El éxito rotundo que transita el streaming de investigadores del CONICET en el cañón submarino de Mar del Plata parece contrastar de manera rotunda con la situación que reclaman las agrupaciones de investigadores sobre la situación salarial de sus becarios y trabajadores, quienes -nucleados en la filial de ATE y otras agrupaciones- anunciaron un paro de 48 horas desde este miércoles para reclamar por un aumento salarial, de fondos y visibilizar el “deterioro de las principales instituciones del sector” científico.
La convocatoria abarca una vigilia de 24 horas en el Polo Científico, que se replicará a sus modos en otras instalaciones del país. “Que esta no sea la última generación científica de Argentina. Defendamos la ciencia y a sus trabajadores, con salarios dignos y fondos para investigar”, reclama uno de los principales flyers que se mueve entre la comunidad científica nacional.
La medida se extiende para otros organismos nacionales como la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), entre otros. Esta última había sido convertida en una unidad organizativa en el Decreto 462/25, pero días atrás la Justicia convalidó un amparo, frenándolo hasta nuevo aviso.
Un análisis del Grupo EPC dirigido por el doctor Nicolás Lavagnino, con referencia al ex ministro de Educación, Daniel Filmus, afirma que en los 19 meses de gestión de Milei, los sueldos de la carrera de investigador y de las becas del Conicet acumularon una pérdida de 35,9 puntos respecto a la inflación.
Fuentes inobjetables de la Casa Rosada ratificaron que no considerarán ningún reclamo particular que se están llevando para este paro. Afirman que las negociaciones paritarias “siempre han estado y los aumentos se dan conforme a las paritarias nacionales”. “Esto es un reclamo particular de algunas agrupaciones, eso no invalida que se sigan con otras negociaciones que siempre estuvieron abiertas como la paritaria”, afirmó un funcionario. Las autoridades del CONICET buscan aclarar que se trata de un reclamo que no es movilizado por el organismo, sino por “uno de los gremios”.
El último incremento que consignó UPCN CONICET es un incremento de 1,3% en junio, julio y agosto. En esos meses también se le agregó un bono remunerativo de $ 25.000. Para septiembre se pactó un 1,2% más un bono de $ 20.000 y para los dos meses siguientes una suma de 1,1% y un bono de $ 20.000. El total acumulativo de todo ese semestre es un incremento de 7,52%.
El CONICET no entró en las desregulaciones administrativas que el Gobierno podía hacer cuando el Presidente tenía facultades delegadas. Entre la batería de alternativas que se habían pensado estaba la de cambiar la composición de su directorio, que se rige bajo el Decreto 1661/96, y consta de ocho miembros y un Presidente designado por el Ejecutivo (actualmente es Daniel Salamone). Infobae pudo saber que se había pensado quitar la terna propuesta por el Consejo de Universidades. Finalmente no prosperó.
En tanto, desde el Gobierno se jactan de haber “desburocratizado el directorio” luego de que “durante el gobierno anterior se autoconvocara de manera irregular y fuera de reglamento en la que se pretendieron dar por aprobados más de 1.500 proyectos sin la debida previsión presupuestaria”. “Esta irresponsable actuación marcó el quiebre definitivo del modelo de financiamiento de proyectos”.
El contexto en el que se desarrolla la protesta resulta paradójico. Mientras la expedición en el fondo del mar, transmitida en vivo, logró captar la atención de miles de personas y generó un fenómeno en redes sociales, los trabajadores del CONICET advierten que la visibilidad mediática no alcanza para revertir la situación crítica que atraviesan. Desde ATE explicaron que el impacto del streaming ayudó a instalar el tema en la agenda pública, pero subrayaron que “la situación es urgente”.
Una carta de investigadores superiores del CONICET en Córdoba plasmó una parte del panorama. “No hace falta cerrar las instituciones científicas para que dejen de funcionar, basta con asfixiarlas económicamente. Hoy el financiamiento real para ciencia y tecnología ha caído a un alarmante 0,15 % del PBI, cuando la Ley de Financiamiento de CyT (27.614) establece un horizonte del 1 % del PBI para 2030. Una ciencia soberana sólo es posible con inversión estratégica y sostenida. Sin una ciencia concebida y realizada desde Argentina, no hay posibilidad de construir un futuro propio”.
La medida de fuerza comenzará el mismo día en el que se discutirá en Diputados el proyecto para declarar la emergencia del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnoloogía e Innovación (SNCTI).
El proyecto establece que el Poder Ejecutivo deberá garantizar, como mínimo, el mismo nivel de inversión en la función Ciencia y Técnica que el año anterior, incluso en caso de caída de la actividad económica. Además, exige la reposición inmediata de cualquier reducción presupuestaria previa a la sanción de la ley.
El texto detalla que, si los recursos fiscales superan los previstos en el presupuesto prorrogado, se deberá aplicar la cláusula de progresividad de la Ley 27.614, permitiendo así sostener la ejecución de las actividades científicas y tecnológicas. Asimismo, el proyecto ordena que al menos el 20% del incremento presupuestario destinado a ciencia y técnica se asigne al Programa de Promoción Federal de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, o que se mantenga, como mínimo, la distribución federal alcanzada el año anterior.
El deterioro del sistema científico se refleja también en los datos oficiales. Según el informe de dotación pública del INDEC, la administración pública nacional perdió 4.040 empleos públicos (-5,4%) en el primer semestre de 2025 respecto al inicio de la gestión de La Libertad Avanza (LLA), al pasar de 75.057 a 71.071 puestos. Una cuarta parte de este ajuste impactó en el CONICET, con 1.085 posiciones menos: 894 cargos de personal bajo convenio (incluidos trabajadores del SINEP y cargos CIC-CPA) y 191 becas.