La inminente venta de Carrefour Argentina generó gran expectativa en el sector minorista de este país, con una operación que podría alcanzar los USD1.000 millones y transformar el panorama del comercio en el país. En el centro de esta disputa se encuentra Francisco de Narváez, empresario de origen colombiano y actual propietario del Grupo De Narváez (GDN), que busca consolidarse como el principal referente del rubro.
La competencia es intensa. Junto a de Narváez, otros actores como Coto y el fondo estadounidense Klaff Realty presentaron ofertas, mientras que la chilena Cencosud, hasta hace poco una de las favoritas, anunció su retiro del proceso, lo que dejó el terreno abierto para una definición que se espera en las próximas semanas.
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El sector supermercadista argentino atraviesa una etapa de profunda transformación, impulsada por cambios en los hábitos de consumo, la digitalización y la necesidad de adaptarse a un contexto económico desafiante. La posible venta de Carrefour, una de las cadenas más grandes del país, representa un punto de inflexión para el mercado. La operación, coordinada por Deutsche Bank, también podría redefinir la estructura competitiva del sector, con impacto directo en el empleo y la oferta para millones de consumidores.

Trayectoria de Francisco de Narváez y legado familiar
Así las cosas, la figura de Francisco de Narváez adquiere un protagonismo singular. Radicado en Buenos Aires desde los tres años y nacionalizado argentino en 1992, construyó una trayectoria marcada por la resiliencia y la diversificación. Tras superar desafíos personales, se consolidó como un inversor estratégico con presencia en múltiples sectores.
Por medio del Grupo De Narváez (GDN), expandió su influencia en el comercio minorista y la distribución, con operaciones destacadas en Uruguay —donde controla la cadena Ta-Ta y la red de farmacias San Roque—, así como en el sector de la moda y el servicio automotriz.
Uno de los hitos más recientes de su carrera fue la adquisición de Walmart Argentina en 2020, por unos USD800 millones. La operación supuso la transformación de la marca en Hiper ChangoMás, una apuesta por la identidad local y la cercanía con el consumidor argentino. Además, De Narváez incursionó en la política al llegar a ser diputado nacional y protagonizar en 2009 una victoria electoral muy importante frente al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires.
Tras un breve paso por la función pública, decidió regresar al mundo empresarial, donde hoy busca dar un nuevo golpe de efecto con la compra de Carrefour.

El trasfondo familiar de De Narváez añade una dimensión simbólica a la operación. Su abuelo materno, Karl Steuer, fue el fundador de Casa Tía, una cadena pionera en el autoservicio en Sudamérica, que se expandió desde Colombia a países como Argentina, Uruguay, Perú y Ecuador. Casa Tía se convirtió en un ícono del consumo popular durante el auge del peronismo, lo que marcó el ascenso de la clase media argentina. Décadas después, la familia vendió la empresa en 1998 por cerca de USD650 millones a un fondo estadounidense asociado a Promodés, que luego se fusionó con Carrefour.
Así, la compañía fundada por sus abuelos terminó integrada en el grupo que ahora De Narváez intenta adquirir, cerrando un ciclo histórico que refuerza el carácter simbólico de su regreso al sector.
Competencia y retiro de Cencosud
La puja por Carrefour Argentina involucra a varios actores de peso. Además de De Narváez y su grupo GDN, compiten Coto —con fuerte arraigo local y vínculos políticos— y Klaff Realty, un fondo estadounidense con experiencia regional. El proceso, liderado por Deutsche Bank, se encuentra en una etapa decisiva, con la resolución prevista en el corto plazo. De Narváez cuenta con el respaldo financiero del fondo L. Catterton, especializado en marcas de consumo y vinculado al conglomerado LVMH, lo que le otorga solidez y proyección internacional. La alianza ya dio frutos en otras empresas del grupo, como Caro Cuore y Rapsodia.
La retirada de Cencosud del proceso de compra modificó el tablero de la competencia. El 24 de octubre, la compañía chilena —propietaria de marcas como Jumbo, Easy y Vea, y con más de 40 años de presencia en Argentina— anunció de manera oficial la decisión de no continuar en la puja por Carrefour.

Por medio de un comunicado, la empresa destacó: “Llevamos más de 40 años en Argentina, con un negocio sólido y una posición de liderazgo en centros comerciales, supermercados, tiendas de mejoramiento del hogar y servicios financieros. Además, contamos con terrenos en ubicaciones estratégicas que respaldan nuestro crecimiento en el país. Tenemos plena confianza en Argentina y un potencial de inversiones muy atractivo que privilegiaremos frente a esta oportunidad”.
Cencosud resaltó que mantiene una actitud atenta a las oportunidades del mercado, pero actúa con disciplina en la asignación de capital y evalúa alternativas en todos los países donde opera. Actualmente, la firma cuenta con 279 supermercados, 28 mayoristas y 22 centros comerciales en Argentina, y en los últimos 12 meses registró ventas por USD 3.400 millones.
Impacto y proyección de la operación
La eventual adquisición de Carrefour por De Narváez tendría un impacto significativo en el empleo y la estructura del sector. La integración de los 17.000 trabajadores de Carrefour con los 9.000 de ChangoMás elevaría la plantilla del grupo a más de 26.000 empleados. Además, permitiría replicar el modelo de gestión aplicado con éxito en Uruguay, basado en la eficiencia operativa, la cercanía territorial y la modernización de la experiencia de compra.
Analistas del sector destacan que De Narváez posee una ventaja competitiva por su conocimiento profundo de la cultura comercial argentina y su capacidad para generar sinergias logísticas y operativas a nivel regional.

Más allá de los números, la operación tiene una fuerte carga simbólica. El posible regreso de la familia De Narváez al control de una red que, en su origen, estuvo ligada a Casa Tía, representa un mensaje de confianza en el país y en la capacidad de las empresas locales para recuperar protagonismo frente a las multinacionales. De Narváez reiteró su visión en distintas ocasiones: “Los empresarios debemos hacer lo que mejor sabemos: invertir, generar empleo y apostar por el crecimiento”.
El desenlace de esta operación también podría marcar el inicio de una nueva etapa para el sector supermercadista, con la consolidación de actores locales y la proyección de un modelo de expansión basado en el consumo masivo, la innovación y la generación de empleo. La apuesta de De Narváez, en este contexto, trasciende la ambición personal y se inscribe en la búsqueda de un liderazgo capaz de impulsar la reindustrialización y el desarrollo regional en un escenario económico desafiante.
Quién debe aprobar la operación por Carrefour Argentina
La aprobación final de la venta de Carrefour Argentina depende de la negociación entre el vendedor (Carrefour) y el comprador elegido, pero el Gobierno argentino, por medio de la Secretaría de Industria y Comercio y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (Cndc), también debe aprobar la operación para evitar restricciones a la competencia. La venta se considerará exitosa una vez que el comprador potencial sea seleccionado por Carrefour y la oferta sea aprobada por los organismos regulatorios.
