En la noche del domingo, el estudio de MasterChef Celebrity (Telefe) se volvió escenario de un enfrentamiento que reveló el pulso verdadero de la competencia y expuso las emociones al rojo vivo. Damián Betular y Sofía Martínez protagonizaron una incómoda escena que estalló frente a cámaras y que, por la crudeza de sus palabras y miradas, difícilmente se olvidará.

El desafío lo anticipaba: la consigna era preparar un raviolón Nino Bergese con manteca de salvia. La cocina se transformó en arena bajo el peso de la presión, el repertorio de dudas y el tic tac que aceleraba el pulso a cada uno. Entre los concursantes, Miguel Ángel Rodríguez terminó entre los más apremiados. El relleno de su plato no lograba la textura esperada y el desánimo asomó en su rostro cuando, a pocos minutos del cierre, sintió que no llegaba a entregar nada.

Allí entró en la escena Damián Betular. Jurado, pastelero, exigente con todos, cruzó al sector del actor dispuesto a ayudarlo a concretar el plato. “Estamos con problemas peores que un plato, por favor”, soltó Betular con voz tajante cuando Sofía Martínez, en la estación contigua, se animó a consultarle sobre la vajilla adecuada para servir su propio raviolón. La respuesta marcó un quiebre en el clima. Esa frase, tan lapidaria e impaciente, rebotó en la cocina colmada de cámaras y fue el disparo de largada para lo que vendría.

Damián Betular no duda en expresar lo que siente ante quien quiera oírlo

La incomodidad se hizo palpable. Miguel Ángel, aun lejos de calmarse pese a la intervención de Betular, se sumó a la escena: “No rompás las pelotas, tenés todas las ayudas, bolu… Ayuda, receta, ¿todo querés?”, le lanzó a Sofía con evidente fastidio. En ese instante, los modales y las buenas costumbres quedaron arrinconadas por urgencia y enojo. La voz de Sofía Martínez, habitualmente calma y cordial, se templó en la respuesta interna: “No está teniendo un buen día Miguel”, comentó en el tradicional apartado que el reality permite fuera del set central.

Pero la tensión no terminó ahí. Las cámaras volvieron enseguida al estudio, donde Betular no ocultó su incomodidad frente a la actitud de Sofía. “Después te hacés la buena, me molesta la falsa buena”, disparó el jurado, sin mirar a otro lado. La frase fue directa y dejó flotando la pregunta: ¿En el estudio se atreven todos a mostrar quiénes son realmente bajo presión?

Sofía Martínez, que suele ser reconocida por su simpleza y dulzura tanto en televisión como fuera de ella, no dudó y devolvió el golpe sin anestesia: “¿Por qué no se van a lavar el ort…”. El límite habitual de la cordialidad se evaporó. Más tarde, en los comentarios grabados para cámaras, consultó: “¿No se pueden decir malas palabras, no? Andate a la mierd… Betular”.

Sofi Martínez explotó ante las palabras que recibía por parte de quienes se encontraban en la estación de cocina de al lado

La secuencia marcó un antes y un después en la convivencia del concurso más famoso del país. Lo que comenzó como una simple consulta sobre un plato terminó exhibiendo las grietas de la presión y el roce implacable de los egos y el cansancio. Sofía Martínez, acostumbrada a los nervios de la competencia deportiva y a la atención de las cámaras, quedó en el centro de la escena. El jurado, especialmente Betular, siguió con recelo sus movimientos, quizás incómodo ante su estilo tranquilo y amable.

No es la primera vez que el programa pone a prueba el temple de los participantes. Reloj acelerado, exigencia de excelencia, frustración por lo que no sale. Todo esto terminó en un cruce de palabras que, para millones de televidentes, sirvió más de lección sobre la emoción y la tensión humanas que sobre la gastronomía.

MasterChef Celebrity volvió a recordarle a la audiencia que, bajo las luces de la televisión y el termómetro constante de la competencia, la dulzura y las buenas formas pueden evaporarse en segundos, pero lo que queda grabado es lo que verdaderamente late en cada uno. ¿Habrá reconciliación? ¿Resurgirá la cordialidad cuando se enfríe el enojo? Los fanáticos del reality ya esperan, atentos, el próximo round.