Una mujer vota con una semana de retraso en unas elecciones especiales, después de que el partido gobernante local mantuviera cerradas las urnas el día de las elecciones, en medio de acusaciones de sabotaje y fraude en una carrera presidencial aún demasiado reñida para dar un ganador, mientras continúa el recuento, en San Antonio de Flores, Honduras, el 7 de diciembre de 2025 (REUTERS/Leonel Estrada)

Las persistentes fallas en el escrutinio de las votaciones generales celebradas en Honduras el pasado 30 de noviembre han puesto en evidencia la fragilidad del sistema electoral del país, de acuerdo con el análisis de distintos expertos consultados por la agencia EFE. Los especialistas consideran urgente impulsar reformas profundas que fortalezcan a los órganos electorales y establezcan la segunda vuelta para próximas elecciones.

La paralización del conteo de votos desde el viernes fue confirmada el sábado por Ana Paola Hall, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), quien atribuyó la situación a “problemas técnicos ajenos al pleno”. En una declaración recogida por EFE, Hall prometió ofrecer la “totalidad” de los resultados en las próximas horas y detalló, a través de la consejera Cossette López, que el organismo procederá a incorporar datos de 2.294 actas que no se transmitieron desde los centros de votación y a corregir inconsistencias numéricas detectadas.

El escrutinio, centralizado por el CNE, avanza lentamente y las interrupciones han avivado las críticas de los candidatos, especialmente de Salvador Nasralla, del Partido Liberal (PL), quien denunció este sábado la existencia de “errores graves” en el conteo. Nasralla, de 72 años, pidió tranquilidad a sus seguidores y recordó que el reglamento permite la revisión del material hasta el 29 de diciembre. Por su parte, Nasry “Tito” Asfura, empresario de 67 años y abanderado del Partido Nacional (PN), cuenta con el respaldo del presidente estadounidense Donald Trump y encabeza los resultados.

Según datos preliminares del CNE con el 88,6% de actas escrutadas, Asfura alcanza un 40,19% de los votos (1.132.321), mientras que Nasralla obtiene un 39,49% (1.112.570 votos). Rixi Moncada, candidata de Libertad y Refundación (Libre, izquierda), suma un 19,30% (543.675 votos) y ha declarado su intención de no dar por perdida la contienda para suceder a la presidenta Xiomara Castro. Datos independientes del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) con el 92% de las actas procesadas confirman la ventaja de Asfura, con un 39,43% frente a 37,97% de Nasralla.

En medio de la falta de avances y las denuncias de fraude, el Partido Libre, por medio de su apoderado legal Edson Argueta, presentó ante el CNE una acción de nulidad administrativa contra el conteo presidencial. La agrupación argumenta irregularidades en el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y cuestiona la integridad del proceso. Sin embargo, las posibilidades de que la petición derive en una nueva elección son limitadas, dado que el CNE está dominado por delegados de partidos de derecha.

Los candidatos presidenciales Salvador Nasralla y Nasry “Tito” Asfura

En un comunicado emitido este sábado, la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió “agilizar el proceso de escrutinio, garantizando medidas de trazabilidad que otorguen certeza en los resultados”. La misión electoral del organismo subrayó que “los datos estadísticos recabados (…) confirman un resultado sumamente ajustado”. Además, destacó demoras e intermitencias en la gestión y procesamiento del material electoral, así como falta de pericia en las soluciones tecnológicas que han causado retrasos.

Entre los analistas consultados por EFE, Rodolfo Dumas consideró que la suspensión del escrutinio solo incrementa la incertidumbre ante la ausencia de un presidente electo, aunque confió en que la situación se resuelva hacia finales de la próxima semana. Dumas resaltó el “comportamiento cívico ejemplar” de los votantes hondureños y pidió la aprobación de reformas que modernicen el CNE y el Tribunal de Justicia Electoral (TJE), así como la incorporación de la segunda vuelta electoral para procesos más ordenados.

Miguel Cálix, también citado por EFE, señaló que la debilidad institucional que afecta al sistema electoral hondureño es el resultado de la falta de acción por parte de los partidos para fortalecer los organismos encargados de administrar y totalizar los resultados. Advirtió que el simple establecimiento de una segunda vuelta no resolverá las disputas en contextos de estrecho margen, mientras persista la debilidad de la infraestructura y la dependencia de servicios externos pese a las advertencias sobre la mala conectividad del país.

Mientras tanto, la incertidumbre continúa dominando el clima político en Honduras. “Estamos esperando que sean claros, que dejen de estar con tanta incertidumbre (…) siempre es lo mismo”, expresó el ciudadano Juan Cruz a la agencia AFP mientras aguardaba los resultados en las calles de Tegucigalpa.

(Con información de AFP y EFE)