El presidente de Siria, Ahmad al Sharaa, intervino este miércoles ante la Asamblea General de la ONU, marcando la primera vez en casi seis décadas que un jefe de Estado sirio se dirige a este foro internacional. Al Sharaa subrayó que Siria retorna “a la comunidad internacional” tras 60 años de dictadura en los que, según sus afirmaciones, fueron asesinadas 1 millón de personas y cientos de miles sufrieron torturas.
“Siria está recuperando su lugar legítimo entre las naciones del mundo”, declaró frente a representantes de todo el globo, al afirmar que el país inicia una nueva etapa política y social.
La última intervención de un líder sirio ante Naciones Unidas había tenido lugar en 1967, cuando Noureddine Attasi habló en el contexto de la guerra árabe-israelí. Durante aquel conflicto, Damasco perdió el control de los Altos del Golán, territorio posteriormente anexado por Israel en 1981. Desde entonces, Siria había estado gobernada ininterrumpidamente por la familia Assad hasta la caída de Bashar al Assad el pasado diciembre, tras una ofensiva insurgente relámpago encabezada por Al Sharaa. La destitución de Assad puso fin a casi 14 años de guerra civil.
Al Sharaa, ahora líder de la etapa de transición, criticó en su intervención la postura de Israel, a quien acusó de mantener sus amenazas incluso tras el cambio de gobierno en Damasco. Según sus palabras, esas políticas “contradicen el apoyo de la comunidad internacional a Siria y su pueblo”, lo que plantea riesgos para la estabilidad regional e incrementa la posibilidad de nuevos conflictos de consecuencias inciertas.
El mandatario informó que están en curso negociaciones para alcanzar un acuerdo de seguridad que apunte al retiro de tropas israelíes y el restablecimiento del acuerdo de separación de 1974. Aunque la semana anterior expresó que el pacto podría cerrarse en días, las declaraciones del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu el domingo enfriaron las expectativas respecto a un avance inmediato.
Durante su discurso, el presidente de transición demandó ante el pleno de la Asamblea General el levantamiento total de las sanciones internacionales contra Damasco y reivindicó la construcción de una nueva Siria basada en “los valores de la paz, la prosperidad y el desarrollo”. Al Sharaa aseguró que, tras recientes esfuerzos diplomáticos, Siria ha restablecido relaciones internacionales, forjado alianzas regionales y globales, y propiciado el levantamiento gradual de la mayoría de las sanciones existentes.
En cuanto a la política interna, Al Sharaa explicó que las autoridades actuales han disuelto todas las instituciones civiles y militares asociadas al antiguo régimen, estableciendo que el monopolio de las armas recae en el Estado. Agregó que han renovado las leyes de inversión para facilitar la llegada de grandes empresas y fomentar el crecimiento económico. “El Estado ha formado comisiones de investigación y ha dado acceso a la ONU para realizar sus propias pesquisas. Me comprometo a llevar ante la justicia a todos los responsables del derramamiento de sangre inocente”, afirmó, mencionando igualmente el reforzamiento de mecanismos de participación y la creación de una Comisión de Justicia Transicional.
Al Sharaa defendió que la ofensiva insurgente que derrocó a Bashar al Assad, liderada por el grupo Hayat Tahir al Sham (HTS), antigua filial de Al Qaeda, “no causó desplazamientos ni muertes de civiles” y priorizó el perdón y la reconciliación nacional. Aludió a un pasado reciente de violencia estatal: “El antiguo régimen asesinó a cerca de un millón de inocentes, desplazó a miles y millones, y demolió dos millones de hogares. Gente desarmada fue atacada con armas químicas. Nuestras mujeres y niños han inhalado gases tóxicos, todo para silenciar la verdad”.
En el ámbito internacional, reiteró que las “políticas de Israel en Siria contradicen la postura internacional y buscan explotar la transición siria, lo que amenaza a toda la región con nuevos ciclos de conflicto”. Aseguró que, pese a ese contexto, su gobierno ha apostado por el “diálogo y la diplomacia para superar la crisis”, reafirmando su compromiso con el Acuerdo de Retirada de Fuerzas de 1974, e instando a la comunidad internacional a respaldar a Siria en la defensa de su soberanía y su integridad territorial.
Al Sharaa, quien fue líder ‘de facto’ tras la huida de Assad a Rusia y ascendió al poder tras la ofensiva de los rebeldes en diciembre que culminó con la toma de Damasco, se convirtió así en el primer presidente sirio en hablar ante la ONU desde 1967.
(Con información de AP y EP)