El precio FOB de la harina de soja, el principal producto de exportación de la Argentina, tocó un mínimo de USD 281 por tonelada a fines de junio y desde entonces se mantiene en el entorno de esa cotización.
Por distintas circunstancias del mercado mundial el precio de la harina de soja argentina se volvió muy barato y atractivo y en las recientes jornadas la demanda reaccionó con firmeza, al punto que China, que desde 2019 no compraba harina de soja argentina en función de su política de importar materia prima (el poroto) y procesarla internamente, aprovechó la oportunidad y habilitó la importación de harina de soja argentina, algo que no hacía desde 2019.
En el mercado de harina de soja, “la Argentina se destaca como el principal exportador a nivel mundial, y este producto se consolida como el más importante dentro de su canasta exportadora. Más aún, este único producto representó en 2024 nada menos que el 13,4% de las exportaciones totales del país, mientras que el complejo soja en su conjunto el 27,6% respectivamente y es de forma indiscutible el principal complejo de exportación de Argentina”, precisa un informe de Julio Calzada, economista jefe de la Bolsa de Comercio de Rosario, y Bruno Ferrari, investigador de la institución rosarina.
El informe recuerda que el mercado internacional de granos y subproductos se volvió muy volátil tras el inicio de la pandemia de COVID-19. Datos del Banco Mundial muetran que los precios mínimos se registraron a comienzos de 2020, por menor demanda y los máximos en 2022, por interrupciones en las cadenas de suministros, la fuerte demanda postpandemia y tensiones geopolíticas, entre las cuales la invasión de Rusia y el inicio de la guerra con Ucrania fue un factor decisivo.
En 2023-24 las materias primas agrícolas registraron un sendero bajista, mientras que en lo que va de 2025 la tendencia es dispar según los productos considerados.
Dentro del complejo sojero, en lo que va de 2025 el precio del poroto en el Mercado de Chicago (CBOT), el más importante del mundo en commodities agropecuarios, se mantiene estable y “lateralizando entre 370 y 395 dólares la tonelada, el aceite de soja subió poco más de 30% hasta USD 1.176 dólares la tonelada y la harina de soja cayó 10%, ubicándose en las últimas jornadas en USD 283 la tonelada, precisa la investigación.
Esta configuración de precios es el resultado de un mercado atravesado por la política arancelaria de EE.UU., que incluye a China y potencialmente puede afectar fuertemente la demanda de poroto de soja de EE.UU. si Washington y Beijing no logran un acuerdo estable. A la vez, la política de biocombustibles de EEUU presiona sobre el mercado de aceite de soja y afecta los precios, algo que se intensificó durante las tensiones geopolíticas en Medio Oriente.
Víctima del aceite
La contracara de precios más altos del aceite de soja, es la presión bajista del precio de la harina de soja, ante la creciente oferta del producto debido a la demanda de producción de aceite de soja. El aceite de soja es la principal respuesta al aumento de la demanda global de aceites, seguida por los aceites de palma y de colza. Una particularidad de la soja es su bajo contenido de aceite (en relación a otras oleaginosas), lo que resulta en una gran oferta de harina (subproducto del proceso) que no encuentra demanda doméstica suficiente en los principales países procesadores, lo que a su turno deriva en mayor competencia en el mercado mundial y en el perjuicio para la Argentina. En todo caso, la demanda de harina empieza a responder a los precios bajos, como demuestra la conducta oportunista de China, que adquirió un buque de harina de soja argentina.
Calzada y Ferrari evalúan también las exportaciones netas del complejo-soja argentino en términos históricos, considerando precios FOB de exportación actualizados por la inflación internacional.
Para el año 2025, se proyectan exportaciones netas por USD 16.322 millones, apenas por encima de 2024. Sería el tercer valor más bajo de al menos los últimos 15 años y prácticamente la mitad del total alcanzado en el año 2011, considerando las valuaciones actualizadas por inflación de los períodos anteriores, observan los investigadores.
A nivel de productos, para 2025 se proyectan exportaciones por USD 9.044 millones de harina de soja, USD 6.255 millones de aceite, USD 3.160 millones de poroto y USD 465 millones de biodiesel.
Las exportaciones de harina de soja serían así, en términos reales, las más bajas desde 2007 (hace 18 años) y las de aceite de soja serían el tercer total más alto en más de 10 años.
El valor exportado depende de precios y cantidades, por lo que el informe muestra en un gráfico los índices base 2003 para marcar la tendencia de los volúmenes netos exportados por el complejo soja y la evolución de los precios promedio ponderado FOB tanto en términos corrientes como en valores ajustados por la inflación internacional.
Así se destaca que en cantidades hay una tendencia “relativamente alcista” hasta 2010 y, tras varios años de estancamiento, un pico en 2015. A partir de ese año el volumen exportado neto del complejo empieza a descender hasta niveles similares a 2003 y 2024, con una recuperación parcial esperada para 2025, pero lejos de los picos previos.
En cuanto a los precios promedio de exportación del complejo, los máximos se dan en 2022 y 2023, y luego empiezan a descender “con perspectivas de continuidad en la caída de las cotizaciones promedio ponderadas para el año 2025”.
Los precios de este año, subrayan los autores, “serían los precios más bajos desde el año 2020 en términos corrientes. Por su parte, al mirar la evolución del índice de precios de exportación del complejo soja ajustados en términos reales, se proyecta que en 2025 se arribaría a los valores más bajos desde el año 2006” (esto es, en 19 años).
¿La soja es peronista?
A modo de resumen, el informe proyecta que para 2025 el complejo soja argentina exportaría un volumen 20% por debajo del máximo de 2015 y con precios reales muy bajos en términos históricos. Si se considera el año 2011, año en el que se alcanzó un máximo en el valor exportado por parte del complejo en términos reales desde al menos 2003, se exportó 17% más de lo que se espera enviar al exterior este año y el efecto precio fue muy relevante, ya que las cotizaciones FOB promedio fueron 68% más altas en términos reales de lo que se espera para el presente período.
Como algunos economistas reflexionaron en algunos momentos, la soja pareciera ser peronista.