El juez Alexandre de Moraes de la Corte Suprema de Brasil decidió este lunes mantener al ex presidente Jair Bolsonaro bajo prisión domiciliaria y prolongar las medidas cautelares en su contra, al considerar que existe un “fundado riesgo de fuga” por parte del líder ultraderechista.
La resolución del magistrado rechaza un pedido de la defensa del ex mandatario, condenado a 27 años y 3 meses de prisión por intentar dar un golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022 frente al actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva. Bolsonaro, de 70 años, permanece recluido en su residencia de Brasilia desde el pasado 4 de agosto.
De Moraes sostuvo en su fallo que “la garantía del orden público” y la “necesidad de asegurar la aplicación integral de la ley penal” justifican mantener las medidas cautelares vigentes. Entre ellas figuran la prisión domiciliaria, la prohibición de usar redes sociales y la restricción de contacto con otros implicados en la trama golpista.
El Supremo dictó las medidas cautelares en el marco de en una pieza separada del proceso principal por intento de golpe de Estado, juzgado el 11 de septiembre, cuya sentencia aún no fue publicada y contra la cual todavía cabe recurso.
En esa investigación paralela, el ex jefe de Estado (2019-2022) y su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro, son sospechosos de haber intentado presionar al gobierno de Estados Unidos para que sancionara a jueces y autoridades brasileñas en represalia por el juicio por golpismo. De acuerdo con la causa, esas gestiones derivaron en aranceles del 50% a varios productos brasileños, decretados por el presidente Donald Trump, y en la revocación de visados a jueces del Supremo y funcionarios del Gobierno de Lula, entre otras medidas.
La defensa de Bolsonaro había solicitado levantar las medidas cautelares, alegando que el Ministerio Público solo denunció a Eduardo Bolsonaro, sin incluir hasta el momento al expresidente. Sin embargo, el juez rechazó el pedido y reforzó sus argumentos al mencionar el “fundado temor de fuga” tras un hallazgo clave durante las investigaciones. Según la Policía Federal, en uno de los teléfonos incautados a Bolsonaro se encontró un pedido de asilo dirigido al presidente argentino, Javier Milei.
El viernes pasado, los abogados del exmandatario solicitaron la visita de un médico a su domicilio por el “agravamiento de sus episodios persistentes de hipo”, un trastorno que padece desde el atentado con cuchillo que sufrió durante un mitin en 2018 y que, según la defensa, se habría intensificado en los últimos meses.
Bolsonaro fue condenado junto a siete de sus colaboradores más cercanos, entre ellos exministros y altos mandos militares, por “liderar” una conspiración golpista para revertir su derrota electoral y “perpetuarse en el poder”.
El Supremo Tribunal Federal aún debe publicar la sentencia definitiva, momento a partir del cual se abrirá el plazo formal para presentar recursos.
(Con información de EFE)