No me gustó que me diga que tengo dos caras”, disparó Nazarena Vélez, panelista de LAM (América), al dejar en claro su molestia tras las palabras de Marixa Balli, quien días antes la había acusado de actuar de forma ambigua. A pesar de la cercanía reciente entre ambas, la calificación generó un conflicto que derivó en un cruce en vivo entre las panelistas.

Todo comenzó cuando el conductor del ciclo, Ángel de Brito, instó a Vélez a explicar las diferencias con su compañera: “Hasta ayer estaba enojada, ya no estoy porque me mandó un audio que recién lo acabo de escuchar”, señaló Vélez. Sin embargo, segundos después, se rectificó: “No estoy enojada, estoy dolida, esa es la palabra”.

La panelista detalló que la relación con Balli había pasado de la enemistad a la intimidad, y por eso la declaración la afectó más de lo esperado. “Nosotras tenemos una relación que de odiarnos pasamos a tener mucha intimidad y hablar de muchas cosas. No te digo que somos amigas, pero tenemos muy buena onda y hablamos de un montón de cosas”, expresó la actriz. Y continuó: “Entonces, que me diga eso y que después en Infama lo repita en una nota, no me gusta, además diciendo que por esas cosas se alejó del ambiente. Me dejó como una lacra y eso no me gustó”, sentenció.

Por su parte, Marixa reconoció que se equivocó al emplear el calificativo que tanto le había molestado. “No quise decir ‘dos caras’, el lunes le dije a Ángel que ahí me equivoqué. Lo que quería decir es lo mismo que te dije en Bondi: íntimamente hablamos de una manera, me entendiste, y después lo minimizaste al aire. Eso te lo dije”, aclaró, para luego remarcar la diferencia entre lo privado y lo que se emite en el programa.

Marixa Balli, Yanina Latorre, Ángel de Brito, Nazarena Vélez, Fernanda Iglesias y Marcela Feudale. Protagonistas de una semana caliente en LAM

Vélez defendió su actitud, al asegurar que suele restarles gravedad a las discusiones en público para calmar los ánimos. “Lo minimicé porque te vi enojada. Cuando saliste del chat de angelita y le dijiste a Ángel ‘yo no quiero conducir un programa de chimentos’, dije: está enojada de verdad, se va a ir a la mierda. Entonces, hablé con la producción porque sentía que realmente te ibas a ir”, expresó, apuntando que su intención nunca fue desestimar el sentir de Balli.

A la conversación se sumó Juli Argenta, quien resaltó el perfil de Nazarena ante los conflictos del equipo. “Naza es muy conciliadora. Nos ha pasado en reuniones que intenta que todos bajen la tensión; no es ser dos caras, es intentar que el otro también esté bien”, afirmó. Pepe Ochoa también intervino para señalar la complejidad de las discusiones televisivas, en las que las versiones pueden variar según quién las cuenta.

Durante el intercambio, ambas panelistas recordaron momentos del pasado en los que tuvieron una relación difícil, marcada por peleas y distanciamiento. Balli reflexionó sobre la reconstrucción del vínculo: “Tuvimos mucha historia nosotras en el pasado, que nos detestábamos. Pero una vez que uno habla, maduramos muchísimo porque la vida nos golpeó de una manera muy parecida”, expresó, haciendo hincapié en que las experiencias personales las llevaron a revalorarse mutuamente.

La charla incluyó momentos de distensión, bromas internas y referencias a cuestiones personales, mostrando la complejidad de la relación que mantienen en la actualidad. Balli aseguró: “Cuando yo te digo la quiero, la quiero. No te voy a decir una cosa y por atrás decir otra. Yo la quiero”.

La discusión pública y el posterior intento de aclaración evidenciaron que, más allá de las tensiones propias del mundo del espectáculo, tanto Vélez como Balli mantienen un vínculo atravesado por la historia personal, la madurez y la posibilidad del diálogo, matices que quedaron expuestos en las declaraciones realizadas en LAM.