En un contexto mundial en el que, pese a cuestionamientos de líderes políticos como Donald Trump a las políticas y medidas contra el cambio climático, la transición energética sigue su curso.
Un reflejo claro de eso es el continuo aumento de la electromovilidad, reflejado principalmente en la venta de autos eléctricos y la creciente incidencia de estos en el parque automotor de casi todas las regiones del mundo.
Un reciente informe de la consultora Economía y Energía precisa al respecto que las ventas globales de automóviles eléctricos pasaron de 3 millones de unidades en 2020 a 17,5 millones en 2024, año en el que el parque mundial de autos eléctricos superó los 58 millones, un aumento del 45% respecto de 2023.
El año pasado, los vehículos eléctricos (puros o híbridos) representaron ya el 22% de las ventas mundiales de automóviles y alcanzaron una participación del 4,5% sobre la flota global.
China explica 65%, casi dos tercios de las ventas globales, seguido por Europa con 18% y EE.UU. con 9 por ciento. De hecho, en el gigante asiático la proporción de autos eléctricos vendidos llegó al 48% del total, más del doble que el 22% de Europa.
El informe explica que la adopción de vehículos eléctricos depende básicamente de tres aspectos:
- Políticas públicas: normas de emisiones más estrictas, plazos límite para la venta de vehículos a combustión, incentivos fiscales, subsidios a la oferta y/o la demanda.
- Planes de las compañías: básicamente inversión y oferta de nuevos modelos.
- Precios: aquí es clave la brecha de valores con los autos a combustión, el precio de las baterías y la ecuación en el tiempo del eventual ahorro en combustibles.
América Latina
Así como China es dominante a nivel mundial, en América Latina el mercado más importante, por lejos, es Brasil, que detenta el 61% del parque regional de vehículos eléctricos, con más de 152.000 unidades, seguido por México (15%) y Costa Rica (7%).
Este último país es, a su vez, el que cuenta con una mayor proporción de autos eléctricos respecto del número de habitantes, aunque en esa métrica la región está aún muy lejos de China, Europa y EE.UU.
Si bien el parque de vehículos eléctricos en América aumentó un 1.300% desde 2020, al pasar de 18.000 vehículos ese año a 249.000 el año pasado, en términos per cápita la región solo cuenta con 3,8 vehículos cada 10.000 habitantes, muy por debajo de los 241 de China, 183 de Europa y 72 de EE.UU.
Incluso dentro de ese lote rezagado, la Argentina aparece rezagada. En Costa Rica hay 34,3 autos eléctricos por habitante. En ese ranking siguen Uruguay (17,4), Brasil (7), Panamá (3,2), Chile (3,2), México (2,9) y Colombia (2,8). La Argentina aparece muy detrás, con 0,4 vehículos eléctricos cada 10.000 habitantes, la misma proporción que Perú, medida solo superior a Honduras (0,1 vehículos eléctricos cada 10.000 habitantes).
Muy pocos
El informe precisa que en la Argentina el parque de vehículos eléctricos “puros” alcanzó el año pasado las 1.555 unidades, sobre un parque automotor total de 15,5 millones de unidades. Hay, eso sí, una cantidad mayor, aunque todavía muy reducida de vehículos “híbridos” (a nafta y eléctricos): el número llegó a 46.000 unidades el año pasado.
Los resultados reflejan la riqueza relativa de cada país y las políticas públicas en materia de energía y electromovilidad.
Un cuadro del informe detalla un cuadro en el que identifica tres tipos de incentivos (a la compra, al uso y circulación y “otros”) a la expansión de la movilidad eléctrica, a su vez divididos en nueve tipos de medidas, desde el subsidio a la compra y la reducción de aranceles, estándares de funcionamiento, peajes diferenciados, incentivos o restricciones de circulación, normas o “estrategias” nacionales de movilidad, etc).
Costa Rica ya instrumentó esos nueve incentivos. Brasil completó siete y tiene otro en fase de diseño o aprobación, Colombia completó seis y tiene otros dos en proceso y Uruguay completó seis.
Argentina, en cambio, completó e instrumentó uno solo de esos incentivos: en marzo pasado reglamentó mediante una resolución de la Secretaría de Industria y Comercio el decreto 49/2025, del actual gobierno: el incentivo a la compra, mediante reducción de aranceles, con un cupo de 50.000 unidades anuales.
Además, el estudio cita como “en fase de diseño” una “estrategia nacional de movilidad”.
El avance de la movilidad eléctrica está también muy condicionado por cuestiones tecnológicas y de infraestructura. Entre las primeras se cuenta, por caso, el rango o autonomía de un vehículo eléctrico (hasta cuántos kilómetros puede recorrer sin tener que recargar) y la velocidad de carga de las baterías. Entre las segundas, una muy difícil de resolver es la disponibilidad de estaciones de recarga y la disponibilidad de servicios técnicos y de reparación.
Por caso, en 2024, precisa el informe de Economía y Energía, a nivel mundial se llegó a 5,4 millones de puntos de carga públicos, 1,3 millones de los cuales son nuevos. Del total, un 37% son de “carga rápida”, potencias desde 22 hasta 350 Kw, pero -al igual que en el caso de la flota- el 65% de los mismos está en China.
Tesla, en problemas
Ese dominio se refleja también a nivel de empresas, con el veloz sobrepaso de BYD, el más grande fabricante chino de vehículos eléctricos, que en los últimos meses de 2023 superó a Tesla como el mayor fabricante mundial y el año pasado más que lo duplicó en número de unidades vendidas: 4.063.000 vs 1.789.000 de la empresa que cofundó y lidera Elon Musk.
Este año, y en buena medida a causa del involucramiento político de Musk, y su conflictivo alejamiento del gobierno de Donald Trump, el rezago relativo de Tesla se acentuó, al punto que BYD, que había iniciado operaciones a fines d 2022 en Noruega y Países Bajos, la superó en mayo por primera vez en número de unidades vendidas en Europa: con 7.231 ventas de eléctricos “puros” de BYD contra 7.165 de Tesla, según datos de Jato Dynamics citados por Financial Times, que también precisa que en ese mes el volumen mensual de Tesla tuvo una caída interanual de 49%, mientras que el de BYD aumentó 169% y, si también se consideran los híbridos “enchufables”, creció un impresionante 359 por ciento.
“La estrategia de expansión internacional de BYD ha coincidido con una caída en las ventas de Tesla , motivada tanto por el envejecimiento de su gama de productos como por la reacción negativa a la implicación de Elon Musk en la política regional europea”, dice el diario británico.
Tesla está en problemas incluso en su cuna, EE.UU, con caída de ventas, despido de altos ejecutivos, reestructuración interna y una fuerte caída de su cotización, del 19% en lo que va del año, muy por debajo del rendimiento del Nasdaq y de otras grandes tecnológicas.
Analistas de J.P.Morgan Chase & Co. estiman que sus ventas en el segundo trimestre podrían haber caído un 19%, un pésimo dato, más aún considerando que las del primero ya habían alcanzado su nivel más bajo en casi tres años.