La cocina es uno de los espacios de la casa más difíciles de limpiar, sobre todo, porque es el lugar que más frecuentamos y el que usamos para preparar cada uno de nuestros platos. Además del detergente y el agua caliente, esenciales para remover los residuos de los utensilios, hay un método con el que podrás eliminar la grasa del horno y las asaderas, la misma que a veces es imposible quitar.

El limón, uno de los aliados más potentes de la limpieza

No solo es el dinero que se pierde al intentar una y otra vez eliminar las manchas, sino también tiempo, ya que las partículas de grasa se adhieren a las paredes internas del horno y, con el tiempo, se carbonizan y generan residuos difíciles de limpiar. Seguramente intentaste todo lo que encontraste en Internet y compraste decenas de productores industriales, pero el resultado es el mismo. A raíz de esto, te contamos con qué fruta podrás ver tu cocina como nueva.

La cáscara de limón tiene propiedades antioxidantes, antibacterianas y antivirales (imagen ilustrativa)

Se trata del limón, uno de los aliados más potentes de la limpieza. Su alto contenido ácido permite disolver la suciedad sin dañar las superficies.

Cómo usar el limón para eliminar la grasa:

  • Cortá un limón a la mitad y frotá directamente sobre la zona a limpiar.
  • Dejá actuar el jugo durante 10 a 15 minutos.
  • Retirá con una esponja húmeda o un paño suave.
  • Para mejores resultados, podés calentar el horno a baja temperatura antes de aplicar el limón. 

Si querés mantener tu cocina limpia, seguí estas recomendaciones:

  •  Limpiá el horno después de cada uso o al menos una vez por semana si cocinás con frecuencia.
  • Usá bandejas o papel aluminio para evitar que los líquidos caigan directamente en la base.
  • Ventilá bien el horno y la cocina tras la limpieza para evitar humedad. Adoptar estos hábitos no solo facilitan el proceso de cuidado, sino que también extiende la vida útil de los electrodomésticos y mejora la calidad del aire en tu hogar. 

El limón es un gran aliado de la limpieza. Sin embargo, no solo nos es útil el cítrico, sino también la cáscara, así que !no la tires! Podés tener listo en casa un pulverizador que funcione como desinfectante y desengrasante. Tomá nota del paso a paso:

  • Colocar una generosa cantidad de cáscaras de limón en una licuadora.
  • Agregar agua en el vaso de la licuadora hasta cubrir todas las cáscaras por completo.
  • Licuar bien unos tres minutos o hasta que la mezcla quede completamente homogénea.
  • Una vez listo, colar cuidadosamente con una tela y pasar a un bowl.
  • Luego, agregar a la preparación tres cucharadas colmadas de bicarbonato de sodio, una de sal, tres de jabón para lavar los platos o detergente y tres de alcohol etílico.
  • Para finalizar, pasar la mezcla a un atomizador para facilitar su uso.

Las cáscaras de limón sirven para limpiar y desinfectar

Pero, ¿cuáles son las propiedades que hacen que la cáscara de limón sea tan eficiente?

  • Poder desengrasante: el limoneno, un fuerte componente presente en la cáscara del limón, es muy efectivo a la hora de disolver grasas y aceites.
  • Poder antibacteriano: los compuestos de la cáscara y, especialmente, el ácido cítrico impiden el crecimiento de las baterías y los microorganismos en las superficies del hogar.
  • Poder antioxidante: contiene flavonoides, vitamina C y otros antioxidantes, por lo que puede usarse para preparar infusiones saludables que purifiquen el cuerpo.