Un mensaje informal encendió la mecha de una discusión burocrática que terminó en cambio normativo. “Che, mi hermano compró un vaso Stanley por Amazon y le exigen un trámite en ANMAT porque el vaso va a estar en contacto con los alimentos. ¿Al Estado argentino lo pensó Kafka?”, le escribió semanas atrás un usuario al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. La ironía dio paso a una polémica que cuestionó los límites del control estatal sobre las importaciones personales de alimentos y envases.
El vaso, fabricado por la marca Stanley y conocido por su resistencia térmica, ingresaba al país como un producto más. Sin embargo, por tratarse de un objeto destinado a contener líquidos, quedaba bajo la órbita del ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), que supervisa materiales que entran en contacto con alimentos. Esto activaba un trámite específico, engorroso para un bien de consumo personal y no comercial.
“No podría estar más de acuerdo. Confiamos en nosotros mismos para votar (¡gracias porteños!) y confiamos en nosotros mismos para ser jurados donde podemos imponer penas de cadena perpetua. ¿No podemos confiar en nosotros mismos para elegir el receptáculo del que vamos a beber? Llevemos el tema al absurdo: podés meter agua en un bidón que tenía nafta y tomártelo y no hay nada (en particular ningún trámite) que se pueda hacer ¿y a un producto comercializado internacionalmente le ponemos una barrera? Todo un dispendio de energía y recursos», enfatizó Sturzenegger en su cuenta de la red social X.
El episodio escaló hasta las autoridades correspondientes. El caso llegó al ministro de Salud, Mario Lugones, quien intervino de forma inmediata. Su equipo se puso a revisar la normativa con agilidad, reconociendo la contradicción entre los controles aplicados y el contexto de uso.
Pocos días después, el Gobierno publicó la Disposición 3280/2025 de ANMAT, firmada por la administradora nacional Nélida Agustina Bisio, con colaboración del Instituto Nacional de Alimentos (INAL). El texto oficial clarificó que ANMAT no interviene más en trámites de importación de alimentos para uso personal, incluyendo los envases.
La medida, publicada este lunes en el Boletín Oficial, reafirmó la vigencia del Decreto 35/2025, firmado por el presidente Javier Milei, que ya había derogado restricciones previas al comercio. Sin embargo, persistían trámites colgados en el sistema aduanero que exigían una depuración normativa. La nueva disposición eliminó esas trabas residuales y aceleró los procesos.
Según esta nueva disposición, la importación personal de alimentos se podrá realizar de la misma manera que la compra de dispositivos electrónicos o indumentaria vía courier. Hasta ahora, quienes quisieran adquirir alimentos fuera del país debían realizar un trámite en la ANMAT, pero ahora los usuarios solo deberán cumplir con las condiciones de la plataforma de compra y los costos del envío, además de abonar los aranceles aduaneros pertinentes.
Amplia gama de productos
Este cambio normativo no sólo impactó en el caso específico del vaso Stanley, sino que abarcó una gama más amplia de productos vinculados al consumo personal.
Entre ellos, sobresalen las cápsulas de café, que hasta ese momento también enfrentaban barreras. Al igual que otros productos alimenticios envasados, muchas veces no requerían controles específicos al ingresar como parte de un envío personal. No obstante, quedaban sujetos a interpretaciones normativas que entorpecían su ingreso al país.
En la práctica, la Disposición 3280/2025 agiliza la operatoria aduanera para miles de artículos que antes enfrentaban un limbo normativo. Su aplicación se inscribe en una política de simplificación del comercio que busca reducir la intervención estatal innecesaria y fomentar la libertad de elección.
En su posteo, Sturzenegger mencionó a Lugones, “quien se puso a revisar la normativa con agilidad” y “unos días después podemos celebrar la Disposición de Anmat, clarificando que el organismo ”no participa en los trámites asociados con la importación de alimentos para uso personal (incluye el tema envases)“.
“Gracias a Andrés Velis y su equipo de Aduana por receptar estos cambios rápidamente. Nótese que esta clarificación también agiliza la importación de alimentos del tipo “capsulas de café” entre miles de otros. Estas restricciones al comercio ya habían sido derogadas por el Decreto 35/25 con firma del presidente Milei, pero luego nos quedan los trámites colgados en Aduana y tenemos que purgar el sistema de estas normativas derogadas. Esta disposición hace eso. VLLC!“, finalizó Sturzenegger.