Alí Akbar Velayati, asesor en asuntos internacionales del líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei, afirmó que el régimen persa se opone de manera firme al desarme del grupo terrorista libanés Hezbollah y a cualquier modificación geopolítica en el sur del Cáucaso que facilite la presencia estadounidense en la región.
“No se hará realidad”, afirmó respecto al desarme del movimiento extremista.
En una entrevista con la agencia de noticias Tasnim, el funcionario abordó tanto la situación de la “resistencia libanesa” como los riesgos asociados al llamado corredor “Zangezur”.
Velayati criticó la propuesta impulsada por Estados Unidos para establecer un corredor que cruce el sur del Cáucaso, sosteniendo que representa una amenaza para la seguridad regional y podría derivar en la partición de Armenia. En ese contexto, rechazó las declaraciones de Donald Trump sobre un supuesto alquiler del corredor por 99 años: “¿Acaso el sur del Cáucaso es una tierra sin dueño para que Trump venga a alquilarla? Este paso no se convertirá en propiedad de Trump, sino en un ‘cementerio para sus mercenarios’”.
El asesor recordó la postura permanente de Irán contraria a la modificación de fronteras en la zona y recalcó que el proyecto cambiaría el equilibrio geopolítico, alteraría los límites estatales y debilitaría las posiciones de algunos países como Armenia.
Aseguró que, ante la insistencia de Turquía y Azerbaiyán en la creación del corredor, Irán realizó ejercicios militares en su frontera noroeste para demostrar su disposición a defender sus intereses. Velayati argumentó que “el alquiler del corredor no es más sensato que pretender arrendar el Canal de Panamá desde el otro lado del mundo”.
Refiriéndose a la seguridad energética de la región, advirtió sobre los intereses estadounidenses y europeos de utilizar el corredor para transportar petróleo y gas del Mar Caspio. Recordó que todos los países ribereños deben aprobar cualquier operación de este tipo y subrayó que recientes ejercicios navales conjuntos con Rusia buscan enviar una advertencia clara sobre la oposición iraní a la injerencia de terceros actores.
Respecto a la presencia de la OTAN en la región, el ex ministro de Exteriores advirtió que el plan estadounidense busca una mayor militarización occidental, con implicación directa de países como Turquía. “La OTAN trata de insertarse como una serpiente entre Irán y Rusia, pero nuestra respuesta será contundente”, amenazó.
Sobre Hezbollah y el debate interno en el gobierno libanés, Velayati calificó como irrealizable el desarme del grupo apoyado por Teherán. “Desarmar a Hezbollah es un sueño que no se cumplirá. La resistencia cuenta con el respaldo de todas las comunidades libanesas y es sinónimo de honor y seguridad para el país”.
Añadió que las presiones provienen de Estados Unidos e Israel y recordó que, en las décadas previas, la ausencia de una fuerza de resistencia permitió el avance de Israel hasta las puertas de Beirut. “Actualmente, Hezbollah es más fuerte que nunca y se mantiene como garante de la soberanía”, dijo.
El asesor planteó que intentos anteriores de debilitar a la organización tampoco prosperaron, incluso cuando contaba con menos recursos y menor apoyo social. Según sus palabras, “si Hezbollah entregara sus armas, nadie defendería la vida y los bienes de los libaneses frente a posibles agresiones”.
Velayati se pronunció días después de que el Consejo de Ministros de Líbano aprobara el pasado jueves la propuesta de Estados Unidos sobre el desarme de Hezbollah, en el contexto de la frágil situación del acuerdo de alto el fuego alcanzado entre el grupo terrorista e Israel en noviembre de 2024. El anuncio se produjo tras una sesión celebrada en el Palacio de Baabda, en la que el gabinete libanés avaló los objetivos presentes en el documento presentado por el enviado estadounidense Tom Barrack.
Por su parte, al referirse a la situación en Siria y la figura de Abu Mohammad al-Jolani, jefe de una facción rebelde, explicó que Líbano no permitirá un escenario similar. Atribuyó parte de la inestabilidad regional a la intervención extranjera y aseguró que “la mayoría del pueblo libanés sabe que la seguridad se debe a la existencia de la resistencia”.
La preocupación del régimen de Irán alcanza también a Hashd al-Shaabi en Irak. Según Velayati, el desarme de estas fuerzas, promovido por las mismas potencias extranjeras, busca “debilitar” la capacidad defensiva regional. Mencionó una conversación reciente con Nuri al-Maliki, ex primer ministro iraquí, en la que ambos coincidieron en que ni Irán ni Irak aceptarán desarmar grupos que consideran cruciales frente a amenazas externas.
Por último, Velayati subrayó que la política de Irán es clara: “Somos el núcleo del eje de la resistencia y nuestro compromiso es seguir defendiendo tanto a la resistencia en Líbano como la estabilidad regional contra cualquier intervención extranjera”.