Un indicador que mide la confianza de los productores agropecuarios creció un 17% en marzo pasado con respecto a enero último. El dato se desprende de un informe del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, que dio a conocer el nuevo índice de confianza del campo “Ag Barometer Austral”.

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Según el reporte, que tomó respuestas de 400 productores, el índice general subió de 117 a 137 puntos, “marcando un rebote importante tras la caída registrada entre noviembre de 2024 y enero de 2025″.

“Este repunte marca una diferencia clara con lo ocurrido en 2019, cuando una caída similar en la confianza se extendió durante 11 meses. Ahora, en cambio, vemos una recuperación inmediata y sostenida en todos los indicadores”, explicó Carlos Steiger, director del Ag Barometer Austral.

Los resultados de la encuesta de la Universidad Austral

Dos subíndices también reflejaron mejoras: las Condiciones Presentes subieron un 23%, mientras que las Expectativas Futuras lo hicieron en un 15%. En particular, las expectativas de inversión mostraron un incremento del 26% (de 65 a 82 puntos).

Según se desprende del informe, esta recuperación se evidenció en Expoagro 2025, donde se registraron numerosas operaciones comerciales, impulsadas por políticas agresivas de financiamiento por parte de empresas de maquinaria y bancos, especialmente con créditos en dólares.

Indicaron que también se proyecta una campaña de trigo 2025/26 favorable, con buenas condiciones hídricas y estimaciones de récord en la producción. No obstante, Steiger advirtió que “queda como asignatura pendiente la baja o eliminación de las retenciones y una cierta incertidumbre acerca de la competitividad del tipo de cambio”.

En ese sentido, señalaron que otra preocupación que tienen es el ingreso de capitales financieros atraídos por el “carry trade”, lo que podría deprimir el tipo de cambio y encarecer las tasas de interés, generando un posible freno en la actividad económica. “Está por verse el impacto de ese tipo de cambios sobre la balanza comercial, ya que puede desalentar exportaciones y alentar importaciones”, agregó.

Indicaron que la mejora del ánimo inversor también fue señalada en el informe. Aunque el 59% de los productores aún considera que no es un buen momento para invertir en activos fijos, el índice de expectativas mejoró un 26% respecto a la medición anterior. En este sentido, dicen que se espera un mayor interés en la inversión en vientres vacunos, impulsada por una recuperación del precio del novillo en términos reales.

Los ciclos de confianza del AG Barometer

“Hay una mejora en el ánimo inversor, especialmente en ganadería. Muchos productores evalúan invertir en vientres vacunos ante un 2025 que se perfila favorable para toda la cadena”, detalló Steiger.

Respecto a la inversión en maquinaria, Steiger remarcó que “la principal preocupación y, por lo tanto, la prioridad actual en el sector agrícola es la rentabilidad”.

“Los productores perciben que el costo financiero de su adquisición supera el retorno esperado de la actividad productiva, lo que genera una relación costo-beneficio desfavorable. Esta dinámica crea un círculo vicioso: aunque la tecnificación es fundamental para aumentar la productividad, el riesgo de disminuir aún más la rentabilidad es alto. En este momento, el sector no dispone de margen para tomar este tipo de riesgos. Por lo tanto, la incorporación de nueva maquinaria, en un contexto de dificultades de financiamiento y márgenes brutos limitados, podría afectar negativamente la rentabilidad a corto plazo”, añadió.

En el informe se destacó que se identificó una “falta de contacto con las tecnologías avanzadas”. Pese a todo, mencionaron que un 80% de los productores estaría dispuesto a modernizar su maquinaria si mejoraran las condiciones de rentabilidad.

Otras variables relevantes incluyeron los bajos precios internacionales, el aumento de costos de insumos y la evolución del dólar. Las elecciones nacionales de octubre también ocupan un lugar destacado entre las preocupaciones (23%).

“Aunque el productor en general está alineado con las políticas macroeconómicas del actual Gobierno, hay incertidumbre sobre los posibles escenarios post-electorales y el rumbo que pueda tomar la política agropecuaria”, indicó Steiger. Además, un 15% expresó su preocupación por la continuidad de los derechos de exportación, considerados como un factor negativo sin perspectivas claras de modificación en el corto plazo.

Por otra parte, acontecimientos como la controversia por el intento de nombramiento de los jueces de la Corte Suprema de Justicia, el caso Libra y la extrema cercanía del presidente Milei con el presidente Trump no causan preocupación en los productores agropecuarios.