El paso del supertifón Ragasa por el sureste de China ha generado escenas de destrucción en diversas zonas costeras, incluyendo la región administrativa especial de Hong Kong. La mañana de este miércoles, el lobby del Fullerton Ocean Park Hotel, situado en el sector bajo de Aberdeen, fue invadido por enormes olas que superaron las barreras de protección y sacudieron el edificio cuando la tormenta alcanzó su punto más intenso.
Un video que circula en redes sociales muestra el momento exacto en que el agua rompe las puertas de cristal y arrastra a huéspedes y empleados dentro del vestíbulo. El incidente duró menos de un minuto, pero evidenció la fuerza incontrolable del mar: varias personas fueron derribadas y una de ellas intentó sostenerse de una figura de cartón antes de ser ayudada por quienes se encontraban cerca, mientras de fondo se escuchaban gritos de alarma.
De acuerdo con medios locales, el acceso principal del hotel quedó en ruinas, con el piso cubierto de lodo, arena y baldosas despegadas. Personal de limpieza fue desplegado de inmediato para retirar los escombros y restablecer la circulación interna del establecimiento tras el impacto de Ragasa.
La gerencia del hotel, en un comunicado, confirmó que no se reportaron heridos entre huéspedes ni empleados y subrayó que la seguridad de todos es la máxima prioridad. La administración anunció el refuerzo del personal y las labores de protección para asegurar un entorno seguro en medio del temporal, que mantiene en alerta máxima a varias regiones costeras del sur de China.
Dos millones de evacuados
El impacto del Ragasa obligó a evacuar a 1,89 millones de personas en la provincia de Guangdong, mientras más de 10.000 embarcaciones fueron trasladadas a zonas seguras. Según el Departamento de Gestión de Emergencias de Guangdong, 38.000 bomberos y equipos de rescate permanecieron en alerta máxima ante los riesgos de aludes, deslizamientos de tierra y oleaje extremo.
Las ciudades más expuestas, como Shenzhen y Guangzhou, enfrentaron ráfagas de viento que superaron los 180 kilómetros por hora. En Macao, el agua alcanzó la altura de la cintura en las principales calles, afectando la movilidad urbana y la industria turística y del juego. La actividad de la ciudad financiera de Hong Kong quedó prácticamente paralizada desde la madrugada del miércoles.
En Taiwán, los servicios de emergencia confirmaron la muerte de 14 personas tras el colapso de una presa natural en el condado montañoso de Hualien. La ruptura liberó 68 millones de toneladas de agua, arrastró vehículos y dejó a miles de residentes atrapados en pisos superiores. Además, 129 personas siguen desaparecidas.
En Filipinas, Ragasa alcanzó la categoría equivalente a huracán 5 al pasar por el norte del país. Al menos siete pescadores murieron tras el naufragio de su embarcación frente a la isla de Luzón, según informaron agencias locales.
Hong Kong registró el noveno ciclón de la temporada, cuando la media anual no supera los seis, de acuerdo con la City University of Hong Kong, que subrayó la singularidad de este año por el aumento en la frecuencia e intensidad de los tifones en la región.