
A Marion Cotillard se le quiebra la voz al hablar de una película que considera central en su vida y su carrera. Invitada este octubre al armario de Criterion, la actriz francesa —reconocida internacionalmente por su Oscar gracias a La vida en rosa— fue consultada acerca de cuáles son sus títulos imprescindibles. No dudó en definir uno de ellos como “la obra maestra entre las obras maestras”, ponderando su humanidad, su inteligencia y su capacidad para conmover.
Entre los títulos mencionados por Cotillard figuraron también Hedwig and the Angry Inch, Fanfan, el invencible y toda la filmografía de Agnes Varda. Sin embargo, una cinta en particular despertó una reacción emocional inusual: “Siempre me hace llorar incluso hablar de ella. Es la obra maestra entre las obras maestras. Es la película más humana de todas. Es la más inteligente y conmovedora que he visto”, afirmó Cotillard al consolidar su elección definitiva.
La película escogida fue El gran dictador, estrenada en 1940 y que, a pesar de abordar la comedia, apuntó de lleno a la situación política de su época con un mensaje valiente y crítico hacia el nazismo. El film, escrito, dirigido y protagonizado por Charles Chaplin, se convirtió pronto en un referente mundial, tanto por su humor como por su denuncia social. En un momento en el que movimientos extremistas comenzaban a ganar terreno, el atrevimiento de la cinta marcó época y continúa resonando en la actualidad.

Un clásico atemporal y dónde verlo
Aquel año, la película fue reconocida por la Academia de Hollywood con cinco nominaciones a los Oscar, entre ellas mejor película, mejor actor y mejor guion original. A pesar de las expectativas, salió de la gala sin estatuillas, mientras que el premio principal se lo llevó Rebeca, la primera producción estadounidense de Alfred Hitchcock. Esto no impidió que, con el tiempo, el film fortaleciera su legado como uno de los más influyentes en la historia del cine.
Para Cotillard, el impacto de la película trasciende los hitos cinematográficos: es su humanidad la que le otorga un lugar único. La actriz francesa destacó cómo la historia y los personajes siguen despertando empatía y reflexión, atributos que, en su opinión, la convierten en insuperable. “Siempre me hace llorar incluso hablar de ella”, repitió, como prueba de una emoción que se transmite más allá de generaciones.
La iniciativa de Criterion busca precisamente conectar a figuras clave del cine con el catálogo de grandes clásicos, permitiendo que las experiencias personales influyan en el recorrido de nuevas audiencias. Así, la selección de Cotillard no solo revive el pasado, sino que reafirma la relevancia del cine clásico como una pieza vital para entender tanto el arte como los debates de nuestro presente. Actualmente, la película está disponible en streaming a través de Movistar Plus+, facilitando el reencuentro con una obra que, más de ochenta años después de su estreno, conserva intacta su capacidad de conmover y desafiar conciencias.