El primer ministro francés, François Bayrou, sobrevivió el martes a una moción de censura, pero su futuro pende de un hilo después de apenas medio año en el cargo.
La moción de censura contra el gobierno de Bayrou fue presentada por el Partido Socialista (PS) después del fracaso de las negociaciones sobre la reforma de las pensiones.
Los socialistas sabían que no había ninguna posibilidad de que esta nueva moción de censura saliera adelante, si bien optaron finalmente por presentarla ante su malestar por el fracaso de las conversaciones sobre las pensiones, que forman parte del arriesgado presupuesto que Bayrou pretende presentar después de vacaciones.
La izquierda ha reprochado al Gobierno que no presente a la Asamblea un proyecto de ley para debatir el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años, que salió adelante a principios de 2023 sin el consenso de la cámara, después de que la entonces primera ministra, Élisabeth Borne, activara un resorte de la Constitución para desbloquear la falta de mayoría parlamentaria de la que no disponían.
La moción recibió sólo 189 votos de los 289 necesarios para derrocar al gobierno.
Tuvo un amplio apoyo en la izquierda, pero no recibió el respaldo del partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen.
Bayrou no tiene mayoría en la cámara baja del Parlamento, la Asamblea Nacional, y la votación subrayó la fragilidad de su posición y la pérdida de los socialistas en cuyo apoyo hasta ahora había confiado para mantenerse en el poder.
Aunque el veterano centrista Bayrou desestimó públicamente la medida como una “broma”, en privado ha estado furioso, dijo un ministro.
El primer ministro francés, de 74 años, “está bastante enfadado con el Partido Socialista”, afirmó el ministro bajo condición de anonimato.
“Basta de indulgencia con François Bayrou”, declaró el domingo el líder del PS, Olivier Faure. “Nos han traicionado”.
“Censurar al gobierno hoy no beneficiaría al pueblo francés”, dijo Le Pen a los periodistas el martes por la mañana.
Por otra parte, añadió, el partido prestará especial atención al presupuesto propuesto por el gobierno de Bayrou.
El partido de extrema derecha no ha descartado utilizar su influencia en el Parlamento para votar en contra de Bayrou, como hizo con su predecesor Michel Barnier, en el presupuesto de 2026 en el otoño boreal.
La elaboración del presupuesto para 2026 será “una pesadilla” dada la magnitud de las dificultades financieras de Francia, declaró en marzo la portavoz del gobierno, Sophie Primas.
Bayrou fue nombrado primer ministro por el presidente Emmanuel Macron en diciembre con la misión de traer estabilidad tras meses de caos tras las elecciones legislativas del verano pasado.
Si el Parlamento expulsara a Bayrou en una moción de censura, Macron quedaría en busca de su séptimo primer ministro y proyectaría una fuerte sombra sobre los dos años restantes de su mandato presidencial.
Bayrou respira así al menos tres meses más hasta que en otoño regrese el trabajo parlamentaria y con ello una nueva posibilidad de moción de censura ante la falta de acuerdo en los presupuestos.
(Con información de AFP y EP)