
La Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) de Uruguay emitió una declaración advirtiendo ante lo que considera que es un “aumento de expresiones discriminatorias” y, en particular, del antisemitismo en el país. El texto surge días después de que el Comité Central Israelita y la Asociación Jaime Zhitlovsky hicieran algunas advertencias en la Comisión Especial de Seguridad Pública y Convivencia del Senado.
La Inddhh “comparte la preocupación por el incremento de los hechos de discriminación y antisemitismo en Uruguay”, dice el texto difundido este lunes. El organismo señala que en la comparecencia de estas dos organizaciones al Parlamento se recogió un “creciente registro de situaciones de esta naturaleza”.
“La Inddhh entiende que toda manifestación de odio, amenaza o agresión basada en la religión, el origen étnico-racial, el género, la orientación sexual, la discapacidad o la edad constituye una grave vulneración a los derechos humanos y atenta contra los valores de respeto, diversidad y convivencia que sustenta una sociedad democrática”, dice el texto.

“El antisemitismo, al igual que toda forma de discriminación, promueve la exclusión y la violencia. Su naturalización podría poner en riesgo la cohesión social y debilitar los cimientos de paz y tolerancia que históricamente caracterizan a Uruguay”, agrega el comunicación de la institución.
Este organismo del Estado uruguayo reafirmó su “compromiso con la promoción de una cultura de respeto y diálogo, libre de prejuicios y discriminación” y convocó a “actores sociales y estatales a fortalecer las acciones educativas y de prevención” para lograr “erradicar el antisemitismo y toda forma de intolerancia de cualquier ámbito”.
Además, la Institución Nacional de Derechos Humanos de Uruguay informó que evalúa la creación de un “espacio de reflexión y trabajo en su órbita”, que esté orientado a “diseñar propuestas que contribuyan a una convivencia pacífica y respetuosa, libre de toda discriminación”.

Pero, ¿cuál fue el planteo de estas dos organizaciones judías en el Parlamento? El Comité Central Israelita fue invitado a ese ámbito tras una movilización con banderas palestinas en las inmediaciones de la Escuela Integral Hebreo Uruguaya. La directora de esta organización, Gabriela Fridmanas, dijo en ese ámbito que hay niños que “sienten temor” cuando salen de la escuela. “Desde el 7 de octubre, por lo menos, yo percibo que estamos en soledad”, dijo Fridmanas, según consignó La Diaria.
David Fryd, directivo de la Asociación Jaime Zhitlovsky, dijo en tanto que en la opinión pública se mezclan los conceptos de “antigobierno” y “antipueblo” de Israel. “Si yo aceptara que el gobierno israelí pretende, a través de sus palabras, representar a todos los judíos de la diáspora, a todos los judíos del mundo, eso para mí no es cierto. No estoy de acuerdo con eso, y no me hace antijudío ni antiisraelí, ni mucho menos antisemita”, sostuvo.
Zhitlovsky dijo que no se rasgaría las vestiduras por ver una bandera de Palestina, pero cuestionó: “Sí me va a molestar que ‘Viva Palestina libre’ haga una manifestación delante de la escuela, porque es lo que les hicieron a los niños, y eso no está bien”.
El aumento del antisemitismo en Uruguay está medido por estudios de opinión pública. Un informe de la consultora Opción muestra que hay una “luz amarilla” en este sentido, según informó semanas atrás el semanario Búsqueda.
Entre el 10% y el 20% de la población uruguaya tiene una actitud hostil o negativa hacia los judíos. Las opiniones desfavorables solían ser más prevalentes en las personas de derecha, pero ahora eso ha cambiado y crecieron entre los votantes de izquierda. “Es un indicador de judeofobia. No es un porcentaje menor. Son entre 270.000 y 500.000 personas”, declaró a ese medio el director de la consultora, Rafael Porzecanski. “Hay una luz amarilla. Una advertencia. Un desafío a la convivencia”, señaló.