Se cumplieron dos meses desde que María Julia Oliván tuvo que ser internada de urgencia luego de un grave accidente con una estufa de etanol por el que terminó con 25% de su cuerpo con quemaduras. Este sábado compartió con alegría cómo sigue avanzando su recuperación. “Un día volví a caminar”, expresó.
La periodista acompañó el video, que la muestra levantándose de la cama del sanatorio en la que se encuentra todos estos días, asistida por personal médico. “Sentí como toda la sangre se volvió hacia su peso de gravedad. Conocí el sector de kinesiología del Hospital Alemán. Pasó una semana después de la primera práctica y fue emocionante haberlo logrado”, expresó.
En las imágenes se ve cómo María Julia se para, mientras recibe indicaciones de una kinesióloga y aparece ayudándose por un andador para mantenerse de pie. “Perfecto”, dice, vestida con una bata de sanatorio, a la par que la profesional de la institución médica le indica que es normal estar mareada.
“Me pica toda la pierna”, se sincera en las imágenes, mientras la kinesióloga la alienta y la periodista le pide ponerse una vez más de pie. “¿Uno más hago?“, le pregunta. ”Recuperate primero porque es cansador. Ahora estás con adrenalina y no lo estás sintiendo, pero después te va a pasar factura. Es normal que estés mareada por todo el tiempo que estuviste acostada». le aconseja la profesional médica.
“Desandar el camino para reencontrarlo. ¿Cuántas veces? Nunca voy a poder adivinar ese número», reflexionó la integrante de Periodismo para todos, que sigue evolucionando en su cuadro. Su publicación cosechó mensajes de amor de sus seguidores que celebraron cómo sigue recuperándose, entre ellos de Sabrina Garciarena, Josefina Pouso y Juan Acosta. “Cheeek!”, le dejó su marido, Ariel Straccia, contento por un nuevo avance que viene teniendo su pareja.
Al cumplirse 45 días de su internación se refirió a cómo la distancia obligada respecto a su hijo, Antonio, representó uno de los desafíos más difíciles, ya que manifestó cuánto lo extrañaba y lo describió con afecto. Reconoció que la hospitalización, además de separarla, le otorgó un tiempo de descanso forzado. Mencionó el efecto negativo de la exposición mediática y de los comentarios recibidos en redes sociales, admitiendo el impacto emocional de esas repercusiones: “Me cuentan que muchos en las redes se reían diciendo que yo había sido maldecida. La pasé, y la sigo pasando, porque no sé cuánto me falta acá”.
Durante su recuperación en el Hospital Alemán, vivió reencuentros con familiares y amigos que cobraron un significado central, ya que el entorno hospitalario se transformó en un espacio de vínculo y contención. María Julia relató la importancia del apoyo constante de su madre, hermana, sobrino y suegros, además de la presencia de muchos amigos que hacía tiempo no veía, atribuyéndoles un papel esencial durante este proceso.
Destacó el compromiso y la solidaridad del equipo que la acompaña, especialmente quienes se involucraron personalmente en el trabajo mientras ella estaba internada. Sobre esto dijo: “Y este accidente me hizo ver el equipazo que tengo. No estoy hablando de Border Periodismo, sino que estoy hablando de los que se pusieron la camiseta”.
La periodista reflexionó sobre el contraste entre el aislamiento obligado por el accidente y las conexiones reforzadas durante ese período. Enfatizó que, a pesar de que la situación interrumpió sus rutinas, permitió “encontrar valores, momentos tan lindos” y reconectar con personas significativas.
Finalmente, María Julia Oliván recordó su experiencia de recuperación señalando que atravesó numerosas intervenciones médicas y diversos estados emocionales, desde el sufrimiento y el llanto hasta momentos de risa durante su proceso en el hospital.