El ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, que realiza una visita sorpresa este jueves en Kiev, denunció que Moscú no tiene interés en alcanzar la paz en la guerra ruso-ucraniania, como demuestran los últimos ataques de Rusia contra el país del presidente Volodímir Zelensky.
“Con esa gran cantidad de ataques con drones y misiles se deja una señal clara de Moscú: no hay interés en una solución pacífica”, dijo Pistorius a su llegada a la capital ucraniana, donde tendrá varias reuniones con responsables del Ejecutivo de Zelenski para abordar, entre otras cosas, la ayuda a Kiev frente a la invasión rusa.
Pistorius manifestó que los últimos ataques rusos, en los que las tropas del presidente de Rusia, Vladímir Putin, han empleado cientos de drones y misiles contra lo que el político alemán calificó de “creciente número de zonas civiles”, deben “fortalecer el apoyo decidido a Ucrania”.
El titular de Defensa del Gobierno alemán explorará en sus reuniones de este jueves cómo continuar con el apoyo militar a Kiev frente a la agresión de Rusia, incluido con soluciones europeas consistentes en “cooperación industrial y otros tipos de apoyo”.
Pistorius hizo estas declaraciones al llegar a la estación de tren de Kiev, tras una noche del miércoles a este jueves en la que la Fuerza Aérea ucraniana logró neutralizar 49 de un total de 63 drones rusos lanzados contra Ucrania, tanto de tipo ‘Shahed’, de fabricación iraní, como drones réplica.
Según cifras de la agencia ucraniana ‘Ukrinform’, a principios de esta semana se produjo el mayor ataque ruso con drones desde el comienzo de la guerra.
En él se emplearon hasta 479 drones ‘Shahed’ y drones de réplica, así como cuatro misiles hipersónicos Kinzhal, 14 misiles de crucero diferentes y dos misiles aire-superficie Kh-31.
Rusiaha complicado el abastecimiento de la ciudad ucraniana deKostyantynivka, ya que estos dispositivos,conectados por cable de fibra ópticapara evitar interferencias electrónicas, ahora alcanzan hasta 40 kilómetros (25 millas), el doble de su alcance del año anterior.
En este contexto, las fuerzas rusas han logrado en mayo avances territoriales en Ucrania a un ritmo no visto desde finales de 2022, intensificando su ofensiva de verano con el objetivo de proyectar en Occidente la imagen de que una victoria del Kremlin es inevitable, según reportó The Wall Street Journal.
De acuerdo con el medio estadounidense, la ofensiva rusa no se limita a la obtención de territorio, sino que busca influir en la percepción de los líderes occidentales, transmitiendo la idea de que cualquier ayuda adicional a Kyiv sería en vano.
Analistas citados por ese medio sostienen que el Kremlin intenta forzar a Ucrania a aceptar sus condiciones, que equivalen prácticamente a una rendición, mientras que el gobierno ucraniano procura resistir y causar suficientes bajas a las fuerzas rusas para que Moscú reconsidere el costo de continuar el conflicto.
El avance ruso se ha acelerado en los últimos meses, tras un periodo de estancamiento y combates costosos para ambos bandos. Según explicó George Barros, analista del Institute for the Study of War en Washington, el Kremlin busca aprovechar su superioridad numérica obligando a Ucrania a defender una línea de frente de casi 965 kilómetros (600 millas).
(Con información de EFE)