
En julio de 1996, Día de la Independencia (Independence Day) se estrenó y se posicionó como una de las grandes superproducciones del cine de ciencia ficción. Bajo la dirección de Roland Emmerich, la película llegó en una época dorada para el cine de catástrofes, un género que combinaba destrucción masiva, efectos especiales y tramas de supervivencia ante amenazas imposibles.
La historia arranca cuando los científicos detectan una señal proveniente del espacio. Rápidamente, se descubre que una enorme flota alienígena se aproxima a la Tierra, situándose sobre las principales ciudades del mundo, y con una cuenta regresiva como preámbulo de un ataque devastador. El público fue testigo de una batalla desesperada de la humanidad y de la particular lucha de personajes como David Levinson (Jeff Goldblum) y el capitán Steven Hiller, interpretado finalmente por Will Smith.
Día de la Independencia fue un éxito inimaginable: recaudó USD 817 millones en todo el mundo, ubicándose como la segunda película más taquillera de la historia en ese momento, solo superada por Jurassic Park. Además, se convirtió en un clásico del cine de desastres y permanece, tres décadas después, en el imaginario popular como una de las producciones más icónicas del género.

¿Por qué Will Smith estuvo a punto de quedarse afuera?
Aunque hoy resulta impensable imaginar Día de la Independencia sin la figura de Will Smith en el papel protagónico, lo cierto es que el actor casi no fue elegido para liderar el elenco. Según revelaron Roland Emmerich y el productor Dean Devlin en una entrevista con The Hollywood Reporter durante el 25 aniversario del filme, el estudio 20th Century Fox tenía una posición clara: “No nos gusta Will Smith”, expresaron los ejecutivos.
El argumento principal de la negativa era que, a ojos del estudio, elegir a un actor afroamericano como protagonista podía perjudicar el desempeño de la película en mercados internacionales. “Dijeron: ‘Si eligen a un actor negro para este papel, van a dañar la taquilla internacional’”, explicó Dean Devlin.
Esta visión no solo resultaba desacertada, sino que evidenciaba el conservadurismo y los prejuicios de la época. Sin embargo, la convicción del equipo creativo jugó un rol fundamental: “La película trata sobre extraterrestres. Le irá bien en el extranjero”, replicó el productor, determinando así un enfrentamiento entre creadores y ejecutivos del estudio.

La insistencia que cambió la historia
Si bien Fox dudaba, Roland Emmerich y Devlin nunca pensaron en otro actor para encarnar al capitán Steven Hiller una vez que lo imaginaron en el guion. “Para el personaje de Will Smith, barajamos otras opciones, pero rápido tuvimos claro que le queríamos a él”, señaló el director.
El único actor que tuvieron en mente desde el primer momento fue Jeff Goldblum, pero Smith convenció rápidamente a Emmerich gracias a su carisma y al éxito cosechado anteriormente en la sitcom “El príncipe de Bel-Air” y en la película “Dos policías rebeldes”.
La negociación llegó a un punto crítico poco antes del comienzo del rodaje. Emmerich utilizó una estrategia definitiva para inclinar la balanza: comunicó al estudio que Universal Pictures también estaba interesada en el guion y que, si no aceptaban a Smith y Goldblum, se llevaría el proyecto a otra compañía.
“Me puse firme: ‘La gente de Universal me llama todos los días, así que denme a estos dos actores o me mudo allí’. No creo que hubiera sido una posibilidad real, pero era una gran amenaza”, admitió Emmerich en la entrevista.

Finalmente, 20th Century Fox cedió. Will Smith fue confirmado como protagonista y marcó un antes y un después en el perfil del héroe del cine estadounidense, abriendo la puerta para la presencia de más diversidad en los blockbusters.
Cómo Will Smith acabó conquistando la pantalla… y el estudio
El éxito no tardó en llegar. El carisma, el humor y la presencia arrolladora de Will Smith se convirtieron en el corazón de Día de la Independencia. El film revitalizó la carrera del actor, consagrándolo como una de las grandes estrellas internacionales de su generación y demostrando que su elección no solo era acertada, sino un factor crucial en la taquilla.
De hecho, el estudio ganó una fortuna y, años después, la película mantiene su legado. Sin embargo, la secuela “Día de la Independencia: Contraataque” (2016) no contó con el regreso de Smith y resultó un fracaso comercial, confirmando el peso insustituible de su carisma en el universo de la saga.