Primero fue el llamado Juicio de París, en el que el vino californiano le “mojó la oreja” al Viejo Mundo y se hizo un lugar destacado ante la mirada de críticos y consumidores. Ahora, varias décadas más tarde, es el Juicio de Düsseldorf el que le recuerda a Francia que el gran Cabernet Sauvignon del mundo también se produce fuera de sus fronteras. Y, para alegría de la Argentina, un mendocino fue elegido en esta cata a ciegas en la que grandes expertos en vino pusieron a prueba los íconos de cuatro continentes.
El autoproclamado Juicio de Düsseldorf se llevó a cabo semanas atrás en la feria ProWein, realizada en esa ciudad alemana. Diez Master of wine (título máximo en materia de vino) fueron convocados por la publicación inglesa The Drinks Business para participar de una cata a ciegas de 12 tintos que fueran considerados “reyes de los vinos” en sus respectivos países de origen, y que tuvieran como base a la variedad Cabernet Sauvignon.
En 1976, en el llamado Juicio de París, fueron catados a ciegas vinos de Burdeos y de California, y para sorpresa de todos (jurado incluido) el puntaje más alto recayó en un californiano. Lo que en principio fue un hecho anecdótico trascendió luego cuando la historia fue publicada en la revista Time, dándole buenos argumentos a los Estados Unidos para ubicar sus vinos junto a los grandes vinos franceses.
Ahora, solo siete de los 12 vinos catados a ciegas fueron reconocidos por el panel de expertos como equivalentes a un Premier Cru Classé A francés, que es la categoría de más alta calidad de los vinos de Burdeos (la meca del Cabernet Sauvignon). Entre ellos, se encontraba un ícóno francés, el Château Lafite Rothschild 2021, pero también alcanzó ese reconocimiento el norteamericano Opus One 2021, el chino Changyu Longyu Long 12 2021, y el argentino Nicolás Catena Zapata 2021.
Volver a casa
“Muy clásico. Tras probar una serie de vinos de estilo más innovador, da la sensación de volver a casa”, dijo el Master of Wine Wojciech Bońkowski, al describir al mendocino.
“Creo que lo más importante es que quienes hicieron la cata, que fue a ciegas, eran masters of wine”, comentó Laura Catena, directora de la bodega Catena Zapata. “Que un Cabernet argentino sea considerado comparable con un Premier Cru Classé A es un honor para la Argentina, porque indica que nuestro terruño tiene la capacidad de producir un vino de tan alta categoría”, agregó.