El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, negó este miércoles que tenga intención de dimitir, tras varios reportes que indicaban que planeaba dejar el cargo a finales del próximo mes. Las versiones surgieron luego de que su coalición gobernante, formada por el Partido Liberal Democrático (PLD) y su socio Komeito, perdiera la mayoría en la Cámara Alta en las elecciones celebradas el domingo pasado.
“Nada de lo que se ha informado es cierto”, declaró Ishiba a los medios en Tokio, horas después de que Japón y Estados Unidos anunciaran un inesperado acuerdo comercial. El primer ministro reiteró su intención de continuar en el cargo y aseguró que está comprometido con la recuperación de la confianza ciudadana. “Haré todo lo posible para asegurar que el sustento de la gente esté protegido”, señaló al referirse al pacto arancelario con Washington.
Las declaraciones se produjeron tras una inusual reunión en la sede del partido entre Ishiba y tres de sus predecesores: Taro Aso, Yoshihide Suga y Fumio Kishida. De acuerdo con el primer ministro, el encuentro sirvió para reafirmar la necesidad de mantener la unidad interna ante un momento político que calificó como “crítico” para la formación. Añadió que su situación personal no fue parte de la conversación.
Según fuentes del propio PLD citadas por medios locales, varios dirigentes habrían pedido en privado la renuncia de Ishiba, señalando que la pérdida de la mayoría parlamentaria representa una señal de descontento ciudadano con su gestión. Los reportes también indicaban que Ishiba había comunicado a asesores cercanos su decisión de abandonar el cargo en las próximas semanas, información que él desmintió de forma tajante.
La presión interna sobre el primer ministro ha ido en aumento desde el revés electoral. Para parte del liderazgo del PLD, la derrota representa no solo un revés parlamentario, sino también una oportunidad para reorganizar el poder dentro del partido y designar un nuevo líder antes del próximo período legislativo. Aunque Ishiba había considerado la posibilidad de dimitir, fuentes cercanas al Ejecutivo indicaron que el reciente acuerdo comercial con Estados Unidos fue un factor determinante en su decisión de permanecer en el cargo.
En declaraciones posteriores a la prensa, Ishiba insistió en que la prioridad del gobierno es la recuperación económica, el alivio del costo de vida y la estabilidad fiscal. Subrayó que el pacto con Washington ayudará a aliviar tensiones comerciales y permitirá asegurar el acceso a mercados clave, aunque no ofreció detalles sobre los términos concretos del acuerdo.
El ambiente político en Tokio se mantiene tenso, con sectores del PLD evaluando escenarios para una eventual sucesión. Mientras tanto, el primer ministro intenta reforzar su autoridad a través de gestos de unidad y resultados tangibles en política exterior.
De acuerdo con analistas japoneses citados por la agencia Kyodo, la permanencia de Ishiba dependerá en gran medida de su capacidad para recuperar el respaldo de la base partidaria y de mantener el equilibrio con las distintas facciones internas del PLD. Aunque no se ha fijado aún un calendario para una posible renovación del liderazgo, las próximas semanas serán determinantes para definir el futuro político del primer ministro.
(Con información de EFE)