
Se conocieron dos datos clave para los inversores: la excelente licitación del Tesoro y la decepcionante inflación de noviembre. Pero todavía falta el dato que los saque del letargo que hace que los bonos soberanos, los títulos en pesos y la acciones operen sin volatilidad con leves alzas y leve subas. En la plaza cambiaria, el Tesoro sigue comprando. En dos días habría adquirido USD 270 millones en el Mercado Libre de Cambios (MLC).
La inflación de noviembre de 2,5% estuvo 0,2 puntos porcentuales por encima de lo que esperaban casi todos los analistas. El dato potenciará el sistema de bandas cambiarias, alentando el retraso del dólar y el alejamiento de la liberación del cepo.
Según los analistas de Adcap Grupo Financiero la dinámica inflacionaria se posicionaría en 2,3% en diciembre, “con riesgos inclinados al alza debido a mayores aumentos en precios regulados y alimentos”.
La estadística de precios del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) fue recibido con bajas en las LECAP y BONCAP que vencen entre enero y junio. Al bajar el precio, la tasa de rendimiento se ubicó entre 2% y 2,30% efectivo mensual. Mientras que, para el segundo semestre del año, los rendimientos están en un promedio de 2,25% efectivo mensual. Los más buscados fueron los bonos CER que ajustan por el costo de vida y tuvieron subas de hasta 0,8% en los plazos más cortos.

Para Portfolio Personal Inversiones (PPI) la inflación “ya no es prioridad central del Gobierno (a diferencia del primer año de gestión de Milei), su persistente rigidez vuelve cada vez más relevante a la banda superior del esquema cambiario”.
Es que el modelo tiene un punto de vulnerabilidad: la inflación está superando largamente la devaluación de 1% mensual del dólar mayorista. El retraso cambiario se agudizará y, según PPI, “a esto se suma una posición neta de reservas todavía negativa (en torno a los -USD 2.730 millones), que ofrece un respaldo limitado”.
Los bonos soberanos, a pesar de la caída del rendimiento del bono del Tesoro de Estados Unidos, experimentaron descensos divergentes. Mientras los referentes bajo ley local perdieron hasta 1,2%, los Global emitidos con ley Nueva York cedieron hasta 0,5%. Como contrapartida, el riesgo país subió 6 unidades (+1%) a 634 puntos, ignorando la buena licitación del día anterior del Bonar 2029N.
El mercado no va a reaccionar hasta que no escuche el esperado anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre cómo obtendrá los USD 3.300 millones que faltan para cubrir los vencimientos de deuda del 9 de enero.
Sin embargo, mientras los inversores mantienen la cautela, cuando el Gobierno llama a una licitación de títulos responden y muestran confianza en el plan económico.
Esto se vio en la licitación de Bonos del Tesoro, donde vencían $40 billones, pero menos de la mitad estaba en poder de los privados. A diferencia de los eventos anteriores, ahora los inversores buscaron los bonos CER. Los tres títulos que ajustan por el costo de vida representaron 45% de la licitación, ya que se renovaron $9,5 billones. La contracara fueron los dollar linked que evolucionan con el tipo de cambio mayorista y concentraron apenas $51,2 mil millones.
Entre los bonos a tasa fija los más buscados fueron la LECAP que vence el 27 de abril que captó $2,7 billones y el bono TAMAR a tasa variable que vence en agosto con $2,5 billones.
Según Sailing Inversiones “la licitación dejó una señal positiva para el mercado: en pleno tramo final del año, cuando la demanda de pesos suele tensionarse y aumenta la incertidumbre, el Tesoro consiguió refinanciar holgadamente sus vencimientos con un rollover del 102% y una demanda que superó los $23 billones. Más allá de la magnitud adjudicada, el dato relevante es que el mercado convalidó una baja adicional en las tasas de los instrumentos a tasa fija y una mejora en el costo de financiamiento en el tramo CER, lo que sugiere que los inversores perciben un proceso de estabilización más firme”.
El informe agrega que “el volumen tomado en el tramo CER largo, con el TZX28 cerrando debajo del 9%, también muestra que empieza a aparecer una mayor disposición a alargar duration (plazos). Consideramos que en el futuro las tasas largas reales continuaran en un sendero decreciente”.
Sailing Inversiones destaca que “la vida promedio de los títulos de 1,2 años, casi el doble del promedio reciente, es otro indicio de que el mercado está dispuesto a acompañar la estrategia de normalización y a reducir gradualmente el cortoplacismo que predominó en los meses previos”.
La Bolsa tuvo otra rueda negativa. El S&P Merval de las acciones líderes bajó 1,1% en pesos y 1,9% en pesos. La baja fue constante. No hubo volatilidad, las acciones cerraron en el mismo precio que abrieron con excepción de Aluar que perdió 5% y Metrogas que cayó 4%.
Los inversores permanecen inmunes a las buenas noticas empresarias. Por caso Pampa Energía se quedará con Loma Negra. Las acciones de Pampa perdieron 0,5% y las de la cementera avanzaron apenas 1%. Pero la empresa petrolera además mostró su solidez económica rescatando una Obligación Negociable (ON) de más de USD 60 millones antes de su vencimiento del 26 de marzo y otra que caduca el 9 de diciembre del año próximo por un monto de USD 61 millones.
En tanto, en el mercado financiero los dólares tuvieron leves alzas. El MEP aumentó 0,3% a $1.476 y el contado con liquidación (CCL), 0,7% a $1.509.
El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini indicó que “hubo desarme neto de posiciones en futuros por unos 33,9 millones que tuvo un impacto positivo en las implícitas más cortas dejando con rendimientos muy escuetos a los sintéticos del primer tramo. No puede descartarse que, esta vez, la autoridad monetaria haya aprovechado para achicar su posición short”.
F2 señaló que “se informaron pedidos por desempleo semanales en Estados Unidos por 236.000 mientras el mercado esperaba 220.000. Este dato, en cierto punto, abona los argumentos de la Reserva Federal para bajar las tasas y los rendimientos de bonos del Tesoro americano retrocedieron mientras los principales índices accionarios tomaron impulso”.
Cada día se espera que sea mejor que el otro, pero los inversores no salen de su letargo. Tal vez descontaron que se pagará la deuda en enero o esperan un anuncio que confirme cómo se hará ese pago. Por el momento no respondieron siquiera al hecho visible de que el Tesoro está comprando dólares para acumular reservas. La esperanza de que haya una reacción importante, se renueva diariamente.