El candidato presidencial del conservador Partido Nacional de Honduras, Nasry Asfura, por quien el presidente de EEUU, Donald Trump, pidió el voto a los hondureños, sigue tomando ventaja en el escrutinio, que se reactivó este lunes después de tres días de parálisis, cuando van escrutadas más del 90 % de las actas, según registros del ente electoral.
Hacia las 12:30 horas locales (18:30 GMT), con el 90,31 % de las actas escrutadas, Asfura encabeza los resultados con 1.181.357 votos (40,23%), contra 1.170.087 (39,48 %), que acumula el candidato presidencial del Partido Liberal, Salvador Nasralla, también conservador.
En tercer lugar continúa la candidata del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), Rixi Moncada, con 558.262 papeletas (19,27 %), según el informe oficial preliminar del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Asfura sigue manteniendo una ventaja de unos 11.000 votos sobre Nasralla, que sumaba hasta el pasado viernes, cuando la página web del CNE dejó de funcionar por “problemas técnicos”, según la consejera presidenta del ente electoral, Ana Paola Hall.
Lo lento que va el escrutinio ha acrecentado la incertidumbre entre los hondureños, que a más de una semana de las votaciones del 30 de noviembre siguen sin conocer al nuevo presidente electo de su país.
El sábado, la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) instó a las autoridades hondureñas a agilizar el escrutinio de las elecciones generales.
La misión encabezada por Eladio Loizaga subrayó la necesidad de “agilizar el proceso de escrutinio, garantizando las medidas de trazabilidad que otorguen certeza en los resultados”. El organismo internacional señaló que, pese a las demoras, sus observadores han constatado que la diferencia entre los principales candidatos es mínima, lo que incrementa la tensión en el país centroamericano.

“Al mismo tiempo, la MOE/OEA considera imperativo que las autoridades electorales garanticen plenamente que las etapas subsecuentes del proceso, incluyendo el alto volumen de actas aún no contabilizadas, el escrutinio especial y la fase de impugnaciones, se lleven a cabo con total claridad, máxima eficiencia y sin ningún tipo de retraso”, agrega el comunicado del organismo. Y concluye: “La MOE/OEA seguirá en el país, observando con su reconocida autonomía el desarrollo del proceso”.
Las denuncias de irregularidades han marcado la jornada. Nasralla denunció la existencia de “inconsistencias y errores graves” en más de 5.000 actas electorales y solicitó al CNE una “revisión minuciosa”, que podría incluir la verificación individual de los votos.
Nasralla afirmó en sus redes sociales que su equipo dispone del 100% de las actas físicas y que, según sus propios cálculos, habría ganado los comicios. No obstante, los datos oficiales lo sitúan en segundo lugar, con una diferencia que se ha mantenido estable desde el jueves anterior.
Por su parte, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, explicó este sábado a periodistas que la caída del sistema de escrutinio de las elecciones generales del pasado domingo obedece a “problemas técnicos ajenos al pleno”.
A su vez, afirmó que esos fallos “son propios de la empresa adjudicada”. Hall remarcó que desea “dejar muy claro que este CNE tiene la voluntad firme de que la divulgación sea continua”, y justificó los retrasos en que la falla no corresponde “a nuestro equipo técnico”.
Los hondureños acudieron a las urnas para elegir a un presidente que el 27 de enero de 2026 sucederá a la actual mandataria, Xiomara Castro, para un mandato de cuatro años.
Además, expresaron su voluntad popular para elegir tres designados presidenciales (figuras que funcionan como vicepresidentes), 298 alcaldías, 128 diputados al Parlamento local y 20 al Centroamericano.
(Con información de EFE)