El portaaviones estadounidense USS Gerald R. Ford partirá hacia Europa la próxima semana, sumándose a los despliegues de Washington que buscan reforzar la presencia militar cercana a Medio Oriente, según confirmó este viernes un funcionario de la Marina estadounidense. De esta manera, serán tres los portaaviones norteamericanos posicionados cerca de la región, en un contexto de tensiones crecientes tras los intercambios de ataques entre Israel e Irán.
El avance de la crisis se produce después de que Israel lanzara una campaña aérea sin precedentes contra Irán la semana pasada. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indicó que evalúa unirse a las operaciones militares israelíes.
“El grupo de ataque del portaaviones Gerald Ford saldrá de Norfolk (Virginia) la mañana del 24 de junio para un despliegue programado en el área de responsabilidad del Mando Europeo de EEUU”, detalló el portavoz de la Marina.
El grupo de ataque del USS Carl Vinson ya se encuentra operando en Medio Oriente desde principios de año, participando en una campaña aérea contra los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Irán. A su vez, un funcionario del Departamento de Defensa estadounidense confirmó que el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ordenó al grupo de ataque del portaaviones Nimitz desplazarse hacia Medio Oriente para “mantener la postura defensiva y salvaguardar al personal estadounidense”.
Las declaraciones de Trump el jueves añadieron presión al escenario internacional, al afirmar que decidirá en las próximas dos semanas si Estados Unidos actuará junto a Israel contra Irán, al tiempo que sostenía la posibilidad de entablar negociaciones para frenar la escalada bélica. El mandatario también mencionó que el líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei, sería “un objetivo fácil”.
Durante semanas, Trump priorizó el camino diplomático, buscando avanzar hacia un acuerdo que sustituyera al pacto nuclear con Irán, revocado durante su primer mandato en 2018. No obstante, en días recientes ha respaldado los ataques israelíes contra instalaciones nucleares iraníes y figuras del alto mando militar iraní. Un elemento relevante es la capacidad militar de Estados Unidos, que posee bombas especializadas capaces de destruir instalaciones fuertemente protegidas, como la planta de enriquecimiento nuclear de Fordo en Irán.
Las posturas dentro de Estados Unidos muestran divisiones, ya que figuras influyentes del movimiento Make America Great Again se han manifestado en contra de un eventual ataque estadounidense a Irán. Las promesas de Trump de retirar a Estados Unidos de los denominados “guerras eternas” en Medio Oriente formaron parte de sus campañas electorales de 2016 y 2024.
Por otro lado, en el plano diplomático, los ministros de Exteriores del Reino Unido, Francia y Alemania, junto con la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), pidieron este viernes a Irán que continúe sus conversaciones con Estados Unidos para evitar una escalada regional, tras reunirse con la delegación iraní en Ginebra.
El ministro francés Jean-Noel Barrot destacó que “no existe una solución militar” al conflicto y exhortó a Irán a mantener abiertas las vías de diálogo. El ministro británico David Lammy insistió en que “Irán no puede tener un arma nuclear” y subrayó la importancia de evitar una regionalización del conflicto. Por su parte, el ministro alemán Johann Wadephul valoró como “serias” las discusiones y señaló que la región atraviesa “una situación extremadamente crítica”.
La Alta Representante para Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, subrayó que la escalada regional no beneficia a ninguna parte y remarcó la disposición a seguir debatiendo tanto sobre cuestiones nucleares como sobre otros temas de interés.
La situación mantiene en alerta a la comunidad internacional, que busca frenar una mayor desestabilización en Medio Oriente mediante iniciativas diplomáticas y acciones de disuasión militar coordinadas.
(Con información de AFP y EP)