Christian Horner dejó de formar parte de Red Bull oficialmente (REUTERS/Jakub Porzycki)

La salida de Christian Horner como director y CEO de Red Bull Racing fue uno de los impactos más grandes en las últimas décadas de la Fórmula 1. Más allá de que su despido se dio a conocer oficialmente el pasado 9 de julio, el directivo de 51 años fue destituido formalmente de los cuatro cargos clave de las compañías vinculadas a Red Bull en las últimas 48 horas. De esta manera, se cerró oficialmente una era histórica para la Máxima y para el team con sede en Milton Keynes.

Según informaron medios especializados como Motorsport, Horner ya no aparece en los registros de Companies House en el Reino Unido. De esta manera, se formalizó la salida del hombre de 51 años de todos los cargos directivos que aún mantenía en el entramado empresarial británico de Red Bull, un mes después de su despido como director del equipo y CEO. “Christian Horner fue oficialmente destituido como director de Red Bull F1″, puntualizó el periodista Filip Cleeren en dicho medio.

Aunque su desvinculación operativa se produjo de inmediato tras el Gran Premio de Gran Bretaña, su nombre seguía figurando en los registros de Red Bull Racing, Red Bull Technology, Red Bull Powertrains (responsable de los motores actuales fabricados por Honda) y Red Bull Powertrains 2026. La actualización en Companies House confirma que la empresa matriz ha completado el proceso de relevo, consolidando el control desde la sede austriaca y cerrando cualquier vínculo formal con el directivo británico.

“Nuevas presentaciones en Companies House mostraron que Horner ha sido oficialmente despedido como director de esas cuatro compañías en las últimas 48 horas, lo que sugiere que la compañía ha acordado los detalles de la indemnización con el hombre de 51 años”, afirmaron en el citado medio.

Christian Horner formó parte de Red Bull por más de 20 años (REUTERS/Leonhard Foeger)

El trasfondo de esta decisión se remonta a la creciente tensión entre la rama austriaca de Red Bull y el propio Horner, quien había acumulado un poder considerable en la gestión de la escudería y sus filiales. La empresa matriz, decidida a recuperar el control estratégico, optó por instalar a Laurent Mekies, exjefe del equipo Racing Bulls, como nuevo responsable de Red Bull Racing.

En paralelo a la salida de Horner, además de múltiples despidos de personas laderas al exdirector, la compañía designó a Stefan Salzer, antiguo jefe mundial de Recursos Humanos de Red Bull, como director administrativo de las cuatro entidades británicas, una medida que buscaba garantizar la continuidad operativa durante la transición. Además, tras la promoción de Mekies al frente del equipo principal, Alan Permane fue nombrado director de carreras en Racing Bulls, completando así la reestructuración de la cúpula directiva.

Hay que destacar también que esto corta de raíz las especulaciones que el propio Horner había impuesto sobre su desligación de la marca. Después de que diera a conocer la noticia de su despido, Christian habló en la base británica en Milton Keynes, donde se lo vio visiblemente emocionado. Allí, rompió en llanto mientras explicaba a los presentes que le habían comunicado que “ya no estaría involucrado con el negocio ni con el equipo”. Pese a este mensaje, añadió: “Seguiré trabajando para la empresa, pero operativamente, el relevo será transferido”. Pese a esto, su nombre ya no figura en las compañías de Red Bull.

Christian Horner ganó seis Campeonatos de Constructores y ocho de Pilotos durante su etapa en Red Bull (REUTERS/Gintare Karpaviciute)

En esta misma línea, su salida también tuvo cuestiones polémicas respecto a su indemnización. Según reveló el medio español Sport, Horner percibía unos 8,5 millones de euros por temporada, uno de los salarios más altos en la Fórmula 1 para un director de equipo. De esta manera, las negociaciones abrirían la posibilidad de que el ex piloto pueda reclamar hasta 60 millones de libras (más de 70 millones de euros) si se liquida la totalidad del contrato vigente.

Otros aspectos tensos en su salida habría estado en la mala relación que tenía con Jos Verstappen, padre de Max. Según las palabras del ex piloto Ralf Schumacher en diálogo con el podcast Boxengasse: “Hubo otra discusión o un intercambio acalorado, al menos visual y verbal, entre Jos Verstappen, Christian Horner y el jefe de prensa. Se notaba que Jos no estaba nada contento con la situación”, expresó en el diario británico The Sun.

Vale aclarar que el legado de Horner en Red Bull resulta innegable desde el punto de vista deportivo. Bajo su dirección, la escudería conquistó ocho campeonatos de pilotos —cuatro con Sebastian Vettel y cuatro con Max Verstappen—, además de seis títulos de constructores. Estos logros consolidaron a la marca como una de las fuerzas dominantes en la Fórmula 1 durante los últimos veinte años.

No obstante, la figura de Horner también se vio envuelta en controversias. El año pasado, una investigación interna lo absolvió de acusaciones de comportamiento inapropiado hacia una empleada, pero el episodio profundizó la desconfianza entre el directivo y la cúpula austriaca. Esta fractura interna aceleró la decisión de los accionistas de prescindir de sus servicios y reorganizar la estructura de mando.

Pese a esto, Christian Horner sigue estando en buena consideración por gran parte de las escuderías y su futuro podría resolverse en los próximos meses. Diversos medios especializados, entre ellos AMuS, aseguraron que el ex Red Bull estaría en los candidatos de Cadillac, flamante escudería que se incorporará a la Fórmula 1 en la próxima temporada. “El equipo recién llegado a la categoría, Cadillac F1, parece ser un posible destino, según se escucha en el ambiente de la F1”, dejó entrever dicho portal.