascendencia cubana, subrayó que el régimen encabezado por Miguel Díaz-Canel envía misiones médicas internacionales cobrando “precios elevados” a los países que las solicitan, mientras que los médicos reciben solo una fracción de los pagos.
“Este plan enriquece al corrupto régimen cubano al tiempo que priva al pueblo cubano de atención médica esencial”, señaló el secretario de Estado. Además, advirtió que Estados Unidos “tomará las medidas necesarias para poner fin a este trabajo forzoso” y que se exhorta a los países contratantes a “pagar directamente a los médicos por sus servicios, no a los esclavistas del régimen”.
El gobierno estadounidense instó a la comunidad internacional a condenar lo que califica como prácticas abusivas por parte de la administración cubana y a no ser cómplice de la explotación del personal médico. “Hacemos un llamamiento a todas las naciones que defienden la democracia y los derechos humanos a que se unan a nosotros en este esfuerzo para enfrentar los abusos del régimen cubano y apoyar al pueblo cubano”, subrayó Rubio.
Estas medidas se enmarcan en una política de endurecimiento hacia Cuba puesta en marcha durante la administración de Donald Trump. En febrero y junio de este año, Washington ya había anunciado sanciones específicas dirigidas a funcionarios cubanos y de países centroamericanos implicados en la gestión o contratación de misiones médicas cubanas. En julio, el gobierno estadounidense sancionó por primera vez al dictador cubano Díaz-Canel, acusándolo de graves violaciones de derechos humanos.
Las misiones médicas cubanas, conocidas como “misiones internacionalistas”, representan una de las principales fuentes de divisas para la economía de la isla. El Departamento de Estado sostiene que estos programas privan a los médicos cubanos de sus derechos laborales y que las mayores ganancias quedan en manos del Estado cubano. A juicio de Washington, el objetivo de las restricciones es “apoyar al pueblo cubano en su búsqueda de la libertad” y “garantizar la rendición de cuentas de quienes perpetúan su explotación”.
La reacción oficial de Cuba no se hizo esperar. El canciller cubano Bruno Rodríguez calificó las medidas como “imposición y agresión”, y aseguró en la red social X que su gobierno seguirá prestando servicios de colaboración a nivel internacional. Cuba rechaza de forma categórica las acusaciones y sostiene que las misiones médicas son parte de una política de cooperación y solidaridad dirigida especialmente a países con menos recursos en América Latina, el Caribe y África.
En el contexto del primer reporte anual de derechos humanos tras el regreso de Trump a la presidencia, publicado este martes, Estados Unidos identificó el “trabajo forzoso auspiciado por el Estado” como uno de los principales abusos registrados en el año 2024. Según las autoridades estadounidenses, los programas de misiones médicas no solo afectan a los trabajadores sanitarios cubanos, sino que también contribuyen a sostener financiera y políticamente al régimen cubano.
Granada y varios países africanos aún no han emitido respuesta pública a las recientes restricciones anunciadas por Estados Unidos. La medida instala un nuevo reto diplomático en medio de las alianzas sanitarias globales y el contexto geopolítico entre América y los países en desarrollo.
(Con información de AFP y EFE)