El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, mantuvo este sábado una reunión a puerta cerrada con su homólogo sirio, Ahmed al Shara, en el Palacio de Dolmabache de Estambul, en un encuentro que ha sucedido solo horas después de que Estados Unidos oficializara el levantamiento de sus sanciones contra la república árabe.
A la reunión han acudido el ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, el ministro de Defensa Nacional, Yasar Güler, y el ministro el ministro de Exteriores sirio, Esad Hasan Seybani, según ha hecho saber la agencia oficial de noticias SANA.
Turquía es un actor instrumental en Siria a través de la financiación de milicias que combaten contra los grupos armados kurdo-árabes del noreste del país, a los que acusa de mantener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha declarado como organización terrorista.
Sin embargo este escenario ha cambiado en las últimas semanas, merced a los acercamientos entre las milicias kurdas representadas en las Fuerzas Democráticas Sirias y las nuevas autoridades que lidera Al Shara, antiguo líder yihadista que se ha comprometido a guiar un proceso de estabilización democrática en el país.
A ello hay que añadir que el PKK ha anunciado un histórico proceso de disolución para poner fin a casi cuatro décadas de conflicto con Turquía; una guerra que ha dejado más de 40.000 muertos, en particular durante sus 15 años de apogeo, entre 1984 y 1999.
Finalmente, esta madrugada, el Gobierno de Estados Unidos ha emitido una licencia general para aliviar “de inmediato” las sanciones contra Siria, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara a mediados de mes que tomaría esta medida para “dar una oportunidad” al nuevo Ejecutivo sirio tras la caída del régimen de Bashar al Assad.
“La GL 25 (Licencia General 25, por sus siglas en inglés)autoriza las transacciones prohibidas por el Reglamento de Sanciones contra Siria, levantando así las sanciones impuestas a este país. (..) facilitará nuevas inversiones y actividades del sector privado”, reza el comunicado difundido por el Departamento del Tesoro estadounidense.
Asimismo, el Gobierno norteamericano ha emitido una exención sobre la denominada ‘Ley César‘, sistema de sanciones impuesto en 2020 al régimen de Al Assad por el que Estados Unidos tiene la potestad de sancionar a todos aquellos que cooperen con Damasco, durante un periodo de 180 días para permitir a los “socios extranjeros, aliados y a la región aprovechar aún más el potencial de Siria”.
“El alivio de las sanciones es crucial para que Siria avance. Estados Unidos está emitiendo una exención de sanciones bajo la Ley César para aumentar las inversiones y el flujo de efectivo que facilitará los servicios básicos y la reconstrucción en Siria”, ha indicado el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, desde su cuenta de la red social X.
“Como prometió el presidente Trump, el Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado están implementando autorizaciones para fomentar nuevas inversiones en Siria. Siria también debe seguir trabajando para convertirse en un país estable y en paz, y esperamos que las acciones de hoy encaminen al país hacia un futuro brillante, próspero y estable”, ha afirmado el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente interino de Siria, Ahmed al Shara, tuvieron su primera reunión el pasado 14 de mayo en Arabia Saudí, apenas un día después del anuncio de la retirada de sanciones, en la que abogaron por normalizar las relaciones entre ambos países.
Las autoridades estadounidenses ven en esta relajación de sanciones una “oportunidad” para un “nuevo comienzo” en una “Siria estable, unificada y en paz”, con el compromiso de que el nuevo Gobierno deje de ofrecer “refugio” al terrorismo y garantice la “seguridad” de las “minorías religiosas y étnicas”.
“El Presidente Trump brinda al gobierno sirio la oportunidad de promover la paz y la estabilidad, tanto en Siria como en las relaciones de Siria con sus vecinos. El Presidente ha dejado clara su expectativa de que el alivio se vea acompañado de una rápida acción del gobierno sirio en importantes prioridades políticas”, ha señalado Marco Rubio.
Quedan fuera del acuerdo todas aquellas empresas, entidades o personas que realicen transacciones con Rusia, Irán o Corea del Norte así como la propia familia Al Assad y sus socios.
Por otra parte, se retiran las sanciones a personas del nuevo Gobierno sirio, así como al propio presidente interino, sobre el que ya la Administración Biden anunció en diciembre la retirada de la recompensa de diez millones de dólares (unos 9,5 millones de euros) por informaciones que permitieran su captura, y otras instituciones y empresas como el Banco Central de Siria.
“La autorización tiene por objeto ayudar a reconstruir la economía, el sector financiero y la infraestructura de Siria, en consonancia con los intereses de la política exterior estadounidense”, menciona el comunicado.
En su primera reacción, el Gobierno de Al Shara ha celebrado el levantamiento formal de las sanciones por parte de Estados Unidos como un paso positivo que contribuirá a su recuperación posbélica.
“La República Árabe Siria celebra la decisión del gobierno estadounidense de levantar las sanciones impuestas a Siria y a su pueblo durante tantos años”, afirma un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, que aplaude este “paso positivo en la dirección correcta para aliviar las dificultades humanitarias y económicas del país”.
Siria “extiende su mano a todos aquellos que desean cooperar sobre la base del respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos, y cree que el diálogo y la diplomacia son la mejor manera de construir relaciones equilibradas que satisfagan los intereses de los pueblos y fortalezcan la seguridad y la estabilidad en la región”, ha añadido la cartera que dirige Asaad al Sheibani.
El nuevo Gobierno sirio dirigido por Ahmed al Shara se alzó con el poder en el país en diciembre de 2024 tras una guerra civil que se alargaba desde el año 2011 y que consiguió deponer al régimen de la familia Al Assad, que gobernaba desde 1971, primero con Hafez al Assad (1971-2000) y posteriormente con su hijo, Bashar al Assad.
(Con información de Europa Press)