La segunda jornada del juicio político contra Julieta Makintach en La Plata comenzó con un testimonio incómodo para la magistrada: el juez Ariel Alfredo Introzzi, su compañero del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 2 de San Isidro, con quien mantenía un trato cotidiano en el edificio de la calle Ituzaingó.
Introzzi era uno de los testigos claves de la jornada por el estrecho vínculo que tenía con Makintach. La conoce desde hace años, sabe cómo trabaja y, al momento en el que se conoció el escándalo en el juicio por Maradona, fue uno de los primeros en cuestionar su accionar y aconsejarle que renuncie.
Ante el tribunal que ahora juzga a la magistrada por sus irregularidades en el debate, Introzzi dio detalles de cómo fue el primer encuentro con ella luego de que se expusiera el tema del film en el debate por el Diez.
“El lunes siguiente compareció en tribunal. Nos reúne a todos (los trabajadores del TOC N°2). Dice que es falso lo que se hablaba, que no había ningún documental. Negó la existencia de un documental al respecto», aseguró.
Sin embargo, días después de su aclaración, salieron a la luz los videos de “Justicia Divina” y las escenas que filmó en su despacho. Ante esta situación, el juez contó: “Le hice un planteo. Ella entra por el tercer piso. Ella ingresa y se dirige a hablar con los empleados en el tercer piso victimizándose. A mí me da mucha bronca y me retiro. Ella sube. Ahí le hice saber mi malestar. Hizo entrar clandestinamente gente al tribunal, movilizando expedientes, maquilladoras, un set de filmación».
Y siguió: “Recuerdo un mensaje de ella. Me pidió que tuviera nobleza, negaba existencia de delito. Yo le contesto que lo mejor que podía hacer es renunciar. Le dije ‘¿cómo metiste 6 personas adentro del tribunal?’. Ella me contestó que no fueron 6, fueron 4″.
La defensa de Makintach, a su turno, le preguntó por qué tildó de clandestino lo que hizo la jueza en su despacho. Introzzi le respondió contundente: “Porque era un set de filmación”.
Asimismo, en su testimonio, despejó una cuestión que había dado qué hablar en los tribunales de San Isidro cuando salió el escándalo: que Makintach había pedido explícitamente ocupar la silla que faltaba del TOC N°3 para estar en el juicio por Maradona.
“Makintach se ofreció a integrar el tribunal. Había un convenio de integración entre el tribunal 3 y el 5. Yo pertenecía al 5, eran acuerdos de integraciones. A veces se utilizaban o a veces con problemas de agenda, se integraban con otros”, aclaró el juez. Y remarcó: “Se lo manifestó a varias personas”
También dijo que Makintach comentaba abiertamente en el edificio su intención de integrar la presidencia. “Decía que una vez finalizada la presidencia de Savarino (Maximiliano, el otro juez), ella tenía intenciones de ocupar el lugar”, señaló.
El cambio se hizo el 15 de mayo. Fue abrupto, sin explicaciones y provocó inquietud entre las partes, que pidieron un cuarto intermedio para evaluar la situación. A su vuelta, no solo pidieron todos que Savarino vuelva a tomar la dirección del debate, sino que también uno de los abogados pidió explicaciones sobre un rumor que había escuchado: que Makintach estaba haciendo un documental del caso.