En promedio, las familias tendrán que destinar casi $4 millones para veranear en Argentina (Foto: Christian Heit)

Con la llegada del verano y el inicio de la temporada alta, las familias argentinas preparan los bolsillos para enfrentar los costos de planificar sus vacaciones. Según estimaciones privadas, un hogar gastará, en promedio, casi $4 millones para visitar destinos nacionales y más de $10 millones para puntos turísticos internacionales, lo que representa un desafío para el presupuesto familiar.

En tal sentido, un informe del Instituto de Economía (Ineco) de la UADE explicó que una familia tipo que planifique viajar durante la segunda quincena de enero deberá prever un presupuesto promedio de $3.880.488 para destinos locales y $10.334.454 si opta por alguno de los destinos del exterior analizados. Estas cifras equivalen a 2,38 y 6,1 veces el salario promedio mensual de un trabajador estable, respectivamente.

Vacaciones 2026 dentro del país: escenarios y comparativas

Ineco precisa que estos valores contemplan únicamente transporte y alojamiento para una “familia tipo”, es decir, dos adultos y dos niños —según la definición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec)— durante la segunda quincena de enero. El reporte señala que la diferencia de costos entre los destinos nacionales se debe principalmente a los precios del hospedaje.

Cariló se posiciona como el destino local con mayor costo: el presupuesto estimado asciende a $10.665.172, lo que supone 6,55 salarios promedio. Otros destinos con presupuestos elevados son Pinamar ($8.026.847, 4,93 salarios) y Bariloche ($5.541.566, 3,41 salarios). Por su parte, alternativas como Mar de las Pampas, Puerto Iguazú o Puerto Madryn presentan valores entre $4.240.000 y $4.850.000 (entre 2,6 y 3,0 salarios).

En el otro extremo, las opciones más accesibles incluyen Mar del Plata ($2.779.767), Rosario ($2.728.689), San Clemente del Tuyú ($2.556.985), Necochea ($2.554.338) y Villa Gesell, que figura como la alternativa más económica del relevamiento, con $2.188.670 (1,35 salarios). Ineco destaca que destinos como Mar de Ajó, Necochea, Miramar y Villa Carlos Paz mejoraron su accesibilidad en comparación con el año anterior. En sentido inverso, zonas como San Antonio de Areco, Cariló, Pinamar y Rosario experimentaron incrementos en su costo relativo.

La principal conclusión del documento es que el turismo interno continúa siendo una opción de consumo que resiste los cambios en precios y salarios.

Destinos internacionales: Madrid, Miami y la alternativa de Santiago de Chile

Vacacionar en el exterior implica un esfuerzo económico superior. El presupuesto promedio necesario asciende a $10.334.454. Entre los destinos analizados, Madrid exige el mayor desembolso ($17.187.220, equivalentes a 10,56 salarios). Nueva York y Miami requieren $14.254.930 (8,76 salarios) y $10.957.086 (6,73 salarios), respectivamente.

Como contrapartida, Río de Janeiro demanda un gasto menor ($5.995.297, 3,68 salarios). Llama especialmente la atención el caso de Santiago de Chile, para el cual el análisis estima un costo de $3.277.739, es decir, solo 2,01 salarios, posicionándolo por debajo del costo de 13 de los 25 destinos nacionales evaluados.

Según Ineco, al analizar cada destino, pueden surgir resultados inesperados. Por ejemplo, vacacionar en Cariló implica el mismo nivel de gasto que en Miami; a su vez, viajar a Santiago de Chile resulta menos costoso que el promedio de los principales destinos argentinos.

Relación con el poder adquisitivo y evolución del salario

Para su análisis, el instituto de UADE utiliza como referencia un salario promedio RIPTE de $1.627.212. El reporte remarca que la relación entre el costo total de las vacaciones y el salario promedio no cambió respecto al mismo período del año anterior: en ambos casos, el esfuerzo económico, medido en cantidad de salarios, permaneció prácticamente constante.

Si bien todas las cifras aumentaron en términos nominales respecto a 2025, la evolución de los ingresos permitió que el esfuerzo real creciera ligeramente, sin modificar las conclusiones generales sobre el acceso a las vacaciones. Por lo tanto, la capacidad de las familias argentinas para afrontar viajes, tanto internos como al exterior, se mantuvo estable este verano.

El informe advierte además sobre una dinámica reciente: en los últimos dos años, los destinos internacionales se volvieron relativamente más accesibles para las familias argentinas en comparación con los domésticos. Este fenómeno se vincula a una suba cercana al 50% del salario promedio mensual medido en dólares oficiales, lo que mejoró las posibilidades de viajar al exterior pese a la inflación local.

Una familia deberá gastar más de $10 millones para veranear en Cariló en temporada alta (Imagen Ilustrativa Infobae)

Gastos adicionales: carpas, gastronomía y teatro en la costa atlántica

Ineco aclara que los valores analizados solo cubren transporte y alojamiento, pero anexa ejemplos de gastos extra habituales en la Costa Atlántica. El alquiler diario de una carpa tiene un promedio de $55.448, con valores mínimos de $35.377 en Miramar y máximos de $118.800 en Chapadmalal. Una cena en restaurante para una familia de cuatro promedia $89.831; destacan como opciones más económicas Villa Gesell ($70.000) y Miramar ($76.000), mientras que en Cariló asciende a $107.143. Asistir a una obra de teatro en Mar del Plata conlleva un gasto estimado de $132.000 por función.

Comparativas clave y accesibilidad según el destino

Entre las comparaciones más relevantes expuestas, figura la diferencia sustancial de costos que puede haber entre dos destinos del mismo rubro. Por ejemplo, vacacionar en Cariló implica un presupuesto unas cinco veces mayor que en Villa Gesell. Similarmente, vacacionar en Madrid cuesta más de cinco veces lo necesario para viajar a Santiago de Chile. Además, el gasto para una quincena en Miami es idéntico al de Cariló, mientras que Santiago resulta más barato que más de la mitad de los principales destinos nacionales.

Estas diferencias reflejan que el turismo interno no siempre garantiza la alternativa más económica y que la elección final depende de múltiples factores, desde la preferencia por un destino hasta la coyuntura cambiaria.

Tras analizar la evolución anual de los precios, Ineco observa que el turismo interno y externo muestran un comportamiento similar respecto al esfuerzo económico que representa vacacionar. El poder adquisitivo para viajar al exterior mejoró para los hogares argentinos debido al aumento del salario medido en dólares oficiales. No obstante, el instituto recomienda interpretar estos resultados con cautela, ya que la accesibilidad puede variar rápidamente si se producen cambios en el tipo de cambio o aceleraciones inflacionarias, lo que afectaría el panorama de un verano a otro.