La nueva estrella

En las profundidades heladas del Mar Argentino, donde la oscuridad y el silencio dominan, el asombro volvió a la pantalla: una nueva “estrella culona” emergió en la transmisión en vivo de la expedición científica “Vida en los extremos” y desató otra ola de entusiasmo en las redes sociales.

La escena, capturada en tiempo real a casi 1.000 metros de profundidad gracias a un robot de última generación, puso ante los ojos del público argentino un inusual ejemplar del género Hippasteria, ya célebre luego de su aparición viral meses atrás.

Esta vez el ejemplar resultó más pequeño, según describieron los científicos, pero cargado de esa extrañeza que transforma lo desconocido en fenómeno cultural.

El tierno pulpito que encontraron en el fondo del mar (Conicet)

La transmisión “Vida en los extremos” se lleva a cabo desde el 14 de diciembre hasta el 10 de enero de 2026 y abarca un trayecto que conecta el puerto de Buenos Aires con Puerto Madryn. El buque Falkor (too), perteneciente al Schmidt Ocean Institute, recorre la Cuenca de Malvinas y la Cuenca del Salado en la exploración de ecosistemas abisales que pocas veces fueron observados en tiempo real.

Durante este periodo, el streaming se emite por el canal de YouTube del instituto y permite a cualquier persona presenciar los hallazgos científicos a través de emisiones programadas.

Otra estrella inédita encontrada en la expedición (Conicet)

El universo submarino y la nueva celebridad del streaming argentino

La expedición, liderada por María Emilia Bravo y su equipo de 25 investigadores —17 de ellos argentinos—, no solo explora territorios biológicos inexplorados: crea escenarios para el asombro colectivo. Desde la partida en diciembre, cada inmersión del ROV SuBastian redefine las fronteras de la ciencia y el entretenimiento educativo argentino.

“Señoras y señores, es una estrella culona, chiquita. Es otra Hippasteria. Momento histórico, todavía no hizo mucho ejercicio”, bromeó uno de los especialistas durante la transmisión, lo que generó una catarata de interacciones en redes. El episodio se sumó al fenómeno virtual que nació meses atrás, cuando la primera “estrella culona” se convirtió en meme nacional tras un hallazgo similar registrado en el cañón submarino Mar del Plata.

Una nueva batatita viral (Conicet)

El uso del ROV SuBastian —un robot de operación remota capaz de alcanzar los 4.500 metros— permite documentar en ultra alta definición organismos extraordinarios: anémonas, rayas, organismos gelatinosos y cefalópodos que habitan un mundo que resulta casi inaccesible sin tecnología de última generación.

Investigadores documentaron animales abisales inéditos en la plataforma continental argentina (Conicet)

La diferencia es que ahora, a partir del streaming impulsado por el CONICET y el Schmidt Ocean Institute, cualquier persona puede presenciar estos encuentros con la naturaleza más extraña e inaccesible vía YouTube.

El equipo realiza muestreo de plancton y de sedimentos, generando materiales de investigación y docencia que luego están disponibles en plataformas abiertas.

El streaming mostró la delicada recolección de muestras biológicas y geológicas a gran profundidad (Conicet)

La campaña “Vida en los extremos” fue reconocida luego del éxito con el Martín Fierro de Oro en los premios dedicados al streaming, transformando la exploración marina en un espectáculo inclusivo y educativo. La nueva “estrella culona” amplió el universo del humor marino digital y potenció el formato de divulgación científica abierto y colaborativo.

El buque, con sus 25 investigadores y especialistas —entre ellos personal del Instituto Argentino de Oceanografía, la UBA y el Museo Argentino de Ciencias Naturales—, busca revelar cómo la vida se reinventa a más de mil metros bajo el mar. Mientras, la audiencia digital crece: los clips de la pequeña Hippasteria circulan por WhatsApp y TikTok, y las emisiones mantienen récords de conexiones simultáneas.

Fragmentos virales de las transmisiones alcanzaron cifras récord de visualizaciones en redes sociales (Conicet)

La “estrella culona” no fue el único organismo que sorprendió durante esta travesía. En otra jornada, un pequeño pulpo apareció en cámara. “Qué bonito. Se queda tranquilito. Estos pulpos tienen ojos muy complejos”, narró una científica, mostrando la conjunción de rigor y cercanía de la campaña.

Con imágenes y datos que ingresan a bancos abiertos para educación e investigación, la misión del Falkor (too) avanza rumbo a Puerto Madryn hasta el 10 de enero. Las próximas semanas traerán nuevas sorpresas y ampliarán el conocimiento sobre un mundo oculto a la mirada humana.