El oficialismo libertario conseguiría esta tarde un dictamen sobre la reforma laboral que quiere el Gobierno, pero la discusión en el recinto se estirará a febrero próximo, según pudo saber Infobae. De hecho, mientras transcurría dicha confirmación, la propia Patricia Bullrich lo anunció en el plenario de las comisiones de Trabajo; y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta.
De esta manera, lo que sí avanzaría mañana es el despacho del Presupuesto 2026, junto a la ley de inocencia fiscal. Ambas iniciativas se sancionarían el viernes 26, para cerrar el período extraordinario convocado por el Ejecutivo hasta el martes 30 de diciembre.
Lo ocurrido en Diputados con el Presupuesto 2026 y la repartija de las butacas en la Auditoría General de la Nación (AGN) movió con fuerza la estantería en la Cámara alta. La tensión escaló tanto que, para el mediodía de hoy, las conversaciones estaban casi rotas entre oficialismo y dialoguista. Bullrich se fue de urgencia a la Casa Rosada.
Tras regresar, primó la calma y, en una cumbre que tuvo lugar en el bloque de la Unión Cívica Radical (UCR), se decidió rubricar la reforma laboral -con algunos cambios-, y tomarse todo enero y los primeros días de febrero para pulir la iniciativa en cuestión.
“Se notó la experiencia de Patricia. Estaba todo muy mal hace cuatro o cinco horas. Te diría, al borde del quiebre. Hubiese sido un desastre. Lo más importante es que nadie atropelló y la convivencia de los 44 -43, hasta que jure el rionegrino Enzo Fullone- que nos juntamos días atrás sigue en pie”, sentenció a este medio un importante legislador al tanto de las negociaciones.
La relación con el sector dialoguista se resintió durante la madrugada de hoy en Diputados, tras la accidentada aprobación del Presupuesto 2026 -sin un capítulo clave que pretendía el Ejecutivo- y una estrategia libertaria que no trastabilló. A esto se le sumó la distribución de las tres butacas de la AGN, en un claro acuerdo del oficialismo con el kirchnerismo y el gobernador salteño, Gustavo Sáenz. Este último punto es el que, por ahora, nadie entiende en el Congreso.
“Me encanta que haya terminado así. Ya estaba haciendo demasiado ruido esto de votar todo de forma exprés”, sentenció un senador dialoguista a Infobae. Era la preocupación principal de varias bancadas que se muestran predispuestas a ayudar al Gobierno libertario. Pero no a cualquier costo.
El plenario que lidera Bullrich aún se encuentra activo y con varios legisladores en uso de la palabra. Sólo resta saber, una vez que finalicen los oradores, las rúbricas del dictamen de mayoría. Los dialoguistas lo harían en disidencia. No obstante, en febrero aterrizarán nuevas modificaciones.
Ambas comisiones están integradas por 17 senadores: cinco del oficialismo, cinco del kirchnerismo -no envió sus nombres, no puede firmar despachos y busca judicializar, ante lo que considera un “atropello” del oficialismo y Victoria Villarruel para repartir las comisiones- y siete dialoguistas. En este último grupo hay de todo: aliados que le jugaron bien al Gobierno, aceitosos que especularon siempre hasta último minuto, y legisladores a la deriva en la actualidad, si de política y poder se tratara.
Para sellar este tema, La Libertad Avanza necesita que, en cada comisión, haya un mínimo de nueve legisladores dispuestos. La mitad más uno. Entonces, el Gobierno precisa cuatro más de los siete “dialoguistas”, en cada una, para que se unan a sus cinco.
En Trabajo, esos nombres apuntan hacia el jefe radical en la Cámara alta, Eduardo Vischi (Corrientes) y sus colegas de bancada Rodolfo Suarez (Mendoza) y Silvana Schneider (Chaco); el titular del PRO, Martín Goerling Lara (Misiones); el peronista disidente Carlos Espínola (Corrientes-Provincias Unidas); la ex secretaria de Energía Flavia Royón (Primero los Salteños); y la misionera renovadora Sonia Elizabeth Rojas Decut, que se hizo conocida por declararse a favor de Ficha Limpia para luego ser la encargada de matar al proyecto en pleno recinto, con una voltereta de último segundo.
Para Presupuesto y Hacienda, el Gobierno debe ir a pescar a cinco desparramados entre los radicales Flavio Fama (Catamarca), Mariana Juri (Mendoza) y la chaqueña Schneider; Andrea Cristina (PRO-Chubut); los peronistas disidentes Espínola (Corrientes) y Alejandra Vigo(Provincias Unidas-Córdoba), y la ex macrista y ahora “jaldista” Beatriz Ávila(Tucumán).