En la convención nacional del PRO que encabezó Mauricio Macri, el equipo económico presentó un informe reservado con un duro diagnóstico sobre la coyuntura financiera y productiva, y sobre las políticas del gobierno de Javier Milei. Este análisis fue parte del temario de la cumbre, que incluyó reproches cruzados y definiciones clave sobre la estrategia electoral y el futuro vínculo con La Libertad Avanza.
El borrador del documento, al que accedió Infobae, reconoce avances tras la apertura del cepo, como la estabilización parcial del mercado cambiario y la convergencia del tipo de cambio hacia el centro de la banda, en un contexto de control fiscal y monetario.
El último dato de inflación, con un 1,5% en mayo según el Indec, la más baja de los últimos 5 años, fue presentado por el Gobierno como un logro. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y el propio Milei destacaron, a través de redes sociales, que la desaceleración de precios es producto de la eliminación de regulaciones y del feroz ajuste fiscal. Según la proyección oficial que se realiza en Casa Rosada, la economía crecerá este año un 6%.
Sin embargo, el equipo económico del PRO advirtió que la baja de la inflación “no alcanza para garantizar un verdadero despegue económico” y señaló que las políticas actuales “no logran contener los problemas estructurales”, con una recuperación muy frágil tanto en el frente social como en el productivo.
Cuestionaron, además, la falta de acumulación de reservas genuinas, el carácter “contractivo” del enfoque oficialista y el impacto de la política cambiaria y monetaria sobre la actividad industrial, la construcción y los ingresos reales.
“Desde el punto de vista social y productivo, tras el rebote en V en la segunda mitad del año pasado, hay sectores con crecientes problemas de competitividad, especialmente transables e industriales, también en la construcción”, se planteó en el informe que el exministro de Economía Hernán Lacunza presentó en la sede del PRO de la calle Balcarce.
También alertaron sobre “un estancamiento en la recuperación del ingreso disponible de las familias”, y analizaron que “un mercado laboral más flexible de facto no aumenta la desocupación, pero sí la subocupación”.
En otro pasaje, señalaron: “El desafío cambiario también se percibe en la reducción a la mitad del superávit comercial, la profundización del déficit en el intercambio industrial, el no crecimiento del saldo favorable energético y la agudización del déficit de la cuenta de viajes”. Y concluyeron: “Todas las reformas estructurales (laboral, impositiva, federalismo, previsional) quedarán para el Congreso que viene”.
Tanto Lacunza como otros referentes económicos del PRO han manifestado en numerosas oportunidades sus diferencias con algunas políticas implementadas por Caputo. En abril de este año, el exministro de Economía de Mauricio Macri cuestionó la fecha que eligió el gobierno para levantar las restricciones cambiarias y el propio Milei lo cuestionó con dureza: lo calificó de “liberticida que decidió joderle la vida a los argentinos” y sostuvo que se merece “una estadía en Siberia de la URSS”.
Definiciones políticas
En el plano partidario, la convención del PRO sacó a la luz las tensiones sobre la articulación con La Libertad Avanza, el funcionamiento de los bloques parlamentarios y la preservación de la identidad amarilla. En este sentido, Macri instó a negociar acuerdos “con dignidad” en cada una de las provincias, mientras que el diputado nacional Cristian Ritondo, presidente del partido en la provincia de Buenos Aires, defendió el funcionamiento de la bancada en el Congreso y las negociaciones bonaerenses.
“Hay que cuidar a los intendentes. Vamos a cerrar un acuerdo con La Libertad Avanza para obtener legisladores nacionales y provinciales y proteger a los municipios”, sostienen los negociadores que la semana que viene volverán a reunirse con Sebastián Pareja, el armador bonaerense libertario.
Al finalizar el encuentro, la diputada nacional María Eugenia Vidal detalló: “Todos los presidentes provinciales del PRO se comprometieron a presentar una propuesta para las elecciones de octubre en sus distritos. El PRO es un partido federal, y cada uno va a definir lo que es mejor para su provincia”.
A su vez, y sobre la relación con el oficialismo, aclaró: “Desde el primer día dijimos que íbamos a hacer lo correcto, no lo conveniente. Apoyamos al gobierno para evitar una hiperinflación. Pero también hay temas pendientes, como que la mitad de los chicos no entiende lo que lee. No hay país con esa realidad”.
La exgobernadora bonaerense fue una de las dirigentes más críticas por la estrategia de LLA en la ciudad de Buenos Aires y por la agresividad de la campaña porteña, que terminó con el triunfo de Manuel Adorni y una dura derrota para el PRO en su distrito de origen.