Mientras los acordes inconfundibles de ABBA comenzaban a vibrar en el ambiente, en un expectante Auditorio Belgrano una escena distinta captó las miradas antes de que se alzara el telón. Nicolás Cabré, actor de impronta reservada, llegó del brazo de su pareja, Rocío Pardo, y ella, a su vez, de la mano de Rufina, la hija que Cabré tuvo con la China Suárez. No fue solo una salida más al teatro: fue una postal emocional, íntima, de una familia ensamblada que se deja ver en uno de los regresos más esperados de la cartelera porteña.
Cabré apareció con la sobriedad casual que lo caracteriza: jeans desgastados, remera negra, y un suéter claro anudado con descuido sobre los hombros, como quien no pretende impresionar, pero tampoco pasar desapercibido. A su lado, Rocío lucía su habitual simpatía, vestida con un abrigo de cuero negro, pantalones gris claro y un top oscuro, en un contraste que realzaba su presencia. Rufina, con su campera de rombos rosados y marrón, pantalones oscuros y zapatillas deportivas multicolores, completaba el cuadro con frescura y naturalidad.
La escena hablaba sin palabras: la cercanía física, las manos entrelazadas, las miradas cómplices, componían una imagen de armonía. Rufina no parecía una invitada circunstancial, sino parte vital de ese pequeño clan. Hubo risas, gestos compartidos y una calidez que excedía lo estrictamente estético.
La cita fue más que un encuentro familiar. La función de prensa de Mamma Mia!, el musical ícono del teatro musical contemporáneo, marcó el regreso de Marisol Otero al protagónico que supo encarnar con potencia hace una década. Su retorno, tras la partida de Florencia Peña, se siente como una restitución del linaje original del espectáculo. En los pasillos del auditorio, productores y artistas de la escena local celebraban el relanzamiento.
Otero, respaldada por nombres como Alejandro Paker, Carna Crivelli, Lula Rosenthal, Pablo Silva, Guadalupe Devoto, Flavia Pereda y un cuerpo de músicos en vivo, retoma el personaje que en su momento supo delinear con una mezcla de fuerza dramática y encanto lúdico. La puesta, descrita como una de las más ambiciosas del circuito, brilló ante un auditorio colmado de figuras del espectáculo.
Entre los asistentes, se destacaron nombres como Sergio Gonal, Nito Artaza, Alejandro Fiore, Roberto Piazza, Judith Gabbani y Aníbal Pachano, entre diversas figuras del mundo del espectáculo. Aplausos generosos, flashes persistentes y una ovación de pie al cierre completaron la velada.
Pero fue esa imagen inicial, la de Cabré, Pardo y Rufina, la que se quedó flotando en el aire mucho después de que se apagaran las luces. En una noche donde la ficción celebraba su vuelta, la escena más auténtica fue, paradójicamente, la más real. La familia también puede escribirse en presente.
Los famosos en el reestreno de Mamma Mia!
Fotos: RS Fotos