Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei

“Lamentamos que se utilicen los mecanismos judiciales para sostener una narrativa prefabricada que busca instalar culpabilidades sin base en los hechos verdaderamente ocurridos”, expresó la prelatura del Opus Dei en un comunicado difundido tras la reciente escalada mediática y judicial de una causa de trata de personas en Argentina.

La declaración refleja la preocupación de la organización religiosa por el rumbo de una investigación penal en su contra, y marca el tono de una controversia que ha ido creciendo en los últimos meses y que, según la institución, responde a una estrategia de manipulación con fines económicos y mediáticos.

La polémica se desató a raíz de una investigación judicial sobre la situación personal de una mujer que, durante un periodo, formó parte del Opus Dei. El caso, que comenzó como un reclamo por supuestas irregularidades en aportes previsionales y laborales, ha evolucionado hasta convertirse en una denuncia penal por trata de personas que afecta a un grupo de 43 mujeres.

El abogado querellante, en declaraciones a diversos medios, anunció que ha solicitado la convocatoria del prelado del Opus Dei, Monseñor Fernando Ocáriz, para que manifieste su posición sobre los hechos. Esta petición, según la prelatura, carece de fundamento fáctico y jurídico, y se inscribe en una “estrategia mediática engañosa y sostenida”.

La organización sostiene que desde el inicio se ha intentado tergiversar los fines de la investigación penal, transformando lo que consideran un reclamo laboral y económico en una causa criminal. “La causa en su conjunto representa un intento de manipular la aplicación de una figura penal (la trata de personas) que no guarda relación con los hechos narrados por la denunciante, y mucho menos con la realidad del Opus Dei”, afirmó la prelatura en su comunicado. Para la institución, el uso del fuero penal, que debería estar reservado a la investigación de delitos y la búsqueda de justicia, se ha desnaturalizado para perseguir un objetivo económico.

El abogado querellante -informó la propia organización- solicitó la comparecencia de Fernando Ocáriz, máxima autoridad de la prelatura, en el marco de una causa que, en palabras del Opus Dei, “representa un intento de manipular la aplicación de una figura penal (la trata de personas) que no guarda relación con los hechos narrados por la denunciante, y mucho menos con la realidad del Opus Dei”.

La controversia se intensificó cuando el abogado querellante declaró en medios de comunicación que había solicitado la convocatoria de Fernando Ocáriz. Según la prelatura, esta acción “vuelve a apoyarse en conjeturas, sin aportar elementos concretos que justifiquen estas alegaciones”.

La organización denuncia que se intenta “extender artificialmente el objeto de la investigación penal a personas cuya vinculación directa con los supuestos hechos narrados por la denunciante es inexistente”. Esta dinámica, advierte el Opus Dei, responde a una instrumentalización del procedimiento penal con el objetivo de amplificar el impacto en la opinión pública y ejercer presión sobre el sistema de justicia.

Según la prelatura, “el conflicto comenzó en los medios de comunicación como un reclamo por inconsistencias en aportes previsionales y laborales. Luego, mutó a un reclamo económico civil de daños y perjuicios, y finalmente se transformó, en agosto de 2024, en una acusación de una persona que afirma haber sido víctima del delito de ‘trata de persona’”.

La organización sostiene que, para construir esta denuncia, se ha realizado “una descontextualización completa de la vocación que eligen libremente las numerarias auxiliares del Opus Dei”.

La organización también manifestó su preocupación por la reiteración de estrategias mediáticas que, a su entender, buscan influir en la opinión pública y condicionar el accionar de la justicia. “Es preocupante que esta dinámica de instrumentalización y tergiversación del procedimiento penal se repita, con el fin de amplificar el impacto en la opinión pública y ejercer presión sobre el sistema de justicia”, advirtió la prelatura. Como ejemplo de esta tendencia, la institución recordó la reciente solicitud de que Mons. Mariano Fazio fuera llamado a manifestar su posición, hecho que, según el Opus Dei, “fue anunciado con un despliegue mediático orquestado”.

La prelatura insiste en que la denuncia actual se sustenta en especulaciones y carece de elementos concretos que la respalden. “Esta última petición vuelve a apoyarse en conjeturas, sin aportar elementos concretos que justifiquen estas alegaciones”, subrayó la organización, en referencia a la solicitud de comparecencia de Fernando Ocáriz.

El Opus Dei sostiene que la extensión del objeto de la investigación penal a personas sin vinculación directa con los hechos denunciados constituye una maniobra para amplificar el caso y aumentar la presión sobre el sistema judicial.

En su declaración, la prelatura también hizo hincapié en otro aspecto: “Es fundamental preservar la seriedad institucional de la Justicia y garantizar que los trámites se desarrollen con objetividad, sin presiones externas y con pleno respeto al principio de presunción de inocencia”.

La prelatura del Opus Dei insiste en rechazar estas alegaciones y mantiene su disposición plena a colaborar con las autoridades judiciales, confiando en que la verdad prevalecerá”, concluyó la organización en su comunicado.