Una nueva relación simbiótica en las aguas profundas chilenas revela conexiones insospechadas entre especies marinas (Instituto Oceanográfico Schmidt)

Un grupo de científicos documentó por primera vez una relación simbiótica inédita en las profundidades marinas de Chile: diminutos cangrejos araña se alimentan de los parásitos que afectan al congrio colorado, un pez emblemático de la gastronomía chilena.

El hallazgo, realizado durante una expedición en 2023 y recientemente publicado en la revista Ecology, revela una interacción desconocida y subraya la complejidad de los ecosistemas marinos chilenos, según informó Popular Science.

El congrio colorado (Genypterus chilensis), conocido por su carne blanca y su presencia en la cocina de Chile y Perú, constituye un recurso pesquero de alto valor. Esta especie, que puede alcanzar hasta 1,5 metros de longitud, fue celebrada incluso por Pablo Neruda, quien le dedicó una oda.

La presión comercial redujo notablemente sus poblaciones: un estudio de 2003 citado por Popular Science determinó que el 75% de los ejemplares capturados no habían alcanzado la madurez sexual, y en 2022 la pesca anual de congrio colorado rondó las 2.000 toneladas. La ausencia de investigaciones profundas sobre su ciclo de vida y su hábitat dificulta la implementación de estrategias de conservación.

La intensidad de la actividad pesquera y la falta de controles efectivos amenazan la estabilidad de los ecosistemas submarinos (Captura de pantalla/Luis Linco Almonacid)

La interacción entre especies y el desafío de la conservación

La interacción entre cangrejos araña y congrio colorado se observó a unos 18 kilómetros de la costa central de Chile, a una profundidad cercana a los 435 metros. El equipo del Schmidt Ocean Institute, liderado por Eulogio Soto y Lisa Levin, identificó una formación inusualmente grande de gusanos tubícolas mediante sonar.

Estos gusanos, que dependen de bacterias asociadas a filtraciones de metano en el lecho marino, forman comunidades densas y generan hábitats complejos. Para investigar el fenómeno, los científicos desplegaron el vehículo operado remotamente SuBastian, que permitió observar de cerca la vida en torno a la formación.

Durante dos inmersiones con el ROV, los investigadores registraron entre 46 y 48 ejemplares de congrio colorado ocultos entre los gusanos tubícolas. Las grabaciones de video mostraron a los cangrejos araña acercándose a los peces y alimentándose de los parásitos adheridos a sus cuerpos. El equipo científico, según Popular Science, plantea que los congrios podrían acudir a este enclave no solo para desparasitarse, sino también para alimentarse, refugiarse o reproducirse.

Lisa Levin, oceanógrafa de la Universidad de San Diego, señaló: “Al principio nos sorprendió el tamaño del matorral de gusanos tubícolas… Finalmente notamos a todos estos peces asomando la cabeza desde el interior del matorral”.

El estudio indica que esta interacción solo se detectó en una de las formaciones de gusanos tubícolas exploradas. En otras 11 colonias cercanas, los científicos apenas hallaron tres congrios colorados en total.

La presencia de redes y aparejos de pesca en el fondo marino evidencia la intensa actividad pesquera en la zona, lo que incrementa la presión sobre la especie y su hábitat. Eulogio Soto, jefe científico de la expedición, advirtió en declaraciones recogidas por Popular Science: “La presencia de este importante recurso pesquero en un ecosistema de filtraciones de metano cercano a la costa, donde enfrenta presión por la pesca y la contaminación, nos obliga a pensar en medidas para proteger y conservar estos hábitats”.

El hallazgo evidencia cómo la protección de hábitats específicos resulta esencial para preservar interacciones ecológicas fundamentales (Instituto Oceanográfico Schmidt)

Urgencia de proteger hábitats únicos y futuros pasos

El hallazgo pone de relieve la necesidad de proteger los ecosistemas de filtraciones de metano, que albergan comunidades biológicas únicas y poco estudiadas. Los investigadores subrayan que la contaminación humana y la sobrepesca amenazan al congrio colorado y a las especies asociadas a su entorno.

La investigación, según Popular Science, sugiere que una mejor comprensión de estas relaciones ecológicas podría ser clave para desarrollar estrategias de conservación más efectivas.

El equipo científico planea regresar a la zona para profundizar en el estudio de este ecosistema, ya que la observación se limitó a dos días y se desconoce cómo varía la vida marina en otras épocas del año. La expedición demuestra que los ecosistemas marinos profundos aún guardan numerosos secretos y que la exploración continua es fundamental para comprender y proteger la biodiversidad del océano.