El papa León XIV celebró su primer misa de Navidad en el Vaticano (REUTERS)

El papa León XIV celebró el miércoles por la noche la primera misa de Navidad de su pontificado en la basílica de San Pedro, donde transmitió un mensaje centrado en la caridad y la esperanza, ante miles de fieles y autoridades religiosas y diplomáticas reunidas en el Vaticano.

Antes del inicio de la ceremonia, el pontífice estadounidense salió a la plaza de San Pedro para saludar a unos 5.000 fieles que siguieron la misa a través de pantallas gigantes, debido a la falta de espacio en el interior del templo y bajo una persistente lluvia.

Desde el exterior de la basílica, el papa se dirigió a los presentes en inglés y reconoció su esfuerzo por asistir. “La basílica de San Pedro es muy grande, pero desgraciadamente no lo suficiente para recibirlos a todos. Los admiro y respeto, y les agradezco por su coraje y el deseo de estar aquí esta noche”, expresó.

Ya en el interior, ante cardenales, obispos, diplomáticos y cerca de 6.000 fieles, León XIV pronunció una homilía de tono marcadamente religioso, sin referencias directas a la coyuntura política internacional.

El papa, que exhibe un estilo más sobrio y reservado que su predecesor Francisco, centró su mensaje en la dimensión espiritual de la Navidad y en la dignidad humana. “Cuando una economía distorsionada lleva a tratar los hombres como mercancías, Dios se hace semejante a nosotros, revelando la dignidad infinita de cualquier persona”, afirmó durante el sermón.

Ya en el interior, ante cardenales, obispos, diplomáticos y cerca de 6.000 fieles, León XIV pronunció una homilía de tono marcadamente religioso, sin referencias directas a la coyuntura política internacional (REUTERS)

En otro tramo de su intervención, el pontífice subrayó el significado central de la festividad cristiana. “Proclamamos la felicidad de Navidad, que es la fiesta de la fe, la caridad y la esperanza”, señaló, en una ceremonia que recordó el nacimiento de Jesucristo, uno de los momentos más solemnes del calendario litúrgico de la Iglesia católica.

La celebración combinó cantos tradicionales, lecturas bíblicas y gestos simbólicos propios de la misa de Nochebuena. León XIV, de 70 años, optó por realizar la ceremonia a una hora más tardía que la establecida durante el pontificado de Francisco, que solía iniciar la misa alrededor de las 19:30 (hora local). La decisión marcó una de las primeras diferencias visibles en el modo de organización de las celebraciones papales bajo el nuevo pontificado.

Otro cambio relevante se anunció para el día siguiente. El papa presidirá el jueves por la mañana la misa del día del natalicio de Jesús, con lo que retomará una tradición vigente durante el pontificado de Juan Pablo II, entre 1978 y 2005, y que no se mantenía en años recientes.

Tras esa celebración, León XIV pronunciará al mediodía la tradicional bendición “urbi et orbi” —a la ciudad y al mundo— desde el balcón central de la basílica de San Pedro, un mensaje que suele incluir referencias a los conflictos y tensiones que atraviesan distintas regiones del planeta.

 El papa presidirá el jueves por la mañana la misa del día del natalicio de Jesús (REUTERS)

El pontífice se define como un defensor de una paz “desarmada y desarmante”, y se espera que en esa bendición renueve sus llamados al cese de la violencia y a la reconciliación entre los pueblos. En la víspera de Navidad, el martes por la noche, León XIV ya solicitó públicamente una tregua de un día en los conflictos armados del mundo, con motivo de la celebración cristiana.

La Navidad de 2025 coincidió además con el cierre del Jubileo, también conocido como Año Santo, una celebración extraordinaria de la Iglesia católica que atrajo a millones de peregrinos a Roma a lo largo del año. La conclusión de ese período otorgó a las ceremonias navideñas un carácter adicional de cierre espiritual y litúrgico en el Vaticano, bajo la conducción de un papa que inicia su pontificado con gestos de continuidad doctrinal y ajustes en la forma de las celebraciones.

(Con información de AFP)