El ambiente en el Red Bull Ring se encontraba cargado de expectativas ante el inminente comienzo del Gran Premio de Austria. Los equipos ultimaban detalles y los pilotos se preparaban para afrontar las 70 vueltas programadas en el trazado, cuando un incidente alteró el desarrollo habitual de la competencia. El protagonista de este episodio fue Carlos Sainz, piloto español y expiloto de Ferrari, quien afrontaba la jornada al volante del Williams FW47.

Mientras los demás competidores iniciaban la vuelta previa protocolar a la largada, el monoplaza de Sainz permaneció inmóvil en la 19ª posición de la parrilla. El vehículo no respondió al intento de arranque, lo que generó preocupación tanto en el piloto como en el equipo técnico de Williams. “El coche está atascado en primera. Algo está parando el coche. Está atascado”, comentó rápidamente el corredor de 30 años.

El monoplaza de la escudería británica pudo avanzar después de que los comisarios de pista ayudaran a Sainz a poner en marcha el coche. Sin embargo, la intervención de los mecánicos, quienes tocaron el monoplaza para asistirlo, activó el protocolo reglamentario de la Fórmula 1. Según las normativas, cualquier ayuda externa al coche en la parrilla obliga al piloto a abandonar su posición original y dirigirse al pitlane para largar desde allí.

El momento en el que comenzó a incendiarse el Williams de Sainz (REUTERS/Leonhard Foeger)

El piloto español, acatando las indicaciones, completó la vuelta de formación y se dirigió al pitlane. Aunque siguió alegando problemas en su monoplaza. “Siento que el coche sigue frenando”, indicó. Mientras aguardaba la autorización para incorporarse a la competencia desde la salida de boxes, la jornada de Sainz se complicó aún más.

Al detenerse en la salida de la calle de boxes, los frenos traseros del Williams FW47 comenzaron a incendiarse, tanto en el lado derecho como en el izquierdo. El fuego en los frenos representa uno de los riesgos más serios en la Fórmula 1, ya que puede comprometer la integridad del monoplaza y la seguridad del piloto.

Incluso, según comentó el periodista especializado Albert Fábrega en la transmisión de ESPN, hizo hincapié en que ya venía teniendo problemas en los frenos y, una vez que el vehículo queda varado por algunos minutos, pueden llegar a sobrecalentarse y pasar los 1000 grados.

El personal técnico de Williams y los comisarios de pista actuaron con rapidez para sofocar las llamas, pero el daño ya estaba hecho. El incidente obligó a Sainz a abandonar la competencia antes de que comenzara formalmente. La frustración del piloto español resultó evidente, ya que no pudo disputar ni una sola vuelta de las 70 previstas en el Gran Premio de Austria.

Carlos Sainz tiene 13 puntos en la temporada 2025 de la Fórmula 1 (REUTERS/Darko Bandic)

“Desde el inicio tenía un tirón enorme hacia un lado al frenar. En este circuito, con tres zonas de gran frenada, eso te mata la vuelta. Cambiamos los frenos tras los Libres 3 como siempre, pero algo no iba bien. Habrá que investigar qué pasó, porque así era imposible”, comentó Sainz en el día de ayer, después de la sesión de clasificación en la que terminó 19°.

De hecho, el español fue tajante sobre su frustración por la situación de largar tan atrás: “Esta mala racha hay que cortarla. No estoy aquí para probar cosas ni para salir 19º. Estoy aquí para correr, para luchar. Veremos si se puede reparar el coche y si tiene sentido salir desde boxes. Pero lo primero es entender qué ha pasado”.

Además, provocó que la largada en el Red Bull Ring se demorara por 15 minutos. Esto también supuso un problema para los pilotos que estaban en pista, ya que el calor en Spielberg era sofocante. Los radares oficiales de la Fórmula 1 marcaban que la temperatura en el asfalto superaba los 50 grados.

Aunque los problemas para Williams no terminaron ahí. Después de 17 vueltas, Alex Albon también tuvo que abandonar el Gran Premio de Austria por tener problemas técnicos en el monoplaza Williams FW47.