El turismo masivo amenaza la sostenibilidad de destinos emergentes en Europa, Asia y América Latina (EFE/ Antonio Lacerda ARCHIVO)

El turismo masivo ha dejado de ser un fenómeno exclusivo de los destinos más consolidados y ahora representa una amenaza para destinos emergentes que, hasta hace poco, permanecían fuera del radar internacional.

Según un reciente informe de Time Out, 6 enclaves en Europa, Asia y América Latina enfrentan riesgos crecientes por la llegada de millones de visitantes, lo que pone en jaque la sostenibilidad ambiental, social y económica de sus comunidades.

El sobreturismo se produce cuando la afluencia de viajeros supera la capacidad de un destino para gestionarlos adecuadamente. Esta situación genera presión sobre infraestructuras y recursos básicos, como el acceso a alimentos asequibles y agua potable, y provoca saturación en el transporte público y el tráfico.

Las consecuencias van más allá de la incomodidad: la degradación ambiental, el aumento del precio de la vivienda, el desplazamiento de residentes y la pérdida de autenticidad cultural son algunos de los efectos más duraderos.

Time Out subraya que, aunque el turismo representa una fuente vital de ingresos para muchos de estos lugares, la solución no pasa por dejar de visitarlos, sino por adoptar prácticas más conscientes y sostenibles.

1. Albania

Expertos recomiendan explorar pueblos rurales y viajar fuera de temporada para un turismo sostenible en Albania (Créditos: Freepik)

En Albania, el crecimiento del turismo ha sido vertiginoso. El país, situado entre las costas jónica y adriática, pasó de recibir 3 millones de visitantes en 2015 a 10 millones en 2023, y las proyecciones apuntan a 30 millones para 2030.

Este auge lo convierte en el destino vacacional de más rápido crecimiento en Europa. Elton Caushi, fundador de la agencia local Albanian Trip, recomienda a los viajeros explorar pueblos rurales como Zogaj, Delvina, Lushnja o Kukes, en lugar de concentrarse en los puntos más populares. Reservar alojamientos gestionados localmente y viajar fuera de temporada ayuda a distribuir los beneficios y a mantener la actividad económica durante todo el año, explicó Caushi a Time Out.

2. Raja Ampat, Indonesia

Raja Ampat, en Indonesia, enfrenta un aumento de turistas tras una campaña de promoción, lo que incrementa la presión ambiental

Raja Ampat, en Indonesia, ha sido durante décadas un paraíso para buceadores experimentados, con escasos resorts repartidos entre aldeas pesqueras. Sin embargo, una reciente campaña de promoción ha incrementado la llegada de turistas interesados en sus playas, lo que ha elevado la presión ambiental.

Time Out señala que, aunque es imposible visitar la región sin dejar huella, optar por embarcaciones de bajo impacto y expediciones educativas, como la Alfred Wallace Expedition, permite reducir la presión sobre las islas y sus ecosistemas.

3. Santiago de Compostela, España

El turismo masivo transforma la vida local en Santiago de Compostela (AP Foto/Lalo Villar)

En España, Santiago de Compostela ha experimentado un notable aumento de visitantes tras el éxito de la película El camino en 2010 y la popularización del Camino de Santiago en redes sociales durante la pandemia.

Esta afluencia ha impulsado la proliferación de viviendas turísticas y alquileres de corta duración, lo que ha encarecido la vivienda y desplazado a residentes. Isabel Rodriguez, guía de expediciones en Galicia, sugiere explorar otras ciudades con patrimonio histórico, como A Coruña, que ofrece una experiencia más tranquila y auténtica, con playas y monumentos como la Torre de Hércules, según recogió Time Out.

4. Belém, Brasil

Más de 600.000 habitantes de Belém viven en favelas y algunos han sido desalojados por el auge turístico (REUTERS/Anderson Coelho)

Belém, en Brasil, situada en las puertas de la Amazonía, se prepara para recibir la COP30 y ha visto aumentar la inversión en infraestructuras turísticas y la construcción de nuevos apartamentos. Sin embargo, de sus 2,2 millones de habitantes, 604.000 viven en favelas, y algunos han sido desalojados para dar paso a alquileres turísticos.

Time Out recomienda a los viajeros elegir rutas menos conocidas y alojamientos gestionados por la comunidad, como el Uakari Floating Lodge en el Amazonas brasileño, el Kapawi Ecolodge en Ecuador o la Casa Matsigenka en Perú, que contribuyen a la conservación y al desarrollo local.

5. Kotor, Montenegro

El turismo de cruceros provoca degradación ambiental y éxodo de habitantes del centro histórico de Kotor (REUTERS/Stevo Vasiljevic)

Kotor, en Montenegro, ha sufrido el impacto de la llegada anual de unos 500 cruceros, algunos con hasta 5 mil pasajeros, lo que ha provocado congestión, encarecimiento de la vivienda y degradación ambiental. Esta situación ha obligado a parte de sus 22.000 habitantes a abandonar el centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Ance Svajnzger, directora regional de Intrepid Travel, propone viajes en barcos pequeños y visitas a pueblos menos frecuentados, como Tivat y Rose, para conocer la vida local y reducir la presión sobre Kotor, según relató a Time Out.

6. Playas del sur, Sri Lanka

El gobierno de Sri Lanka debate entre impulsar el turismo o proteger su cultura y medio ambiente (REUTERS/Navesh Chitrakar)

Las playas del sur de Sri Lanka, tras años de caída en el turismo, han vuelto a recibir a 2,1 millones de visitantes en 2024. El nuevo gobierno del país se enfrenta al dilema de seguir fomentando el turismo o priorizar la conservación cultural y ambiental.

Jean-Marc Flambert, fundador de Secrets of Ceylon, aconseja a los viajeros explorar el norte y el este de la isla, en lugares como Jaffna, Mannar, Batticaloa o Trincomalee, y elegir alojamientos pequeños y alejados de los circuitos habituales para beneficiar a las comunidades locales, según recogió Time Out.