En una licitación clave para el mercado, hoy el Tesoro buscará renovar vencimientos por 15 billones de pesos y empezar a recorrer el camino para que las tasas empiecen a descender luego del pico alcanzado en las últimas jornadas. Sin embargo, los inversores creen que la posibilidad de una disminución fuerte de rendimientos en pesos es más bien limitada al menos en las próximas semanas.

En el horizonte aparecen las elecciones bonaerenses, que se llevarán adelante el 7 de septiembre. La expectativa es que un resultado favorable para la coalición que integran La Libertad Avanza y el PRO ayuden para descomprimir la tensa actualidad del mercado financiero.

Pero parece difícil que el nerviosismo por el resultado de esas elecciones permita una disminución muy significativa de las tasas, que venían de niveles del 30% antes que comenzara a escalar el dólar. La expectativa es que un buen resultado del oficialismo sea clave para descomprimir la presión sobre el tipo de cambio y por ende que eso afloje rápidamente las tasas.

“Está claro que el Gobierno quiere llegar a las elecciones de septiembre con el dólar totalmente controlado y la menor presión posible sobre los precios para conseguir un buen resultado”, explicaba uno de los operadores de bonos más importantes del mercado. “El peligro es que quede todo muy parejo y haya que esperar hasta las elecciones legislativas del 26 de octubre para que haya un mensaje más fuerte de las urnas. En ese caso, el contexto de stress financiero puede prolongarse mucho”.

Ayer las tasas de préstamos interbancarios se aproximó al 80% anual en pesos, mientras que los rendimientos de las LECAP de corto y mediano plazo se mantuvieron cómodamente por encima del 50%.

La contracara de estas altas tasas es la presión cambiaria, contenida justamente por un excesivo premio para los optan por quedarse en pesos. Ese incremento de los rendimientos en pesos (los bancos por ejemplo subieron hasta 10 puntos la tasa de plazo fijo) no es otra cosa que la contracara del aumento de la presión del mercado por dolarizarse.

Santiago Bausili, presidente del BCRA, y Luis Caputo, ministro de Economía

Ayer se dispuso que el BCRA pondrá a disposición desde mañana una ventanilla de liquidez para los bancos, contra la garantía de bonos suscriptos en emisión primaria de más de 60 días. De esta manera, se busca que las entidades que requieran pesos igual participen de la licitación y refinancien sus vencimientos contra la posibilidad de luego hacerse de los fondos.

El Gobierno avanza así con su estrategia de ir impulsando una reducción de tasas para que no haya un impacto significativo en la economía. Mientras tanto, el Tesoro debe asumir mayores costos por renovar a tasas superiores al 50% anual en pesos cuando la inflación es la mitad. Al mismo tiempo, semejantes niveles impactan negativamente en el otorgamiento de crédito y por lo tanto perjudican la reactivación.

Con tasas tan altas, por otra parte, la estrategia oficial es que tanto el público como las empresas salgan a vender sus dólares para conseguir pesos en vez de buscar financiamiento. Pero la estrategia no funcionó al menos por ahora: antes de la elección es difícil -o casi imposible- promover una venta masiva de dólares para evitar tasas altas.

De todas formas, las elevadas tasas sí resultaron preponderantes para que el tipo de cambio cayera desde $ 1.380 hace diez días a $ 1.330, es decir una caída de 50 pesos. En este casi fue clave una mayor liquidación del agro, que se vio tentado por un dólar más alto, la disminución permanente de las retenciones y la posibilidad de posicionarse en pesos a rendimientos elevados.