El laurel (Laurus nobilis) es una planta reconocida por sus efectos benéficos en el sistema respiratorio, especialmente útil para combatir la acumulación de moco en la garganta, una condición que suele provocar la constante necesidad de tragar o carraspear. Este síntoma, muy común en cuadros respiratorios leves o como secuela de alergias, puede tratarse de forma natural gracias a sus propiedades expectorantes y antiinflamatorias.
De acuerdo con el sitio El Poder del Consumidor, en México, se distingue al laurel mexicano (Litsea glaucescens) del laurel mediterráneo, aunque ambos comparten aplicaciones terapéuticas y culinarias. El laurel mexicano crece en bosques de encino, pino y oyamel, y forma parte de la medicina tradicional desde tiempos prehispánicos.
En el Códice de la Cruz-Badiano de 1552, el primer tratado de herbolaria de América, se documentaba su uso para tratar desequilibrios en el cuerpo causados por el “aire”, una forma ancestral de referirse a trastornos respiratorios. El nombre náhuatl con el que se registró fue “Tlaco-ehecapahtli”, o “medicina del aire de vara”, en referencia a la forma de sus tallos.
Además de ayudar a despejar las vías respiratorias, el laurel mejora la digestión y la circulación. Una infusión caliente de sus hojas puede contribuir a disolver las flemas, calmar la irritación de garganta y reducir la incomodidad que genera el exceso de secreción.
¿Cómo preparar jarabe de laurel para aliviar el exceso de moco?
El laurel, además de ser un ingrediente fundamental en la cocina mexicana por su capacidad para realzar el sabor de sopas, caldos y guisos, también puede aprovecharse en forma de infusión para aliviar molestias respiratorias, como el exceso de mucosidad en la garganta. Esta condición suele generar la incómoda necesidad de tragar constantemente o carraspear.
Una receta recomendada por el portal Mejor con Salud permite preparar un remedio casero eficaz para estos síntomas. Aquí te explicamos cómo hacerlo paso a paso:
Ingredientes:
- 6 hojas de laurel secas
- Jugo de 1 limón (preferentemente orgánico)
- 1 taza de agua (250 ml)
- 6 cucharadas de azúcar moreno (90 gr)
Preparación
- Hierve las hojas: en una olla pequeña, vierte la taza de agua y añade las hojas de laurel. Lleva a ebullición y deja hervir durante 15 minutos para que las propiedades de la planta se liberen por completo.
- Cuela y enfría; una vez transcurrido el tiempo, retira del fuego, cuela el líquido para desechar las hojas y deja que el agua infusionada se enfríe a temperatura ambiente.
- Endulza y mezcla: cuando el líquido esté tibio o frío, vierte en un recipiente de vidrio. Agrega el jugo del limón y endulza con azúcar moreno. Remueve bien hasta que todo quede completamente disuelto e integrado.
- Guarda y conserva: almacena el jarabe en el refrigerador durante siete días. Pasado este tiempo, puedes tomar una cucharada cuando sientas síntomas de tos, irritación en la garganta o exceso de flema.
Es importante destacar que, aunque este preparado es natural, debe consultarse con un médico antes de consumirlo, especialmente si estás bajo tratamiento médico o padeces alguna condición que pueda generar interacciones con ingredientes como el limón, el laurel o el azúcar.
¿Cuáles son las propiedades del laurel?
El laurel, además de su valor medicinal y culinario, ofrece una composición nutricional interesante. En 50 gramos de sus hojas se encuentran aproximadamente 101 kilocalorías, 1.2 gramos de proteínas, 23 gramos de carbohidratos y 2.9 gramos de fibra. Esta última contribuye a mejorar el tránsito intestinal, lo que refuerza su uso tradicional como planta digestiva. Aunque no se consume en grandes cantidades, su incorporación en tés o como condimento permite aprovechar estos beneficios de forma regular y moderada.
De acuerdo con la Profeco, sus efectos sobre el sistema digestivo, el laurel estimula el apetito y favorece la producción de jugos gástricos, facilitando una digestión más eficiente. También es útil para aliviar molestias comunes como la acidez, los espasmos intestinales y la sensación de pesadez después de comer. Gracias a su alto contenido de aceites esenciales, especialmente el cineol y el eugenol, el laurel ayuda a reducir la formación de gases, combatiendo así la hinchazón abdominal y otras molestias gastrointestinales leves.
Además de su efecto digestivo, el laurel se destaca por sus propiedades para aliviar afecciones respiratorias. Favorece la eliminación de mucosidades acumuladas en bronquios y garganta, posee compuestos con acción antimicrobiana que pueden ayudar en casos de bronquitis o faringitis.
También contiene ácidos grasos insaturados que contribuyen al cuidado del sistema cardiovascular, y minerales como el calcio y el hierro, necesarios para funciones esenciales del organismo. Por si fuera poco, incluye antioxidantes naturales como la vitamina A, que protegen las células del daño oxidativo y fortalecen el sistema inmunológico.