“Hola, soy Emily Lucius, creadora de contenido, actriz, emprendedora y me siguen aproximadamente un poquito más de 4 millones de personas en todas mis redes sociales”.
Dice Emily, y cada uno de sus seguidores sabe muy bien quién es, claro. Para los que no, bastará decir que su nombre sonó, y mucho, tras la primera edición de El Hotel de los Famosos, cuando quedó en el ojo de la tormenta por convertirse en una de las instigadoras del hostigamiento que sufrió el animador Locho Loccisano por parte de varios participantes durante el transcurso del reality que llevaron adelante Carolina Pampita Ardohain y Leandro El Chino Leunis. Desde entonces, dos palabras claves, y angustiantes, en su vida son: “cancelada” y “haters”.
Pasado el tiempo del odio, qué mejor entonces que repasar esa dura fase de su experiencia digital en una nueva charla de Nacidos en Redes...
Aquí, los momentos más destacados de la entrevista:
Mai: —Emily, yendo al origen de todo, a tus redes sociales, porque este ciclo se llama Nacidos en redes y vos te autogestionar tu propio perfil, tus marcas, también con la pequeña o gran sombra de tu hermana que te abrió el camino, me imagino, ¿cómo fue esa experiencia?
Emily: —Bueno, en realidad la única actriz con título y carrera de la familia soy yo. Pero la única que a nadie contrató hasta el momento es a mí, porque mi cuñado estuvo haciendo una serie para Disney y Belu también. Entonces dije “bueno, basta, hace mucho tiempo que me recibí”. Para mí todo lo que es arte en sí me da paz, felicidad y tranquilidad.
Mai: —¿Terminaste la secundaria y empezaste a estudiar actuación?
Emily: —Sí, pero iba a los castings con una amiga y quedaba mi amiga. Era como “¡Bueno, basta!“
Mai: —¿Y ya tenías esta energía que tenés ahora?
Emily: —Siempre, pero no confiaba en mí, entonces no me animaba a ser yo quien vendiera mis servicios. En eso me ayuda mucho Belu, mi hermana. Y siempre le agradezco a mi hermana porque toda la confianza que yo no tengo; ella me la da y es muy, muy importante para mí.
Mai: —Ella empieza a crearse sus propias redes, ¿y en qué momento te animás vos?
Emily: —Fue todo en paralelo. El salto de Belu fue muy grande después de MasterChef, claro. Hasta que un día me animé y dije “Me voy a mostrar en esta ventana” y me abrí el Instagram…
Mai: —Hablemos de tu experiencia en El Hotel de los Famosos. ¿Por qué te cancelaron? Porque no se entendió bien el motivo…
Emily: —La verdad que ahí yo vivía en Disney: sin tener que pagar nada, estaba durmiendo con Alex Caniggia. Nunca me hubiese imaginado ni tomar el té con un montón de gente que empecé a conocer a raíz del programa, que hoy en día me llevo muy bien. Yo no quería perder.
Mai: —Y cuando tu familia te iba a visitar no te podía decir nada del afuera…
Emily: —Había una chica al lado que estaba en el minuto a minuto de las conversaciones y yo tampoco preguntaba porque, la verdad, la estaba pasando bomba. Cuando esto termina, vuelvo a mi casa, y me estaban esperando mi cuñado y mi hermana con una carita de perritos mojados. Y yo feliz, “Hola, chicos, no saben todo lo que les tengo que contar”. “Bueno, ahora nosotros te tenemos que hablar a vos”, me dicen, “y ahí arrancaron despacito, como para que me caiga bien”.
Mai: —¿Te acordás qué fue lo primero que te dijeron?
Emily: —Mirá, están pasando cosas, no agarres el celular y tratá de no ver tele». Y me empezaron a decir todo. Esa noche no pude dormir. Me afectó tanto a nivel personal. Encima me tuve que quedar encerrada un mes porque el programa estaba grabado con un mes de antelación. ¡No podía salir a ningún lado, ni salir a defenderme! Y luego me empezaron a bajar las marcas así: ¡ta ta ta ta ta ta!
Mai: —¿Se te bajaban?
Emily: —No sabés, me decían: “Hasta acá llegó nuestro contrato. Te lo pago por completo”. ¡Estuve un año sin laburar! Y más más allá de un tema de dinero, era como: ¿Qué hago ahora? Nadie me va a contratar. No voy a laburar nunca más en mi vida. ¿Para qué sirvo?
Mai: —Claro, pero tratemos de hacer el ejercicio porque es difícil todavía entender ¿por qué te cancelaron? ¿Qué fue concretamente lo que pasó?
Emily: —No sé.
Mai: —¿No pudiste hacer el ejercicio en terapia? ¿O con amigos?
Emily: —Y… es un programa de televisión, y todos los programas de televisión están armados para que funcionen y resulten.
Mai: —Como que tiene que haber una trama…
Emily: —Claro, y obviamente cuando editas, editas lo que te conviene y mostrás lo que te conviene, no mostrás lo que sucede en realidad. Entonces sacaron a uno de los personajes con el que yo tenía la mejor de las ondas…
Mai: —Locho Loccisano…
Emily: —Locho, y a raíz de que yo dije que de chiquita me hacían bullying mis compañeritos del colegio, tanto a mí como a mi hermana, la verdad es que yo le tengo un gran respeto a eso porque lo padecí. Entonces jamás haría eso a nadie. Si hay algo que yo no hago es maltrato. Si hay un problema trato de correrme. Por eso estuve casi un mes sin dormir, sin comer casi. Y encima empezaron a mostrar a Locho en situaciones de yendo a comer solo. Incluso él entró con un buzo que decía “solo”. En definitiva, fue un tema más de convivencia no de bulling…
Mai: —Y cómo le explicás a todo el mundo
Emily: —Es que si te das cuenta, el día que salí a hablar como que no había sustento. No había ninguna imagen en donde yo le esté haciendo algo a él.
Mai: —¿Por qué te hacían bullying de chica?
Emily: —Bueno, porque yo siempre fui la más alta, la más grandota (una palabra que detesto, grandota). Entonces, como que las populares se juntaban y siempre me dejaban afuera.
Mai: —Con toda esta situación que viviste con el reality, ¿te curaste de espanto de alguna manera con la cancelación?
Emily: —Sí, antes de subir algo lo pienso 1500 veces porque mi público es muy abarcativo. Y no sé si me está viendo una chica de 15 años que está deprimida…
Mai: —Claro, y es muy difícil trabajar así…
Emily: —Pero yo trato de siempre hacer lo mejor y siempre todos mis mensajes van a ir con amor.
Mai: —Le has dicho que no a marcas.
Emily: —Un montón. No me gusta incentivar el juego, o nada que tenga que ver con cigarrillos.
Mai: —Y después de la cancelación…
Emily: —Mi energía cambió porque me acuerdo de lo mal que la pasé. Fue muy triste, muy a nivel físico. No tenía hambre, no tenía ganas de nada, pero de nada. A mí me costó mucho llegar donde estoy. Cada seguidor mío lo cuido como si fuera oro. Jamás le vendería algo que no consuma.
Mai: —¿No entrarías a otro reality habiendo vivido lo que viviste?
Emily: —No sé, depende del reality. Amaría entrar a MasterChef. Pero es diferente.
Mai: —Y mira si te te editan otra vez…
Emily: —No creo, aprte ya estuvo Belu.
Mai: —¿Y a un Gran hermano?
Emily: —No, no hay chace, y lo peor es que ¡soy fanática de los realities!
Mai: —Bueno, Emily, la pregunta que siempre le hago a los invitados en este ciclo es qué se necesita para ser creador de contenido?
Emily: —Para mí, yo siempre lo voy a decir, soy una bendecida y estoy todos los días agradecida de poder hacer lo que tanto amo y tanto me apasiona. Se necesita siempre constancia, esfuerzo, porque no es “Subo un videíto y chau”. Es esfuerzo, tratar de ir en búsqueda de las marcas que te gusten. No es agarrar lo primero que tenés. Es saber qué querés comunicar, y hacerlo siempre con responsabilidad. Siempre. La palabra responsabilidad tiene que estar en el camino porque es muy fácil llegar, pero es muy difícil mantenerte conocido. Tenés que ser sincero con lo que mostrás siempre. Pero, ojo, a mí no me no me asusta que cada vez haya más gente comunicando. El tema está en hacerlo con responsabilidad, insisto.
Fotos: Diego Barbatto
Producción texto: César Litvak