Las negociaciones entre Israel y Siria para alcanzar un pacto de seguridad continúan intensificándose en Damasco, donde el presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, afirmó ante periodistas que los diálogos podrían arrojar resultados “en los próximos días”.
Al Sharaa destacó que dicho pacto es una “necesidad” y subrayó que el acuerdo deberá respetar el espacio aéreo y la integridad territorial de Siria, contando además con supervisión de las Naciones Unidas (ONU) como condición central para su viabilidad.
La propuesta se enmarca en conversaciones dirigidas a obtener el cese de los bombardeos israelíes y el retiro de las tropas israelíes desplegadas en el sur de Siria tras la caída del dictador Bashar al Assad, ocurrida el pasado 8 de diciembre luego de casi catorce años de guerra civil.
Según una cobertura reciente de Reuters, desde Washington se está ejerciendo presión para que ambas partes lleguen a un acuerdo antes de la reunión de líderes internacionales en la próxima Asamblea General de la ONU que comenzará la semana entrante en Nueva York. Durante un encuentro con periodistas, Sharaa negó que Estados Unidos esté forzando a Siria a aceptar los términos, posicionando a la potencia como mediadora y no como parte presionante del proceso.
El mandatario interino también denunció que Israel ha realizado más de “1.000 bombardeos” y más de “400 incursiones terrestres” en territorio sirio desde la ofensiva rebelde que derrocó a Al Assad. Sharaa advirtió que estas acciones israelíes contravienen la política estadounidense de apoyo a una Siria estable y unificada, una situación que calificó de “muy peligrosa”.
El tipo de acuerdo que busca Damasco tendría similitudes con el tratado de distensión de 1974, que estableció una zona desmilitarizada entre ambos países. Si bien el gobierno sirio exige la retirada total de las fuerzas israelíes, Israel desea mantener presencia en ubicaciones estratégicas capturadas después del 8 de diciembre, como el Monte Hermón. Altos funcionarios israelíes han afirmado públicamente su intención de conservar el control de estos enclaves.
Sharaa declaró que, si este pacto logra consolidarse, podrían abrirse futuras negociaciones para otros tipos de acuerdos, aunque descartó la posibilidad de una normalización diplomática similar a los Acuerdos de Abraham —impulsados por Estados Unidos y que han permitido lazos entre Israel y varios países musulmanes— en el corto plazo. Acerca de los Altos del Golán, ocupados por Israel y cuya anexión fue reconocida unilateralmente por Estados Unidos durante el mandato de Donald Trump, Sharaa señaló que aún es pronto para poner el tema sobre la mesa, considerándolo un “asunto mayor”.
El avance de las negociaciones se vio debilitado en julio, cuando, según Sharaa, las partes estuvieron a solo “cuatro o cinco días” de cerrar las bases del pacto. Las conversaciones se interrumpieron debido a los combates en la provincia de Sueida entre milicias drusas y combatientes beduinos —enfrentamientos que, tras la entrada de tropas sirias y la intensificación de la violencia, incluyeron bombardeos israelíes sobre la zona sur, el Ministerio de Defensa y zonas cercanas al palacio presidencial en Damasco. El mandatario describió estos ataques como una “declaración de guerra”, pero justificó la ausencia de respuesta militar siria para preservar el canal de diálogo instaurado.
Un comunicado de la Cancillería siria, reproducido por medios estatales y respaldado por Estados Unidos y Jordania dentro de una hoja de ruta para estabilizar el sur sirio, indicó que se trabaja en acuerdos de seguridad que atiendan las inquietudes legítimas de ambos países mientras se enfatiza la soberanía e integridad territorial de Siria. Fuentes militares sirias aseguraron que, como medida de distensión, las fuerzas oficiales han retirado armamento pesado de las zonas de conflicto en Sueida.
Durante esos combates, Israel argumentó que su intervención tenía como objetivo la protección de la comunidad drusa —también presente en territorio israelí— y el cumplimiento de su exigencia de desmilitarización en el sur sirio.
Siria atraviesa actualmente una etapa de gobierno interino desde que una coalición islamista expulsó a Bashar al Asad. El vínculo diplomático entre Damasco y Jerusalén está suspendido desde hace décadas, pero la situación ha derivado en reuniones directas: una fuente diplomática siria, bajo anonimato, adelantó un próximo encuentro bilateral el 19 de septiembre en Bakú, capital de Azerbaiyán, donde se espera la participación de altos representantes de ambos países. Asimismo, medios sirios informaron sobre una reunión celebrada en París en agosto entre el canciller Asad Al Shibani y el ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, centrada en las posibilidades de desescalada militar.
(Con información de AFP y Reuters)