Los residentes de Mogadiscio, la capital de Somalia, acudieron este jueves a las urnas en unas elecciones locales históricas, las primeras basadas en el principio de “una persona, un voto” desde 1969.
El evento, que involucra a más de 900.000 votantes registrados en 523 centros de votación de los 16 distritos de la ciudad, marca un giro respecto al tradicional sistema de reparto de poder basado en clanes que ha regido la política somalí durante décadas. La Comisión Nacional Independiente de Elecciones y Límites de Somalia supervisa por primera vez una jornada electoral de esta magnitud, con la participación de hasta 20 partidos políticos.
El proceso promovido por el gobierno federal somalí ha generado fuertes críticas de los partidos de la oposición, que cuestionan la legitimidad de la consulta y denuncian irregularidades y falta de imparcialidad. Además, acusan al Ejecutivo de utilizar la votación para afianzar su poder y allanar el camino hacia una eventual extensión del mandato presidencial, previsto para concluir en 2026.
Durante décadas, la selección de representantes para consejos locales y el parlamento en Somalia se realizó mediante negociaciones entre líderes de clanes, quienes posteriormente elegían al presidente. Aunque desde 2016 diferentes administraciones habían prometido restablecer el sufragio universal, la inseguridad y las disputas internas retrasaron la implementación de este modelo electoral.
Los comicios no determinarán la elección del alcalde de Mogadiscio, quien además desempeña el cargo de gobernador de la región de Banadir. Esta función seguirá siendo de designación directa, debido a que el estatus constitucional de la capital permanece sin definir y su resolución exige un consenso a nivel nacional.
“Mogadiscio ha demostrado que las elecciones locales son técnicamente viables”, declaró Mohamed Husein Gaas, director fundador del Instituto de Investigación para la Paz Raad. Gaas explicó que, al avanzar con el proceso, el gobierno federal empodera a la ciudadanía, fortalece la rendición de cuentas y avanza hacia un Estado más inclusivo y legítimo. Añadió que los planes para expandir las elecciones directas a los estados miembros federales y, en última instancia, a nivel nacional, reflejan un enfoque gradual que busca equilibrar la seguridad, la inclusión política y el desarrollo democrático. “El proceso señala un compromiso con la construcción de un Estado somalí duradero, basado en la democracia, la confianza pública, la cohesión nacional y la estabilidad a largo plazo”, afirmó Gaas.
El entusiasmo de la ciudadanía se reflejó en el testimonio de Farhiyo Mohamed, votante primeriza, quien expresó: “Esto es algo que nunca había visto antes desde que nací: que una elección así ocurra ante mis propios ojos y poder participar en una elección universal como esta”.
Por su parte, los partidos de la oposición advierten que abandonar los acuerdos negociados entre clanes sin consenso podría poner en riesgo la estabilidad del ya frágil sistema federal de Somalia, lo que convierte a este proceso electoral en una prueba decisiva para el rumbo del político del país.
(Con información de AP)