
Nueve personas, vestidas con el icónico traje rojo y la barba blanca de Papá Noel, protagonizaron delitos de alto impacto en diferentes países durante los últimos años. Los hechos ocurrieron en ciudades de Europa y América, con variedad de episodios que sorprendieron a la opinión pública. Las autoridades investigaron crímenes como envenenamientos, asaltos y agresiones cometidos por individuos que llevaban el disfraz tradicional de Santa Claus.
Los eventos se registraron desde Alemania hasta Estados Unidos, e incluyeron hechos de diversa gravedad y notoriedad. Las investigaciones oficiales buscaron identificar a los autores, que muchas veces usaron el atuendo festivo para ganar confianza o pasar desapercibidos. El caso más antiguo reportado se remonta a 2008 y los más recientes se detectaron en 2015.
Los protagonistas de estos delitos aprovecharon la imagen tradicional de Papá Noel para acercarse a sus víctimas en espacios públicos y privados. Algunos robos alcanzaron altas sumas de dinero, mientras que otros episodios derivaron en daños físicos y psicológicos en las víctimas, con consecuencias graves para toda la comunidad.

Crímenes en Alemania y Estados Unidos, robos y violencia inusitada
En Berlín, el responsable de un episodio de intoxicación masiva se presentó como Santa Claus en un mercado navideño en 2011. Según Crime Investigation, ofreció vino caliente y otras bebidas a los visitantes, que luego sufrieron náuseas, vómitos y pérdida de conciencia. La policía confirmó que las consumiciones estaban adulteradas con una mezcla de drogas. El caso nunca se resolvió y el principal dato del sospechoso fue su disfraz.
De acuerdo con la misma fuente, en 2010, otro hombre vestido como Papá Noel robó un supermercado en Berlín y escapó con más de 5.000 libras. La policía local examinó las imágenes de seguridad pero no atrapó al culpable. Varios comerciantes reforzaron sus protocolos después del incidente para evitar nuevos hechos similares.
En Atlanta, Georgia, Elkin Donnie Clarke trabajó como Santa Claus en un centro comercial cuando agredió a una mujer de 74 años. Usó una tabla de madera y justificó el ataque al acusarla de robarle caramelos valuados en USD 145.
Luego, Clarke amenazó a otro testigo, quien intentó intervenir. Según las investigaciones, la víctima falleció por las lesiones sufridas; el hecho generó conmoción y llevó a la detención del hombre.

Las historias no se limitaron a casos de robo o agresión física. En Brasil, 2015, un individuo disfrazado de Papá Noel alquiló un helicóptero, redujo al piloto y captó a un cómplice antes de concretar el secuestro de la nave.
Los autores dejaron al piloto atado y escaparon sin dejar rastros. En tanto, la policía desplegó un amplio operativo de búsqueda. La investigación incluyó entrevistas en el aeropuerto y análisis de registros de vuelo.
En 2009, David Cotton, también caracterizado como Santa Claus, asaltó un banco en Tennessee. Entró portando una bolsa y un arma, logró apoderarse del dinero y huyó.
Según la crónica policial, Cotton repitió el patrón en otra entidad bancaria, esta vez disfrazado de duende para el día de San Patricio. En el segundo hecho, el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad resultó letal para el delincuente.
El disfraz festivo derivó en actos violentos y fraudes
El caso de Bruce Jeffrey Pardo en Los Ángeles, en diciembre de 2008, marcó uno de los episodios más trágicos. Vestido de Papá Noel y portando un gran paquete, irrumpió en una fiesta familiar y abrió fuego contra los presentes. Luego, incendió la casa usando acelerantes. El ataque resultó en nueve víctimas fatales y conmocionó a la ciudad. Las autoridades atribuyeron el motivo al reciente divorcio del atacante.

En California, Randy Lange, de 57 años, distribuyó marihuana envuelta en servilletas entre los asistentes de un restaurante. Varias personas recibieron los paquetes “de regalo” durante la comida. La policía intervino poco después y lo detuvo.
En tanto, en Nueva York, durante una SantaCon en el East Village, la paramédica Robalina Giannella fue arrestada luego de lanzar un vaso de cerveza a una camarera. El hecho se produjo tras una discusión por el monto de la cuenta en un bar. La mujer enfrentó cargos por asalto en segundo grado tras ser detenida en el lugar.
Un hecho similar ocurrió en Atlanta, cuando Ronald Papaleoni, de 70 años, fundó una organización caritativa para niños desfavorecidos y luego desvió aproximadamente USD 15.000 para uso personal, en lugar de ser destinados a programas sociales. Fue arrestado por cinco cargos de robo.

Por último, Jesse Berube intentó entrar a un local por la chimenea disfrazado como Papá Noel durante un intento de robo. Quedó atascado y debió llamar por ayuda al 911. La policía acudió y lo arrestó en el acto.
La lista evidencia que la iconografía navideña puede utilizarse con fines delictivos. Aunque Papá Noel simboliza la alegría y la generosidad, varios delincuentes optaron por aprovechar su imagen para cometer estafas, robos y hechos de violencia. Los casos analizados muestran cómo la confianza y el espíritu festivo resultan vulnerables ante quienes buscan delinquir.