El mandatario afirmó que la organización conocida como la Junta del Narcotráfico estaría detrás de un posible plan para atentar en su contra - crédito Presidencia

Gustavo Petro lleva desaparecido cerca de una semana y solo se comunica por redes sociales. No sabemos si quien escribe es él o alguno de sus asesores digitales, pero lo cierto es que nadie se come el cuento de que anda perdido porque está en peligro su vida. O de pronto sí, pero no por amenazas externas, sino por su consumo interno, al que ya tiene acostumbrados a los colombianos.

Comencé a preguntar a amigos más conocedores si un presidente desaparecido, que solo se comunica por redes sociales, es un presidente virtual. No, me dijeron casi al unísono, pues no se puede desacreditar el mundo virtual de esa manera. Claro, el mundo virtual tiene muchos componentes negativos, como el aislamiento social, que conlleva graves problemas de salud mental, la pérdida de habilidades sociales, la despersonalización de la educación y el trabajo, la posibilidad de un aumento en el control y la vigilancia del individuo y la desconexión con el entorno físico.

La contraparte del mundo virtual es fantástica. El acceso global al conocimiento, la flexibilidad laboral y educativa, el ahorro en muchos costos para el individuo, la inclusión digital, que beneficia especialmente a los sectores más pobres de una sociedad, las conexiones globales que facilita, y que antes eran imposibles, e incluso la capacidad de distracción que trae las 24 horas del día. Tienen razón quienes dijeron que no era un presidente virtual, pues, sumando y restando, Petro en nada aplica lo bueno que este mundo tiene. Si lo fuera, en vez del horror y la vergüenza diplomática en que metió a Colombia, al dejar plantado el Presidente panameño José Raúl Mulino en la transmisión de mando de la AEC (Asociación de Estados del Caribe), habría citando un zoom y asunto resuelto. No lo hizo, invitó al evento en Montería, Colombia y luego se perdió.

Gustavo Petro Urrego, presidente de Colombia en el periodo 2022-2026 - crédito Presidencia de Colombia

Pensé que entonces era un presidente digital, pues en lo físico no existe. Tampoco, me dijeron los expertos a los que le pregunté. El mundo digital, del cual la virtualidad es un elemento, también tiene cosas buenas y malas que, si vemos con detalle, no aplican al hasta hoy desaparecido Petro.

El mundo digital genera acceso global al conocimiento, produce automatización y, por ende, facilitación de procesos, lo que aumenta la productividad, agiliza transacciones y servicios, crea conectividad masiva y comunicación instantánea; es un elemento clave en el desarrollo de innovación y colaboración en materia científica, democratiza la libertad de expresión y, con la telemedicina, genera mayor acceso y calidad en la salud de los ciudadanos.

¿Y lo malo? ¿De pronto por ahí cuadra? Quizás sí, pero en el balance tampoco se puede desacreditar lo positivo. En el mundo digital se concentra el poder, se facilita la manipulación y se puede sustituir la realidad por engaños. Petro sin duda. El mundo digital crea adicción, muy Petro otra vez, incentiva la pérdida de privacidad y de vigilancia masiva, destruye empleo por la automatización, crea el escenario de los fake news y la manipulación de algoritmos y es fuente de delitos como la pornografía infantil, el hackeo, las estafas los fraudes, el ciberacoso. Finalmente, deshumaniza las relaciones interpersonales reduciendo la empatía y aislando al individuo. Petro y su accionar cabe en esta descripción pero no en la otra cara de la moneda. No es un mandatario digital.

Bogotá. Mayo 01 de 2025. El presidente Gustavo Petro se dirige a los manifestantes reunidos en la Plaza de Bolívar, tras las movilizaciones por el Día Internacional del Trabajo y en respaldo a la propuesta de Consulta Popular. (Colprensa - Cristian Bayona).

¿Entonces qué es si está desaparecido, si se desaparece y nadie sabe dónde está? Es un avatar me contestaron algunos. ¿Qué diablos es eso? Me puse a investigar y sí, le cabe esa denominación o título. Colombia tiene como presidente un avatar, que tiene nombre y apellido: Gustavo Petro.

Un avatar es la representación de una persona en un entorno virtual o digital. Incluso, se puede construir con inteligencia artificial para que actúe, hable y piense como el personaje, un deepfake personalizado. El avatar puede tener condiciones positivas pero, como es una representación, en el caso de Petro cabe perfectamente, pues sus características personales son tremendamente negativas. Lo mejor de todo es que un avatar no es inocente de lo que hace con él pues lo representa. Petro a la n.

Un avatar como Petro es usado para falsificar la identidad y para engañar y es utilizado para estafas y manipulación emocional y política. Ese avatar está desconectado de la realidad y vive más en su propio metaverso que en el mundo físico; escapismo digital le dicen, que en el caso de Petro es escapismo ideológico, pero igualmente desconectado. Ese avatar no tiene responsabilidad ética, pues como está jugando a un personaje, actúa sin consecuencias morales. Este avatar, además, tiene una construcción maligna, diseñada para la violencia, el crimen y la difusión del odio y de ideologías extremistas. Sí, la descripción perfecta.

Con una postal en la que aparece sonriente en las redes sociales, el presidente Gustavo Petro reiteró que se fragua un plan para asesinarlo - crédito Luisa González/REUTERS - @petrogustavo/X

Increíble, en pleno siglo XXI Colombia eligió un avatar de los que quieren acabar con el mundo, si no es el que ellos quieren y necesitan. Los invito a que construyan su propia versión de ese avatar para que podamos entender, finalmente, para dónde va, que sin duda no va a ser nada bueno. Háganlo público que Colombia necesita saber, y sobre todo los jóvenes, en su mundo y en su lenguaje quien está en el poder.

Mientras tanto, esperemos que regrese de su metaverso al mundo de carne y hueso; eso sí, por muy poquito tiempo, pues ya sabemos que le gusta más vivir en ese mundo, donde es rey, donde no hay controles ni límites y donde verdaderamente se siente a gusto.