En un contexto de ajustes económicos a nivel estatal, la Universidad Estatal de Utah se convirtió en la primera institución pública en anunciar la eliminación de programas académicos. Esto lo hicieron como parte del cumplimiento de la Ley HB 265.

Programas universitarios que serán recortados en Utah

Entre las carreras afectadas figuran ingeniería ambiental, educación para personas sordas, estudios de la vida familiar y teatro, según informa Fox 13. La mayoría de los programas eliminados pertenecen a la Facultad de Educación y Servicios Humanos, aunque también se verán impactadas otras áreas como ingeniería y recursos naturales.

Las reformas alcanzan también a la estructura administrativa, se fusionan facultades y se anticipan posibles despidos en los próximos meses

Estos ajustes forman parte de un plan de reinversión requerido por el estado para que las universidades puedan recuperar parte del financiamiento retirado. Para la universidad, la reducción fue de US$12.600 millones de dólares. La institución ya comenzó a reestructurar su organización, fusionando facultades y solicitando jubilaciones anticipadas, y no descarta despidos en el futuro cercano.

¿Cómo se decidió a que programas dar de baja?

Según explicó el presidente interino Alan L. Smith, la selección de programas a discontinuar se basó en múltiples indicadores, como tasas de graduación, costos operativos y potencial de empleabilidad, sin seguir una única métrica. Además, se prevén más recortes en los próximos meses, mientras la universidad prepara su propuesta definitiva para ser presentada ante la Junta de Educación Superior del estado.

La medida responde a un mandato legislativo que exige a las universidades públicas reducir carreras con baja demanda o limitada salida laboral, como condición para recuperar parte de los fondos recortados por el estado. La decisión marca un punto de inflexión en la oferta educativa de la institución y anticipa una transformación mayor en el panorama de la educación superior en Utah.

Los recortes presupuestarios impulsados por la Ley HB 265 ya tienen efectos concretos en la oferta académica de instituciones públicas

Como resultado directo de los recortes presupuestarios impuestos por la Ley HB 265, la Universidad Estatal de Utah (USU) se convirtió en la primera institución pública del estado en detallar qué programas académicos serán eliminados. La medida incluye cinco licenciaturas, una maestría, dos certificados de posgrado, un título asociado y varias áreas de énfasis.

¿Cómo afectarán estos cambios a las comunidades que dependen de programas educativos específicos?

La suspensión de carreras tiene consecuencias más allá del campus. Estas formaciones suelen estar ligadas a servicios comunitarios, culturales o de accesibilidad.

Su desaparición puede impactar directamente a poblaciones vulnerables, como personas sordas o comunidades rurales que dependen de educadores en salud pública. Además, podría significar una pérdida de representación y recursos locales, particularmente en áreas menos urbanas donde estos programas forman parte del tejido social.

La reducción de programas como educación para sordos o ingeniería ambiental refleja un cambio en las prioridades del sistema universitario público

¿Qué otras universidades de Utah podrían seguir el mismo camino que USU?

La Ley HB 265 aplica a todas las universidades públicas del estado, por lo que se espera que otras instituciones también hagan ajustes. Aunque hasta el momento la USU fue la primera en detallar públicamente qué programas serán cancelados, la Junta de Educación Superior de Utah ha establecido fechas límite para que el resto de las universidades presenten planes de reestructuración.

Se prevé que universidades como la University of Utah o Utah Valley University anuncien medidas similares en los próximos meses, conforme avance el calendario legislativo.

Criterios establecidos por la Ley HB 265 para determinar qué programas debían ser recortados

​La Ley HB 265 establece criterios específicos para determinar qué programas universitarios deben ser recortados o eliminados, con el objetivo de optimizar la eficiencia y alinear la oferta educativa con las necesidades del mercado laboral. Estos criterios incluyen:

La Universidad Estatal de Utah ajusta su estructura académica como parte de un plan de reinversión exigido por la nueva legislación estatal

  • Datos de matrícula: se evalúa la cantidad de estudiantes inscritos en cada programa para identificar aquellos con baja demanda.​
  • Tasas de finalización y tiempo de graduación: se consideran las tasas de graduación y el tiempo que los estudiantes tardan en completar los programas, priorizando aquellos con mejores resultados.​
  • Resultados profesionales: se analiza la empleabilidad de los graduados, incluyendo tasas de colocación laboral, obtención de licencias profesionales y niveles salariales.​
  • Demanda laboral actual y futura: se identifican las necesidades del mercado laboral a nivel local y estatal para asegurar que los programas educativos estén alineados con estas demandas.​
  • Costos del programa: se examinan los costos operativos de cada programa para determinar su viabilidad financiera.​
  • Alineación con la misión institucional: se verifica que los programas estén en consonancia con la misión y el rol de la institución dentro del sistema de educación superior del estado.​